Portugal Telecom se hunde en Bolsa ante las dudas sobre su supervivencia
Las acciones de Portugal Telecom llegaron a caer este lunes un 29% hasta 0,865 euros, su precio más bajo desde la salida a Bolsa en 1995. Al cierre de la sesión, los títulos bajaron un 10% hasta 1,09 euros. Desde enero acumulan una bajada del 65,4%, un movimiento que otorga a la operadora una capitalización bursátil de 979 millones de euros. Un hundimiento total para Portugal Telecom, actualmente envuelta en proceso de fusión con la brasileña Oi. También la teleco brasileña sufrió un descalabro, con caídas cercanas al 10%.
La bajada de ayer estuvo motivada por la decisión de la Justicia de rechazar la solicitud de protección de los acreedores al holding Rioforte Investments, controlado por Espirito Santo International, del que Portugal Telecom tenía bonos en su balance por 897 millones de euros, y que no había sido comunicado a Oi en el acuerdo de fusión. El pasado viernes, un tribunal de Luxemburgo denegó la petición realizada en julio por Rioforte, por después de entrar en default.
El rechazo podría ser una señal de que Portugal Telecom no recuperará buena parte de la deuda contraída por Rioforte, según indica Pedro Oliveira, broker de GoBulling, a Bloomberg. En su opinión, esta situación añade más incertidumbre sobre el futuro de la teleco.
Además de Rioforte, el principal activo de Portugal Telecom es una participación minoritaria de la operadora resultante de su fusión con la citada Oi. La integración no se ha cerrado todavía, y sin embargo los accionistas brasileños ya están considerando la posible venta de los activos portugueses de Portugal Telecom. Entre los interesados en comprar estos activos figura el holding Altice, máximo accionista de la operadora francesa Numericable. De hecho, en el mercado se comenta que Altice ya habría mantenido las primeras negociaciones con Oi.
Hundimiento
La actual capitalización bursátil de Portugal Telecom es de 979 millones de euros. En 2010 y 2011, Telefónica pagó 7.500 millones a la operadora lusa por su participación en Vivo, la operadora brasileña en la que ambas compañías eran socias.