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‘Smartphones’ para compras, embarque y control de seguridad

En el aeropuerto del futuro no hay mostradores

Vista de un panel informativo en el aeropuerto Charles de Gaulle en París (Francia)
Vista de un panel informativo en el aeropuerto Charles de Gaulle en París (Francia)EFE
Begoña Barba de Alba

¿Cómo seremos los viajeros de avión dentro de diez años? ¿Qué facturación realizaremos? ¿En qué aviones nos trasladaremos? Estas son algunas de las cuestiones a las que responde el informe El futuro de los viajes, encargado por el metabuscador de vuelos, hoteles y coches Skyscanner.

En 2024, el aeropuerto estará totalmente automatizado, eliminando las colas de facturación y hasta los actuales mostradores. Los pasajeros podrán facturar su maleta mientras toman un café, utilizando un smartphone que también les informará sobre el camino más rápido para llegar a la puerta de embarque y los tiempos de espera en el control de seguridad.

Charlas privadas

Una vez a bordo del avión, la cabina y los asientos no tendrán nada que ver con los actuales, hasta el punto de resultar irreconocibles. El asiento se podrá moldear como si fuera viscoelástico para adaptarlo a la forma del cuerpo del viajero y llevará incorporado un control de temperatura individual, así como un dispositivo holográfico de comunicación y entretenimiento que permitirá hablar en 3D con amigos y familiares y ver películas o escuchar música.

 

Los adaptadores de sonido integrados en el reposacabezas del asiento evitarán que otros pasajeros puedan escuchar nuestras conversaciones y podremos utilizar guantes hápticos –inicialmente en clase business–para poder abrazar a familiares o estrechar la mano de un colega de negocios a distancia.

El denominado internet de las cosas facilitará el que miles de objetos estén conectados, permitiendo a los dispositivos hablar entre sí. Las maletas contarán con etiquetas digitales que incluirán los detalles del vuelo y el destino, posibilitando al viajero hacer un seguimiento de sus maletas durante el trayecto.

Los pasaportes, previsiblemente, serán sustituidos por la información biométrica, que ayudará a los viajeros a ahorrar buena parte de tiempo en el tránsito y en el embarque y hará que la estancia en el aeropuerto sea más eficiente, agradable y rápida. Al pasar el control de seguridad, las zonas de seguridad se convertirán en un lugar en el que se disfrutará de la espera. Habrá espacios amplios, llenos de distracciones, desde galerías de arte y jardines hasta cines en 3D, piscinas en las azoteas o salas de yoga. De hecho, al 43% de los pasajeros le encantaría contar con un parque al aire libre o una playa como parte de su experiencia en el aeropuerto, según el informe de Skyscanner.

Finalmente, las paredes y suelos serán interactivos, con tiendas virtuales para facilitar el comercio minorista y las experiencias gastronómicas mediante las nuevas tecnologías hápticas, que permitirán oler, sentir y ver los productos que se quieren comprar desde cualquier sitio.

Sobre la firma

Begoña Barba de Alba
Periodista por vocación. Coordino la información no diaria de Cinco Días desde 2012: monográfico Aniversario, Pymes, Entorno, Fondos, Infraestructuras, Formación, Ciencia y Salud y muchos más. Con más de 38 años de experiencia en periodismo económico. Fundadora de La Gaceta de los Negocios y del Boletín de Bolsa e Inversión 16.

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