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Nuevo pacto con los acreedores

¿Para cuándo una solución para Codere?

Pablo Monge
Gema Escribano

Codere ha anunciado hoy un nuevo acuerdo de no exigibilidad con sus acreedores, hasta el 3 de septiembre. Lleva en esta situación desde mayo.

El 2 de mayo Codere abandonó la situación de preconcurso en la que se encontraba desde comienzos de año. A partir de entonces, la empresa perdió la protección que le otorgaba esa coyuntura. Es decir, los acreedores podrían llevar a concurso a la multinacional del juego.

La compañía y los acreedores han suscrito en reiteradas ocasiones acuerdos de “no exigibilidad de obligaciones”, gracias a los cuales los titulares de la línea de crédito sénior así como los bonistas se comprometían a no ejecutar sus garantías y otorgaban diez días más a Codere para continuar con las negociaciones y alcanzar un acuerdo definitivo para escapar al concurso.

Desde que el 30 de abril se firmara el primer stand still, empresa y bonistas han proseguido con las conversaciones y ya suman 13 el número de aplazamientos alcanzados para evitar la situación concursal que terminaría con la liquidación de la compañía. El último, hoy mismo. Codere ha anunciado hoy otro nuevo acuerdo en este sentido, lo que le dará más tiempo, hasta el 3 de septiembre, para negociar. La información aportada por Codere al regulador en sus hechos relevantes es muy escueta. Se limita a indicar que ha habido una nueva prórroga así como el vencimiento de la misma.

El hermetismo que existe al respecto es absoluto por ambas partes, aunque según fuentes próximas a las conversaciones el hecho de que haya habido 13 standstill consecutivos son un síntoma que pone en relieve la voluntad negociadora de empresa y acreedores.

A la espera de que se conozca cuál será el desenlace definitivo, los aplazamientos parece que seguirán acompañando al grupo y a sus acreedores las veces que consideren oportuno, pues tal y como señalan las mismas fuentes no existe un límite legal al respecto. Tan solo es necesario que las partes implicadas en las negociaciones estén de acuerdo.

A falta de nuevas informaciones que permitan conocer con más precisión cómo marchan las conversaciones, lo único que ha trascendido hasta el momento son las propuestas planteadas por la compañía y sus bonistas en febrero.

El 75% de los bonistas agrupados bajo la firma Houlihan Lokey imponen como condición sine qua non el canje de deuda por capital, amparándose en la reforma del Gobierno de Mariano Rajoy, que tiene como objetivo acabar con la sangría de quiebras de los últimos años. Según el reparto propuesto por el comité, el capital de Codere quedaría dividido de la siguiente forma: el 96,8% pasaría a manos de los bonistas y reservarían el 3,2% restante a los accionistas minoritarios. No obstante, los acreedores estarían dispuestos a ceder hasta el 14,3% a los directivos de la compañía, entre los que se encuentran el presidente y consejero delegado.

La oferta se completaría con una quita del 35% y una inyección de liquidez de 400 millones (200 millones irían destinados a suscribir una ampliación de capital y el resto en concepto de préstamo sindicado con un interés del euríbor más el 8%).

Por su parte, la empresa, que durante meses se aferró a la moratoria de intereses como una solución posible, ha ido suavizando sus posturas y su consejo propone un reparto de capital según el cual el 70% pasaría a manos de los bonistas y el 30% a los actuales accionistas. Es decir, el grupo, hasta la fecha controlado por la familia Martínez Sampedro (posee cerca de 64% del capital social), con cualquiera de las dos propuestas pasaría a contar con un nuevo dueño: los bonistas.

La oferta de Codere está acompañada de dos colocaciones de deuda en sustitución a las actuales. La primera emisión sería por importe de 250 millones de euros con vencimiento a cinco años y al 8,5% de interés anual y la segunda, por valor de 425 millones, al 9,7%.

Lo bonistas también contemplan otras emisiones como parte del proceso de reestructuración. La cantidad a colocar sería de 500 millones, 250 millones al 8,5% y los otros 250 millones al 10%.

El veredicto de Fitch

Esta semana Fitch emitió una nota en la que criticaba la lentitud de los procesos de reestructuración de la deuda después de la normativa aprobada por el Ejecutivo. La agencia de calificación resalta que la ley no exige deberes con los acreedores y que el concurso solo ofrece como solución la liquidación. Como ejemplo, la firma señala a Codere, cuya situación a su parecer pone de manifiesto “la falta de marcos regulatorios para mantener el ritmo de la transición de España a la financiación del mercado de capitales”. Asimismo, Fitch considera que a día de hoy la multinacional del juego genera unos flujos de caja sustanciales, de manera que Codere tiene más valor como negocio que el que se pudiera conseguir con su liquidación.

Entre gastos operativos, línea de crédito sénior y emisiones de bonos la deuda del grupo ronda los 1.300 millones de euros.

Sobre la firma

Gema Escribano
Periodista económica, con 13 años de experiencia como redactora. Formó parte de la web de Cinco Días desde 2010 hasta 2017 cuando pasó a integrar la sección de Mercados. Especializada en información bursátil y mercado de deuda. Estudió periodismo en Universidad Carlos III.

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