La pasión por ser el mayor mecenas de la universidad
Uno de sus proyectos más míticos es la red iberoamericana Universia El fallecimiento del banquero desencadenó una cadena de condolencias de rectores
El proyecto personal de Emilio Botín de apoyo a la universidad es único. Ningún otro banquero ni empresario ha tenido esa visión de futuro de la educación”. Son palabras de José Carrillo, rector de la Universidad Complutense de Madrid, tras conocerse la muerte del presidente del grupo Santander. Y es que el máximo responsable del banco se marcó como una apuesta personal la inversión en la educación superior en España y Latinoamérica.
Las cifras son concluyentes. Desde que en 1996 se creara la división de Santander Universidades, el banco ha invertido más de 1.000 millones de euros en proyectos con centros educativos. Mantiene más de 1.100 convenios de colaboración con facultades e instituciones de investigación por todo el mundo, desde Argentina a EE UU en América, pasando por Europa, África, el Golfo Pérsico y China. Suma 4.400 proyectos destinados a la enseñanza y la I+D.
Las cifras
700 millones de Banco Santander comprometidos hasta 2015 para apoyar a las universidades de Iberoamérica.
4.400 proyectos destinados a educación e investigación.
130 cátedras creadas en universidades de todo el mundo, entre las que destacan cinco cátedras Unesco.
150 proyectos empresariales surgidos de los centros docentes y apoyo a 10 campus de excelencia.
3.000 docentes y 15.000 estudiantes becados en Latinoamérica.
Uno de sus proyectos más míticos es la red iberoamericana Universia, formada por 1.262 universidades de 23 países, que se reunió por última vez este pasado mes de julio en Río de Janeiro, en el III Encuentro Internacional de Rectores Universia. En este foro, salió el compromiso de Botín de invertir 700 millones de euros en proyectos universitarios en los próximos cuatro años, del que el 30% irá destinados a España.
“La sociedad actual necesita una universidad que juegue un papel activo y contribuya al desarrollo social, institucional, cultural y económico”, resaltaba Botín en su discurso de clausura frente al millar de rectores. “El crecimiento de universitarios es difícilmente sostenible con los recursos públicos destinados a la educación y con los modelos de enseñanza actuales. Por ello, la universidad se va a ver obligada a revisar su modelo de organización y financiación”, les recordó.
Del encuentro en Brasil salió el compromiso de los rectores en la Carta Universia Río 2014, con 11 propuestas de mejora para estas instituciones.
El rector de la Complutense, presente en aquel foro, destacó ayer que gracias al esfuerzo del directivo “tenemos un espacio iberoamericano de universidades”. Además, recordó que el dinero del banco ha servido para el desarrollo de los centros docentes: “Le estamos muy agradecidos. Para nosotros supuso una fuente de recursos directa. Botín confió en el conocimiento y en la ciencia justo cuando vemos que las autoridades públicas miran hacia otro lado”.
Tras 18 años, Santander Universidades cuenta actualmente con 2.200 profesionales. Esta división benefició en 2013 a 22.400 universitarios en becas, ayudas y prácticas. En 2011, la entidad lanzó en España el programa para prácticas en pymes, en el que el banco invierte más de 30 millones al año, del que ya se han beneficiado 12.500 alumnos. Además, Botín impulsó la modalidad Becas Iberoamérica hasta 2015, por la que 15.000 estudiantes y 3.000 jóvenes docentes e investigadores podrán acceder a ayudas.
Condolencias del mundo universitario
La Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) quiso reconocer el trabajo en este sentido. “El presidente Botín mostró siempre un fiel compromiso con la universidad y con la CRUE, que se materializó a través de innumerables gestos y acciones, entre las que destaca, la creación en el año 2000 de Universia, la red de universidades más importante de Iberoamérica, centrada en los ámbitos de la educación y el conocimiento”, señalaba esta institución en un comunicado. “Asimismo, el presidente fomentó la creación de los programas de becas, entre los que destaca el de movilidad de Banco Santander, que ha servido para establecer lazos de colaboración entre universidades del espacio iberoamericano que, difícilmente, se habría producido sin su colaboración”, apuntaban los rectores.
“Entendió que la responsabilidad social que tenía el banco debería focalizarse en el impulso al ámbito universitario y por eso creó Universia”, aseguró Manuel López Pérez, presidente de la CRUE.
El fallecimiento del banquero desencadenó una cadena de reacciones y condolencias de rectores y autoridades educativas. Entre ellas, las del anterior ministro de Educación, Ángel Gabilondo: “Emilio Botín creía en la universidad, el conocimiento, la ciencia, la innovación, la investigación y el conocimiento como el mejor camino para salir de la crisis”. Este catedrático subrayó que en estos momentos, “pienso mucho en tantos que han podido estudiar gracias al apoyo de Universia y del Santander, y que quizás en Iberoamérica han podido encontrar espacios para la formación”, ya que Botín creía “en el poder transformador de la sociedad a través de la educación”.
El rector de la Universidad de Salamanca, Daniel Hernández Ruipérez, definió a Botín como “el principal mecenas en los últimos años” de esa histórica institución. Desde la dirección de la Universidad Carlos III coincidieron en señalar al banquero como su principal donante y agradecieron “el apoyo entusiasta y generoso de quien siempre depositó una gran confianza en esta casa y sus proyectos”.
Desde Santander, ciudad de nacimiento de Botín, José Carlos Gómez Sal, rector de la Universidad de Cantabria, destacó “la sensibilidad especial que tuvo siempre con el sistema universitario español, latinoamericano y mundial”.
En la última conferencia de Universia, Botín hablaba precisamente a los rectores sobre la necesidad de continuar con la pasión por la universidad: “La condición necesaria para contar con sólidos cimientos sobre los que poder construir ese futuro prometedor, es contar con una educación de calidad, accesible a todos nuestros ciudadanos a lo largo de su vida y que responda a las exigencias de la sociedad digital emergente”.