Hacer resurgir la marca para salvar el negocio
No es ningún secreto lo duro que resulta el mundo de las startups. Según algunas especulaciones, 8 de cada 10 empresas fracasan en los primeros 18 meses, mientras que otros creen que ese número ronda el 90 por ciento. Sorprendentemente, muchos negocios no suelen fracasar porque sus productos no sean buenos. En cambio, lo que suele suceder es que no se transmite el valor de la empresa de una forma clara y constante al público adecuado.
Por ejemplo, Apple estuvo al borde de la quiebra, y sin embargo actualmente es una de las marcas más reconocidas en el mundo. Por otro lado, la marca de colonia de hombre, Old Spice, lanzó anuncios y campañas online que transmitieron una sensación de carga viral. Estos ejemplos demuestran que con las técnicas correctas de renovación de imagen, los empresarios podrían salvar sus negocios.
Hay que tener en cuenta, que el éxito de una campaña de cambio de marca requiere algo más que un nuevo logotipo y eslogan. El cambio de marca implica la elaboración de un nuevo mensaje, transmitiendo una visión que haga que la empresa adquiera mayor relevancia ante los ojos de los clientes y socios.
Estos son algunos de los mejores métodos para hacer resurgir una marca:
- Evaluar las fortalezas y debilidades. Para avanzar, muchas veces lo mejor es dar un paso atrás y hacer una evaluación seria de las fortalezas y debilidades de la empresa. Resulta de vital importancia ser consciente de todo lo que tu negocio hace de manera diferente y mejor que la competencia. Las empresas que identifican y manifiestan esta diferenciación, consiguen comunicar mejor ese valor al mercado.
- Volver a evaluar el mercado al que te diriges. Es raro que una empresa presente una oferta capaz de adaptarse perfectamente al segmento de mercado determinado en su objetivo original. Puede que el producto necesite ligeros cambios, o bien que la empresa se esté dirigiendo al tipo equivocado de consumidores. Las empresas deben reevaluar los mercados de destino y el segmento de clientes basándose en las necesidades y demandas percibidas. La alineación de las necesidades del cliente con la capacidad de la empresa resulta fundamental.
- Determinar cómo van a beneficiarse los clientes. Simplemente con destacar las cualidades de un producto e identificar el mercado al que va dirigido, no es suficiente. Las empresas deben dedicar un tiempo a averiguar cómo utilizarán los clientes ese producto o servicio. ¿Qué tipo de experiencia va a entusiasmar a los clientes? ¿Cómo van a obtener la información sobre lo que ofreces? ¿Cómo van a utilizarla? Independientemente de que se venda limonada en una esquina o un nuevo aparato, es crucial prever el modo en que los clientes van a relacionarse con la marca.
- Elaborar una historia convincente. Como líderes, los empresarios suelen estar familiarizados con la manera en que transmiten el mensaje empresarial. Es aún más importante aportar argumentos a esa historia para que los empleados, socios y clientes puedan difundir el mismo mensaje. Tómate tu tiempo para identificar y certificar los aspectos más importantes del producto y de la marca que resulten peculiares.
- Testimonios de clientes seguros. Los mejores defensores de cualquier negocio son los clientes satisfechos. Las estadísticas y cifras por sí solas no convencerán fácilmente a ningún comprador escéptico. Aporta dedicación a cuidar a los clientes y pedirles testimonios o comentarios, así como su participación en algún caso práctico a través de un vídeo o nota de prensa. Contar con clientes que digan al mundo lo mucho que adoran tu producto tiene un valor incalculable.
- Implicar a los empleados. Una vez que el mensaje y la estrategia están claramente definidas, comunícalo a los empleados. Proporciónales herramientas sencillas, tales como hojas de referencia, lanzamientos en ascensor y lemas que les faciliten el difundir todo aquello propio de una gran marca. Debe ser sencillo. Cuanto más fácil se lo pongas, más a menudo lo practicarán.
- Elaborar una fábrica de contenidos. Resulta imposible poder utilizar las mismas técnicas de venta para todos los clientes. Hoy en día, los consumidores están, a veces, más informados sobre los productos que el propio personal de ventas de una empresa. Los consumidores de tecnología están particularmente bien informados. Proporcionar información en un formato que consiga que los compradores se lancen a consumir en cualquier etapa del ciclo de ventas es decisivo. Los técnicos de marketing deben elaborar toda clase de material publicitario. La mejor manera de ofrecer contenidos significativos es la creación de una "fábrica de contenidos". Y para cada contenido creado, se debe sacar provecho a las diferentes versiones, a través de diferentes formatos que atraerán a diferentes consumidores.
- Ampliar la comunicación. Twitter, LinkedIn, Facebook y Amazon han cambiado para siempre la experiencia de compra. Hoy en día, llegar a un público significa comunicar de manera expansiva. Empieza por captar seguidores que participen en conversaciones y cuenten lo que es importante para ellos. Los clientes no desean estar oyendo hablar todo el tiempo sobre productos. Conviértete en un líder de pensamiento y en fuente de confianza.
- Ser constante. Hacer renacer una marca es tanto una cuestión de constancia como de creatividad. Una vez que la empresa haya definido la marca y determinado la forma de comunicarlo, el siguiente paso es transmitir esos mensajes clave de manera constante.
- Creer en el negocio. La seguridad en uno mismo es contagiosa. Adopta la visión de la marca y del mercado al que va dirigido el negocio. Cuánto más comprometida se muestre la dirección de una empresa con su visión, más gente creerá en la marca.
Emprender un negocio implica compromiso. Hacer resurgir una marca y encaminar a la empresa en la dirección correcta, requiere emplear un tiempo en evaluar las fortalezas y debilidades, conocer el valor que tiene la marca para los clientes y transmitir ese mensaje de forma constante.
Este artículo es una traducción original del texto publicado por Keao Caindec en Entrepreneur.