¿Cómo sacar el máximo provecho a la discriminación horaria de la factura eléctrica?
La nueva facturación del tramo variable de la energía eléctrica, la instalación de los contadores digitales y la publicación, aunque a posteriori, de los precios de la luz por cada hora puede llevar a que muchos clientes consigan una posibilidad de ahorro siempre que gestionen y modifiquen, en la medida de lo posible, ciertos hábitos de consumo.
Aunque tenemos electrodomésticos de uso continuo, otros, muchos de ellos de consumo muy intensivo de electricidad pueden llevarnos a conseguir ahorros muy importantes si trasladamos su uso a determinadas horas.
A modo de ejemplo, las diferencias observadas para el día 19 de junio en el precio son notables: para una tarifa general (2.0A) de 2 a 3 horas de la madrugada el precio del kilovatio fue de 0,11927 euros y de las 21 a 22 horas de la noche fue de 0,13490 euros, con una diferencia de 0,01563 euros; o lo que es lo mismo un 12%. Este es el ejemplo más extremo del día, entre el momento de mayor o menor precio, pero sí se pueden establecer reglas generales comparando épocas del año y tipos de día -laborable o festivo-, que puede llevar a un buen ahorro mensual.
Así por ejemplo, en los días laborables de invierno las horas punta, en las cuales generalmente el precio de la electricidad es más alto, son las comprendidas entre las 8 a las 11 h y de las 18 a las 22h y en los días no laborables serían de las 13 a las 15h y de las 20 a las 23h. En el periodo de verano las horas se desplazan (al igual que nuestros hábitos y uso horario) siendo en los días laborables de 11 a 14h y de 20 a 23h y en días no laborables de las 12 a las 16h y de las 23 a la 1h. Si por ejemplo regulamos el aire acondicionado en verano usándolo menos en las horas de electricidad más cara o por ejemplo retrasamos la hora de la plancha más allá de la hora punta podemos conseguir ahorros significativos.
Una discriminación horaria más complicada
El gran problema entre la discriminación actual y la que podíamos conseguir con la clásica tarifa nocturna la marca la diferentes tendencias de precios a lo largo del año, no es lo mismo un día laborable que uno festivo, no es lo mismo invierno que verano, y tampoco en la misma estación del año, un día con ola de calor con un enorme consumo eléctrico por refrigeración que uno de temperaturas más normales. Pero teniendo en cuenta esta coyuntura que debemos de tener muy en cuenta comprobando los datos de días parecidos en la web de Red Eléctrica si podemos aprovechar ciertos consejos generales para sacar el máximo provecho de nuestra factura eléctrica:
- Cambiar de hábitos: Tenemos que aprovechar ciertas horas como las primeras horas de la mañana y las últimas de la noche. Por ejemplo, poner la lavadora y el lavavajillas antes de acostarnos, planchar a primera hora de la mañana... Sin embargo, las horas centrales del día son muy caras, y ciertos hábitos como cocinar usando el horno o de forma intensiva las vitrocerámicas son más caras. Al coincidir las horas de mayor precio con las de la comida y la cena, tenemos una penalización en el precio.
- Revisar la potencia: Si concentramos el uso intensivo de energía (lavavajillas y lavadora a la vez, por ejemplo) podemos encontrarnos con un problema de concentrar todo el consumo en una determinada hora y que no sea suficiente la potencia contratada. Por ello lo recomendable es hacerlo en momentos independientes, ya que contratar más potencia, el término fijo de la factura eléctrica, puede acabar con cualquier ahorro conseguido discriminando el uso de electrodomésticos.