El californiano que ama España
El fundador de Tuenti estrena en México su operador móvil virtual, apostando una vez más por la superación, la constancia, la eficacia y el atrevimiento
"Estamos dando sólo un primer paso, nuevos proyectos se irán presentando progresivamente, y que van a revolucionar el mercado actual de la telefonía móvil tanto en España como en Latinoamérica”. Con estas palabras Zaryn Dentzel, CEO y fundador de Tuenti, anunciaba, el pasado 16 de junio, el estreno de la compañía tecnológica española del grupo Telefónica en el mercado mexicano. Palabras que revelan quizá uno de los aspectos más destacados del carácter de este joven estadounidense: la voluntad constante de superación junto con la sensación de que, pese a todos los éxitos de los que se pueda uno jactar, “está todo por hacer y todo se puede mejorar”.
Nacido hace 31 años en Santa Bárbara (California), el que en 2006 se volvería padre de una de las empresas de internet más exitosas, aterrizó en España por un intercambio en 1998 y, tras dos semanas en Salamanca, se estableció en Cabeza del Buey (Badajoz) y, finalmente, en Mijas (Málaga). “Quería ir a Europa, que era lo más. Cuando llegué no hablaba una palabra de español”, recuerda. “Fue una inmersión en la cultura y en el idioma brutal. Tenía 15 años y me costó acostumbrarme. Todos pensaban que iba a ser el Michael Jordan del equipo de baloncesto del pueblo por ser americano, pero la verdad es que yo jugaba fatal”, admite.
Después de haber pasado un año en nuestro país, Dentzel volvió a Estados Unidos, donde se graduó en relaciones internacionales y literatura española en la Universidad de California en Santa Bárbara y en el Occidental College, una institución privada con sede en Los Ángeles. “En EE UU te educan para que sientas que puedes llegar tan lejos como te propones”, relata. “En España, generalmente, el fracaso está mal visto. Cuando alguien ha vivido un fracaso, este pesa sobre sus espaldas como una losa. No es de fiar, es un perdedor. En EE UU suele ser diferente: un fracaso es una experiencia”.
Dentzel lo intentó con la red social para activistas políticos Essembly, y fracasó. Con las maletas llenas de lo que había aprendido a través de sus tropiezos, volvió definitivamente a España en agosto de 2006, no sin haber trabajado antes, desde EE UU, en “los inicios del proyecto que luego fue Tuenti”, una empresa que cuenta hoy con 200 empleados de 20 nacionalidades diferentes, y que empezó como red social cerrada (solo se podía acceder a ella por invitación de un miembro) especialmente dirigida a un público de jóvenes estudiantes.
“Empezamos desde cero, programando día y noche”, relató Dentzel el año pasado, cuando salió a la venta su autobiografía, El futuro lo decides tú (Conecta). El californiano, que en aquel entonces tenía 23 años, dio prueba de aquella “creatividad” e “ilusión”, que el presidente ejecutivo de Telefónica, César Alierta, reconocerá más tarde en el fundador de Tuenti. El equipo de la recién nacida compañía cogió una pequeña oficina en la madrileña Plaza Castilla y allí plasmó su spanish dream. No todo fue fácil: “Al principio tuve que comprar incluso en efectivo los servidores porque no teníamos aún capacidad crediticia”, admite Dentzel.
Sobre sus tropiezos dice:“En España, generalmente, fracasar está mal visto. En EEUU lo consideramos una experiencia más”.
“Zaryn es un exponente claro de coraje y buen hacer”, dice de él Bernardo Hernández, director general de Flickr; en palabras de Manuel Mirat, director general de Canal+, es “sinónimo de visión y tenacidad, de humildad, de exigencia, de hacerlo y de no quedarse en el intento, en definitiva de todo aquello que debe tener un emprendedor”. “Para emprender no hay que tener miedo a fallar o a equivocarse. Hay que entender que el éxito sólo tiene lugar en contextos de fracaso”, dice el CEO de la compañía, que en la actualidad tiene más de 15 millones de usuarios registrados y alrededor de nueve millones de usuarios activos al mes.
Ese mismo éxito le llevó a ser fichado por la Fundación Príncipe de Girona, en la que formó parte del Gabinete de asesores del en aquel entonces príncipe Felipe, con el objetivo de promocionar la educación y el espíritu emprendedor entre la juventud española. “Yo creo en trabajar duro, en ser constante, en perseguir tus propósitos, en rodearte de talento y en arriesgar”, afirmaba Dentzel presentando su libro. “Se puede emprender en España, claro que sí, y Tuenti es la prueba de ello. Sin embargo, quitaría burocracia y pesimismo y apostaría claramente por mejorar la formación de los jóvenes”, añadía. Y del rey Juan Carlos y el príncipe Felipe subrayaba la “dedicación” y el “compromiso”, y señalaba: “Son muy cercanos y muy normales y tienen un interés genuino en que las cosas mejoren”.
Este estadounidense enamorado de España, de su costa y del gazpacho, admite tener poco tiempo libre para dedicarse a sus aficiones: “De vez en cuando realizo algún viaje de fin de semana y siempre que puedo voy al gimnasio a hacer algo de ejercicio”, concede. Devora autobiografías porque, dice, es la mejor manera de aprender de la gente que admira. En su biblioteca se encuentran entonces libros como Steve Jobs, de Walter Isaacson, o The innovator’s dilemma, de Clayton M. Christensen, sobre la eficacia de las innovaciones disruptivas.
En el trabajo diario es muy rápido ejecutando. “Odia perder el tiempo”, asegura su entorno, “por eso las reuniones deben ser ágiles y eficaces”. Además de su papel como CEO de Tuenti, participa en las reuniones del Europe Startup Leaders Club, un grupo independiente de fundadores de empresas europeas de internet, que asesora la Comisión Europea sobre cómo fomentar la captación y retención del talento que surge en las startups.
El reto al que tiene que enfrentarse Dentzel ahora, lo había dejado fijado él mismo en su autobiografía, precisamente en el título de uno de los capítulos: “Haciendo Tuenti más grande”. En este sentido va la reciente creación del primer operador móvil virtual de carácter social del mercado, Tuenti Móvil, con app de comunicación integrada para hacer llamadas de voz sobre IP, chatear y compartir fotos, que cuenta con más de 200.000 clientes activos en España. Un operador que ya ha empezado una nueva aventura, a la conquista de Latinoamérica.