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¿Se acerca el fin de las llamadas de voz?

MWC
Mark Fischer

Los teléfonos móviles se lanzaron al mercado para cubrir una necesidad principal: realizar y recibir llamadas desde cualquier lugar. Con el paso del tiempo estos dispositivos empezaron a adquirir e integrar nuevas funcionalidades (juegos, mp3, cámara…) que permitían al usuario realizar otras muchas tareas. Sin embargo, a pesar de todos estos avances, no fue hasta la llegada de los teléfonos inteligentes que empezamos a vivir la verdadera revolución de la tecnología móvil.

El smartphone y su conectividad nos han permitido pasar de tener solo instalado el software del propio dispositivo, a poder descargar miles de aplicaciones para aumentar sus recursos, características y funciones. Todos estos cambios van más allá de una ampliación de las posibilidades básicas de nuestro teléfono y, en general, han ido apareciendo nuevas herramientas que han acabado por substituir y mejorar otras funcionalidades básicas de fábrica, a las que ya se podía tener acceso con anterioridad.

Buen ejemplo de ello lo encontramos en las aplicaciones de mensajería instantánea, como WhatsApp, Line o Snapchat, que, a pesar de existir plataformas de mensajes de texto integradas en nuestros terminales, han acabado triunfando por sus mejoras y su éxito entre la población. Lo mismo ocurre con las herramientas de VoIP (Voice over IP) como Skype o Viber, que permiten realizar llamadas a través de nuestra conexión de datos y, poco a poco, también se están comenzando a hacer un hueco en el mercado. Pero, ¿Acabarán imponiéndose estos servicios?

Según datos recopilados en el último Mobility Report, estudio publicado por Ericcson en el que se analiza el uso de la telefonía móvil, nuestros dispositivos cada vez se usarán menos para llamar y el acceso a internet irá ganando protagonismo. De hecho, mientras que, desde el año 2010, el tráfico de datos no ha parado de crecer a un ritmo constante, el de voz se ha quedado prácticamente estancado. Los teléfonos móviles se están convirtiendo así en una herramienta para acceder a servicios que tradicionalmente requerían un ordenador y, a pesar de que una gran parte de la población los sigue utilizando para para hacer llamadas, están dejando de lado su principal funcionalidad: ser un teléfono.

En los mercados móviles más avanzados, como pueden ser los de Europa o América, las llamadas de voz y los SMS, ya no son el servicio dominante como habían venido siendo hasta hace pocos años. Esta tendencia la encontramos especialmente entre los usuarios de teléfonos inteligentes, que están haciendo cada vez más un uso diario de los servicios de datos. Por otro lado, en otras regiones como Asia-Pacífico u Oriente Medio, está creciendo el número de personas que, gracias a la disminución de los precios, están cambiando sus teléfonos básicos por un Smartphone, lo que parece indicar que, en los próximos años, y gracias a la mejora de las redes, está tendencia en el uso de datos se irá extendiendo al resto del mundo. Y es que ya desde 2013, en el mercado global se venden más Smartphones que feature phones, o teléfonos básicos.

Cada vez tenemos un mayor número de formas de contactar a las personas; chats, mails, mensajes en redes sociales, y un muy largo etcétera, que anteriormente se reducía únicamente a llamar, o como mucho enviar SMS. Esta diversificación en la oferta está llevando a que se utilicen opciones más cómodas, baratas y rápidas que hacer una llamada. Internet cambió nuestras vidas, pero poder acceder a la red desde cualquier lugar (gracias a nuestros teléfonos móviles) lo está haciendo todavía más, alterando incluso nuestra forma de comunicarnos.

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