Así fichó Bestinver a su nuevo gestor estrella
La gestora de fondos del grupo Acciona, Bestinver, ha protagonizado uno de los fichajes de directivos de alto nivel más sonados de los último tiempos. Ante el distanciamiento entre la cúpula de la sociedad y su gestor estrella, Francisco García Paramés, la firma contrató a una agencia de cazatalentos e inició el contacto con ejecutivos del mundo de la gestión de activos que quisieran trabajar en Bestinver.
La designación de Beltrán de la Lastra como director general de inversiones se produjo 34 días después de que el directivo se hubiera reunido por primera vez para escuchar la propuesta de Bestinver. Un tiempo récord para un fichaje de esta categoría.
Aunque el acuerdo verbal ya estaba cerrado con De la Lastra, su nombramiento se precipitó cuando Paramés sorprendió a todos al hacer pública su decisión de dejar la filial de Acciona. A las nueve de la mañana del 23 de septiembre se conoció que el gestor estrella de Bestinver abandonaba la que había sido su casa en los últimos 25 años, y menos de 12 horas después Bestinver divulgaba un comunicado con el nombramiento de Beltrán de la Lastra.
Entre los requisitos que se habían fijado para encontrar al sustituto adecuado, destacan tres. El primero, que gestionara un patrimonio superior al que maneja Bestinver. El segundo, que tuviera un perfil de inversión similar a la filosofía básica de la gestora (enfocada en el value investing, el análisis en profundidad de compañías, para encontrar empresas infravaloradas). El tercero, que los fondos bajo gestión tuvieran una trayectoria igual o mejor que los fondos de Bestinver.
De la Lastra, que hasta entonces ocupaba el puesto de responsable de estrategia de en JPMorgan, cumplía con los tres requisitos. Bajo su responsabilidad había dos importantes fondos: JPM Europe Select Equity Fund y JPM Europe Select Equity Fund Plus.
El directivo está cerrando los flecos de su salida del banco estadounidense y en breve se trasladará a Madrid para dirigir las inversiones de los fondos de Bestinver.
En cuanto a Paramés, desde la gestora aseguran que tenía en su contrato la exigencia de avisar de su salida con un año de antelación. Además, tenía una cláusula de no competencia durante dos años, por lo que tendría que esperar hasta 2017 si quisiera abrir su propia firma de gestión de activos. De acuerdo con diversas fuentes, el directivo estaría negociando el pago de una compensación para levantar estas limitaciones.