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Tendrá que pagar más de 24 millones

Outokumpu, condenada por el concurso de su exfilial española

La filial española, LBH, entró en concurso después de abonar 20,4 millones a su matriz en 2008

Logo de Outokumpu
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Outokumpu tendrá que reintegrar los 20,4 millones que le abonó el 3 de junio de 2008 la sociedad Leaf Business Holdings (LBH), que antes de esa fecha había adquirido la planta de la multinacional finlandesa en Zaratamo (Vizcaya), así como otros negocios en Bélgica. Un año después, en septiembre de 2009, LBH presentó concurso de acreedores con un pasivo que finalmente alcanzó los 50 millones de euros.

Fue la antesala al cierre del centro vasco, un histórico de la industria de Euskadi que llegó a tener 1.400 trabajadores. En su ocaso, la plantilla estaba integrada por 260 empleados. En una reciente sentencia de este verano, el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Bilbao ha determinado la rescisión e “ineficacia del pago”, con lo que Outokumpu tendrá que reintegrar la cantidad citada más los intereses acumulados desde hace más de seis años, otros 3,6 millones, con lo que el desembolso de la corporación escandinava superará los 24 millones.

El magistrado Aner Uriarte, hasta este mes al frente del Mercantil número 2 de Bilbao y ahora nuevo decano de los juzgados de la capital vizcaína para los próximos cuatro años, ha estimado “íntegramente” la demanda presentada por los administradores del concurso.

El equipo formado por Pedro Olabarri, Alfonso Gómez y Alberto Urbaneja llevó sus investigaciones hasta Reino Unido, donde se realizó parte del pago citado a la sociedad Cupori, de la órbita de Outokumpu.

La sentencia incluye el pago de las costas judiciales a la multinacional finlandesa, que podrá recurrir ante la Audiencia Provincial de Vizcaya. La cantidad se destinará al pago de deudas a los acreedores reconocidos en el concurso, entre ellos los propios trabajadores, con 12 millones pendientes de cobrar. Ya han ingresado parte por la venta de activos y a través del Fogasa.

Outokumpu se dedicó durante décadas en Zaratamo a la producción de equipos de cobre, en especial tubos para calefacción y agua sanitaria, hasta la venta del centro a LBH. Al presentar el concurso, los gestores de LBH alegaron que la causa fue la crisis del sector de la construcción (el destino del 70% de las ventas de la empresa). En 2013, el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Bilbao declaró culpables del cierre de las instalaciones de Zaratamo a dos directivos de LBH, a los que condenó a la inhabilitación profesional durante cinco años y a asumir con su patrimonio personal el 50% de las deudas que no pudieran cubrirse con la venta de activos.

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