Las claves de la caída del negocio de los conciertos en España
¿Se acuerdan de esas largas giras veraniegas en las que los cantantes y grupos de música se lanzaban a la carretera en mayo y acababan en octubre? La crisis económica, el endeudamiento de los municipios y la subida del IVA han acabado con esas largas temporadas de conciertos en las que no había pueblo en España , o barrio de una de las grandes ciudades, que no contara con uno de los artistas del verano para amenizar sus fiestas patronales.
Pero las cosas han cambiado. En abril de este año, la plataforma Change.org recogió unas 7.500 firmas que solicitaban la suspensión de un concierto de Kiko Rivera en la localidad de Medina del Campo, consistorio que iba a pagarle por la actuación 11.000 euros (según los vecinos del pueblo), y que el Ayuntamiento redujo hasta los 5.500 euros. Una iniciativa que llevaba por nombre “Que no se pague con dinero público a Kiko Rivera en las fiestas patronales de Medina del Campo 2014”.
Y es que la localidad castellanoleonesa contaba a finales de 2013 con una deuda viva de 7,8 millones de euros, que tocaba a repartir por cada habitante a 365 euros.
Los cambios de hábito en el consumo de música en España (la caída de la venta de la música grabada, el crecimiento de los modelos basados en streaming y las descargas ilegales) provocaron que durante unos años el consumo de de música en directo se incrementara. Así, en 2010 los ingresos por recaudación de la música en directo fueron de 230,8 millones de euros en España, un 8,9% más que un año antes, según datos de SGAE. Una mayor recaudación que coincidió con un repunte del consumo de conciertos y con la subida del IVA realizada por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, que afectó a los discos, que pasaron de tener un tipo impositivo del 18%, frente al 16% anterior (también afectó a las entradas de los conciertos, que pasaron de un tener un IVA del 7% al 8%).
Pero a partir de 2011 los ingresos por los conciertos comenzaron a bajar. Ese año, según el Libro Blanco de la Música elaborado por Promusicae, la asociación de Productores de Música en España, la recaudación descendió hasta 212 millones de euros y según los últimos datos disponibles, aportados por la Asociación de Promotores Musicales (APM), entre septiembre de 2012 y agosto de 2013 la facturación cayó un 28,6%, hasta 147 millones de euros, como consecuencia de la entrada en vigor de la subida del IVA, por la que las entradas a los conciertos pasaron de pagar un impuesto sobre el valor añadido del 21%, frente al 8% previo.
La venta de música grabada, en caída desde 2001
La crisis económica, la subida del IVA para todos los productos culturales y las descargas musicales han castigado profundamente a la venta de música grabada en España. Los españoles gastaron 120 millones de euros en comprar música grabada en 2013, un 15,1% menos que un año antes, y muy lejos de los 626 millones que se llegaron a gastar en 2001, año récord para esta industria.
Un recorte del que no se salvan ni la venta de discos físicos no los digitales. Así, mientras la facturación por cds se desplomó un 22,76% el pasado año, la venta online no se escapó de los números rojos y se redujo un 0,35%, según datos de Promusicae. Pese al hundimiento de las ventas de los formatos físicos, estos siguen acaparando el 59,8% de la cuota de mercado, por delante del 40,2% de los digitales, cuyo volumen ascendió a 48,1 millones de euros.
Dentro del soporte digital tan solo se salvaron las suscripciones a páginas de música en streaming como Spotify -en su modalidad de pago-, que facturaron 20,3 millones de euros, un 9,4% más que en 2012.