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Su uso hace que se recoja información que puede ser usados por otros

La tecnología ‘ponible’, ¿otro riesgo de seguridad?

El documento plantea tres escenarios: la tecnología para llevar puesta ('wearable computing'), los dispositivos móviles que registran información relacionada con la actividad física de las personas, y la domótica (detectores, termostatos y sensores conectados en oficinas y hogares).
 Un ejemplo destacado en el dictamen se refiere a los datos que puede recoger el acelerómetro o el giroscopio de un teléfono "inteligente" y que podrían ser utilizados por otros para obtener información sobre hábitos de conducción del individuo El dictamen está dirigido a fabricantes de dispositivos, desarrolladores de aplicaciones y gestores de redes sociales, y asimismo, a usuarios que van a utilizar estos equipos conectados.
El documento plantea tres escenarios: la tecnología para llevar puesta ('wearable computing'), los dispositivos móviles que registran información relacionada con la actividad física de las personas, y la domótica (detectores, termostatos y sensores conectados en oficinas y hogares). Un ejemplo destacado en el dictamen se refiere a los datos que puede recoger el acelerómetro o el giroscopio de un teléfono "inteligente" y que podrían ser utilizados por otros para obtener información sobre hábitos de conducción del individuo El dictamen está dirigido a fabricantes de dispositivos, desarrolladores de aplicaciones y gestores de redes sociales, y asimismo, a usuarios que van a utilizar estos equipos conectados. Kay-Paris Fernandes (Getty Images)
Guillermo Vega

El llamado internet de las cosas ya es una realidad: todo tipo de aparatos ya se pueden conectar a la red. El mejor ejemplo son los relojes y gafas que las principales compañías tecnoólogicas están lanzando al mercado. Esta mayor conectivodad proporciona grandes comunidades y posibilidades de negocio, pero también pueden suponer riesgos para la privacidad personal de los usuarios. Por eso, las autoridades europeas de Protección de Datos han aprobado el primer dictamen conjunto al respecto.

Su elaboración ha sido liderada por la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD), junto con la Autoridad francesa (CNIL), y sostiene que esos objetos dotados de sensores y conexión a internet recogen fragmentos de información, que podrían ser analizados por otros y revelar auténticos patrones de vida de las personas.

El dictamen identifica y alerta de los riesgos que estos productos y servicios pueden plantear para la privacidad de las personas, definiendo un marco de responsabilidades y realizando recomendaciones.

El documento plantea tres escenarios: la tecnología para llevar puesta ('wearable computing'), los dispositivos móviles que registran información relacionada con la actividad física de las personas, y la domótica (detectores, termostatos y sensores conectados en oficinas y hogares).

Un ejemplo destacado en el dictamen se refiere a los datos que puede recoger el acelerómetro o el giroscopio de un teléfono "inteligente" y que podrían ser utilizados por otros para obtener información sobre hábitos de conducción del individuo El dictamen está dirigido a fabricantes de dispositivos, desarrolladores de aplicaciones y gestores de redes sociales, y asimismo, a usuarios que van a utilizar estos equipos conectados.

"La privacidad es un soporte fundamental en cualquier modelo de negocio digital o no", como afirma Cristina Sirera, experta en el área de Privacidad y Protección de Datos de Elzaburu “la protección de los datos personales hay que tenerla en cuenta a lo largo de todo el ciclo de vida de las tecnologías, desde la concepción hasta su despliegue, utilización y eliminación final”. La experta añade que las empresas desarrolladoras de estas nuevas tecnologías tienen que conocer muy bien que información gestionan, el valor de dicha información y cómo protegerla, para poder así monetizarla, generando negocio y beneficios, y por ende, reduciendo riesgos y costes"..

Sobre la firma

Guillermo Vega
Corresponsal en Canarias y miembro del equipo de edición del diario. Trabajó en la Cadena Ser, Cinco Días y fue jefe de EL PAÍS Retina y de la sección de Tecnología. Licenciado en Ciencias de la Información, diplomado en Traducción e Interpretación y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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