Las subidas de IRPF e IVA llevan la recaudación a niveles precrisis
Al Gobierno le empiezan a salir las cuentas. El déficit estatal bajó un 13% hasta julio gracias a la buena evolución de los gastos (la factura de la deuda y del desempleo han caído con fuerza) y a la de los ingresos. Estos últimos están en máximos desde 2008, gracias en primer lugar a las subidas del IRPFy del IVA y en segundo a la leve mejora de actividad y empleo.
La buena evolución de los ingresos y de los gastos del Estado hacen presagiar que la rebaja del déficit no va a ser el tema estrella de la última parte del año, tal y como ha sucedido en los últimos ejercicios. En 2014, el objetivo pactado con las autoridades comunitarias es del 5,8% del PIB frente al 6,62% con el que se cerró el pasado ejercicio. Un objetivo que ha rebajado aún más Hacienda hasta el 5,5%, gracias a las buenas perspectivas que maneja el Gobierno. De esa cantidad, 3,5 puntos de déficit corresponden al Estado, un punto a la Seguridad Social y un punto a las comunidades autónomas. Por lo tanto, la mejor o peor evolución de las cuentas públicas dependerá en gran medida de la evolución de las del Estado. Hasta julio, el déficit estatal se ha recortado un 13% por la tendencia a la baja de los gastos y al alza de los ingresos.
En el caso de los gastos, las tres principales partidas de los Presupuestos (pensiones, deuda pública y prestaciones por desempleo) van a caer.En principio, las pensiones solo subirán un 0,25% gracias al nuevo factor de revalorización, aunque no es descartable algún guiño en año electoral. La rebaja de la prima de riesgo generó un ahorro para el Estado de 8.500 millones de euros y para este año habrá también un significativo recorte. En el caso de las prestaciones por desempleo, el agotamiento de las mismas está rebajando la factura, ya que tan solo el 60% de los parados cobra algún tipo de ayuda. En julio, último dato disponible, el gasto en prestaciones en 450 millones, lo que supone un ajuste del 18,5%.
Sin embargo, el pilar sobre el que se está sosteniendo la reconducción de las cuentas públicas es la mejora de los ingresos. Así lo atestigua el último informe de recaudación de la Agencia Tributaria, en el que se muestra que los ingresos por impuestos (incluyendo Estado y autonomías) habrían rozado los 100.000 millones de euros, lo que supone un incremento de un 3,7% en términos relativos o 3.620 millonesen absolutos. De este modo, la recaudación tributaria habría regresado a niveles precrisis por el tirón que han sufrido los ingresos de las dos grandes figuras impositivas (IRPF e IVA), gracias a las fuertes subidas de tipos aprobadas en los últimos años.
La figura más importante es el IRPF, cuyos tramos se subieron nada más llegar Mariano Rajoy al Ejecutivo desde un 0,75% para los que declaren menos de 17.707 euros hasta el 7% para los que declaran más de 300.000 euros. El incremento, planteado como un recargo de solidaridad temporal para dos años, se mantiene este ejercicio precisamente para embridar el déficit. Hacienda se ha comprometido a bajarlo en 2015, bajo la premisa de que la actividad y el empleo repuntarán con fuerza el año que viene, lo que le permitirá impulsar esas rebajas. Entre enero y julio, los ingresos por IRPF han rozado los 46.000 millones de euros, el nivel más alto de la serie histórica de la Agencia Tributaria (iniciada en 1995). En el período antes citado, el IRPF ha aportado el 46% de la recaudación.
Los ingresos por IVA también han sufrido un importante estirón en los siete primeros meses del año, con una recaudación de 35.769 millones, regresando a los niveles de 2007. En ese período han subido un 9,90% (3.245 millones más).
Este impuesto indirecto es el que más subidas ha registrado en los últimos años. En julio de 2010, bajo la presidencia de José Luis Rodríguez Zapatero, el tipo general del IVA subió del 16% al 18% y el reducido se incremento del 7% al 8%. En septiembre de 2012, con Mariano Rajoy ya en la presidencia, el tipo general escaló hasta el 21% y el reducido al 10%. En cualquier caso, el peso de los ingresos del IRPFy del IVA ha ido creciendo año a año en los seis que ha durado la crisis hasta sumar el 82% del total. En 19 ejercicios solo se rebasó ese porcentaje en 2010.
El buen tono de los tributos especiales
Aunque no tienen un peso tan determinante en la recaudación tributaria como el IRPF o el IVA, los ingresos que gravan los impuestos especiales han subido un 2,5% anual hasta los 11.286 millones, con un comportamiento dispar.
El que más aporta a las arcas públicas es el de hidrocarburos, con 5.829 millones y un incremento del 3,3%. Los tipos que gravan estos productos no han subido en los dos últimos años, por lo que la mejora de la recaudación podría venir por un incremento del consumo. De hecho, con una tendencia algo errática, las ventas de gasolina y de gasóleo han subido a lo largo de este año. En el otro lado, el segundo tributo especial con mayor recaudación es el que grava las labores del tabaco. Entre enero y julio, la recaudación ha retrocedido un 1,2% hasta los 3.914 millones.
Fuera de este capítulo destaca el repunte experimentado en la partida de precios públicos, tasas y otros ingresos, con un alza anual del 66,2%, y la de ingresos patrimoniales, con un avance del 22,2%, ligado a la venta y a las desinversiones de las distintas administraciones.