Puig, la más perfumada de España
El 90%de la facturación procede del exterior. Están en 140 países De un pequeño negocio de importación a una compañía de renombre internacional
Toda una vida dedicada a las fragancias y a la moda. Así ha transcurrido la historia de la familia Puig. Fue en 1914 cuando nació la firma Antonio Puig en Barcelona, fundada por el empresario Antonio Puig Castelló. Ha pasado un siglo desde entonces. Empezó siendo un pequeño negocio de importación y fue creciendo hasta convertirse en lo que hoy es el grupo Puig, un próspero distribuidor de productos de belleza y perfumes, una exitosa empresa de fragancias, además de una compañía de renombre internacional, reconocida por su creatividad, innovación y diseño.
Todo parte de Antonio Puig, amante del arte y habitual de los ambientes artísticos de Barcelona, quien creó en 1922 el primer pintalabios español, Milady. A partir de ese momento, la empresa comenzó su despegue, con una gestión arraigada en los valores de la familia. Los Puig han llegado al centenario de la compañía con la tercera generación en activo. “El hecho de ser una empresa familiar nos ha permitido poder trazar planes estratégicos a medio y largo plazo combinados con una gran agilidad para adaptarnos a las distintas tendencias y entornos de mercados cambiantes”, señala Marc Puig, presidente del grupo. Y es ese espíritu emprendedor el que ha marcado la evolución de la compañía, que en la actualidad reparte sus sedes entre Barcelona y París.
Otro acontecimiento importante sucede en 1940, cuando Puig lanza al mercado el Agua Lavanda, que rápidamente se convirtió en un éxito de ventas. De hecho, el grupo se ha consolidado como uno de los líderes mundiales de perfumería selectiva, además de destacar por su capacidad para construir marcas a través de la moda y por ser capaz de contar historias a través de las fragancias.
Cronología
1914. Nace la compañía en Barcelona. Ocho después lanzan el pintalabios Milady, el primero hecho en España.
1946. Se construye la primera fábrica en Travessera de Gràcia. Cuatro años más tarde, los hijos el fundador entran en la empresa (en la fotografía).
1968. Sale al mercado la fragancia Agua Brava y un año después se alían con el diseñador Paco Rabanne para crear el perfume Calandre.
1972. Abre filial en Gran Bretaña. En 1979 se construye la fábrica de Chartres (Francia).
1995. Adquieren la división de moda Carolina Herrera New York. Al cabo de dos años se crea la revolucionaria línea de perfumería 212
2008. Paco Rabanne saca 1 Million.
2013. Inauguración de la sede en París en los Campos Elíseos.
2014. Cien años y nueva sede en Barcelona.
Seis años más tarde del éxito de su primera agua de colonia, en 1945, se construye una nueva fábrica y sede de la compañía, en Travessera de Gràcia, en Barcelona. Dos años después nace un hito de la perfumería: L’Air du Temps, de la diseñadora italiana afincada en París Nina Ricci. El perfume se convierte en un icono mundial y 50 años más tarde los Puig compran la firma, con el propósito de hacerla renacer y devolverle todo el esplendor. El perfume Nina es hoy uno de las más vendidos del grupo.
En la década de los cincuenta, los hijos de Antonio Puig –Antonio, Mariano, José María y Enrique– se incorporan a la empresa familiar. El fundador va cediendo el control poco a poco. Diez años más tarde se incita la construcción de una fábrica en el parque industrial de Besòs para responder a la expansión internacional promovida por Mariano Puig. En 1962 abren mercado en Estados Unidos, a la vez que crean la marca Moana, una línea de geles de baño y ducha.
La expansión va acompañada del lanzamiento de otro gran éxito comercial: en 1968 se crea la fragancia Agua Brava. También nace la división de perfumería del diseñador Paco Rabanne en Francia, para competir en el mercado internacional. Un año después aparece el primer perfume del modisto, Calandre. Su buen olfato para descubrir marcas es evidente. En 2008, y bajo Paco Rabanne Pour Homme, sale al mercado la fragancia masculina 1 Million, de la que se han vendido más de 23 millones de unidades.
Antes de entrar en los setenta presentan Azur, que se convertiría en líder del segmento femenino. Y apuestan por el mercado británico, a la vez que estrenan Estivalia, otra colonia que permanece en el recuerdo. Pero es en los años ochenta cuando el nombre de la diseñadora de moda en Estados Unidos entra en sus vidas: Carolina Herrera, que en 1988 crea su primer perfume y en 1995 pasa a formar parte del grupo.
Tiempo después compran la perfumería Gal, la firma de moda Jean Paul Gaultier, se asocian con Prada, crean el perfume de Valentino, abren nueva sede en París y, ahora, celebran el siglo de vida con un nuevo edificio, la Torre Puig en Barcelona, obra de Moneo.
Un negocio de 1.500 millones
El 90%de la facturación del grupo Puig procede del mercado internacional. En 2013 esta cifra ascendió a 1.499 millones de euros, y un beneficio neto atribuido de 176 millones, un 2% más que en el anterior ejercicio. Los productos de esta empresa familiar se venden en más de 140 países y cuenta con 21 filiales situadas, además de en España, en Estados Unidos, Francia, Portugal, Panamá, Singapur, Perú o Argentina, entre otros.
En nómina tiene 4.200 empleados, que han de cumplir con los valores por los que se rige el lema de la empresa:pasión, personas y visión a largo plazo. Fuentes de la compañía aseguran que la ventaja de ser una empresa familiar les permite sopesar las decisiones con la mirada puesta en el largo plazo, así como tener la agilidad para aprovechar las oportunidades cuando se presentan.
El modelo de negocio de Puig es innovador, ya que combina en su portfolio marcas propias de moda y fragancias, como Carolina Herrera, Nina Ricci, Paco Rabanne y Jean Paul Gaultier, con perfumes de lujo bajo licencia, como Prada, Valentino y Comme des Garçons, y creaciones de otras empresas del sector de la moda, como Mango, y celebrities, como Antonio Banderas o Shakira.