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Del mensaje de mañana del BCE dependerá el asalto a los 11.000

El Ibex se frena sobre los 10.700 en espera de un nuevo impulso de Draghi

Operadores en la Bolsa de Nueva York.
Operadores en la Bolsa de Nueva York.BRENDAN MCDERMID (REUTERS)

Los mercados contienen la respiración a la espera de conocer qué medidas anunciará Mario Draghi mañana para sostener la recuperación económica y alejar de la zona euro el fantasma de la deflación. En esta ocasión ya no se especula sobre si habrá medidas o no sino sobre cuál será el alcance de las que se adopten. La apuesta mayoritaria de los inversores es un nuevo recorte de los tipos de interés de entre 10 y 15 puntos básicos, desde el mínimo del 0,25% actual, una rebaja a tasas negativas también de entre 10 y 15 puntos básicos de la facilidad de depósitos y una nueva línea masiva de liquidez a largo plazo, al modo de la LTRO de hace casi tres años, condicionada esta vez de forma inequívoca a la concesión de crédito a pymes.

La reunión del BCE de mañana, sin duda la cita más esperada por los inversores en los últimos meses, llega después de que el Ibex haya alcanzado máximos de abril de 2011, renovando máximos anuales sobre los 10.800 puntos, y con la Bolsa alemana en niveles sin precedentes. La tensión previa a la cita con Draghi se ha ido acumulando, en la idea de que el BCE volverá a dar la respuesta que esperan los inversores y que no es otra que el compromiso de la institución con la recuperación de la economía. Esta vez con el añadido de los estímulos para la reactivación del crédito, gran asignatura pendiente, y aspecto vital para que la mejora de las cuentas de resultados empresariales siga alimentando el avance de las Bolsas.

En plena cuenta atrás, el Ibex se tomó hoy un respiro y cedió el 0,2%, hasta los 10.755,6 puntos, si bien llegó a caer durante la sesión el 1% en buena parte por la caída del 3,62% de Repsol y de sus accionistas Sacyr (-0,79%) y Caixabank (-0,46%), después de conocerse el descuento con que Pemex ha vendido su 7,8% del capital de la petrolera española. Su retroceso estuvo en línea con el del resto de bolsas europeas, que también cerraron en negativo. Y la deuda se ha tensionado levemente, con la rentabilidad del bono a diez años en el 2,88%.

El Ibex suma así dos días de ligeras caídas, que lo dejan al filo de los 10.700 puntos. De lo que suceda en la reunión de mañana dependerá que lo que ahora es un breve alto en el camino tras renovar máximos anuales se convierta en una corrección más profunda, aunque no llegaría en todo caso a poner en jaque el fondo alcista del mercado, o sea el revulsivo con el que abordar los 11.000 puntos. “La tendencia del mercado es claramente alcista. Esperamos que Draghi no decepcione y que no haya solamente órdagos. Lleva dos años diciendo que tiene muy buenas cartas pero esta vez tiene que enseñarlas”, sostiene Carlos Llorente, subdirector de Finanduero. Para que se cumpla el guión previsto, el BCE deberá completar la baja de tipos y la tasa negativa de la facilidad de depósito que se dan por hechas con medidas concretas dirigidas a estimular el crédito, aunque no se prevea por el momento una compra masiva de activos, al estilo de un quantitative easing.

Nicolás López, director de análisis de M&G Valores, apunta a la posibilidad de una breve corrección del Ibex una vez conocidas las decisiones del BCE, teniendo en cuenta que ya se han descontado en gran medida. “El mercado está pesado, no se mueve con alegría, el avance se produce poco a poco”, explica, con la previsión de que un descenso moderado sería en todo caso la oportunidad para que entrara nuevamente dinero que impulsara el avance. Y se suma a quienes niegan que, a pesar del rally iniciado en verano de 2012 y de las advertencias lanzadas por el propio BCE, exista una burbuja en la deuda pública. “Con una tasa de inflación en la zona euro del 0,5%, es normal que el bund esté en niveles del 1,4% y el bono español en el 2,8%, más si la expectativa es que el entorno de precios bajos sea prolongado”.

Fidelity va más allá en la idea de una corrección bursátil. Su director de Análisis Técnico y miembro del Grupo de Asignación de Activos, Jeff Hochman, señala que “aunque no es probable que tengamos un verano de vender en mayo y salir del mercado en toda regla, se están acumulando suficientes señales de debilidad interna como para sugerir que habrá una corrección durante los próximos meses”. Prevé una fase de debilidad ahora, que no sería en modo alguno estructural, seguida de una tendencia alcista continuada después. Y esa corrección sería una “buena oportunidad de compra”.

Pasada la reunión del BCE, los inversores también encajarán el viernes el dato de desempleo de EE UU del mes de mayo, la referencia que más interés despierta la economía estadounidense puesto que marca el paso de la política de la Fed. Entre las referencias macroeconómicas del día se encuentra el indicador PMI del sector servicios en la zona euro, que cayó en mayo hasta los 53,2 puntos, algo peor de lo esperado y por debajo de los 53,5 puntos del mes anterior. De nuevo, Francia ha supuesto la principal decepción entre los distintos países de la UE al caer este indicador hasta los 49,1 puntos, lo que indica una contracción de su economía. En Alemania el PMI de servicios cae de 56,4 a 56 puntos, en Italia sube hasta los 51,6 y en España desciende de 56,5 a 55,7 puntos.

En Estados Unidos se ha publicado la encuesta de la consultora ADP, una suerte de anticipo del dato oficial de empleo de mayo que se conocerá el viernes, que arroja una creación de 179.000 puestos de trabajo, por debajo de los 210.000 esperados por los economistas. El déficit comercial, por su parte, se situó en 47.200 millones de dólares, un dato claramente peor que los 40.800 millones de dólares estimados.

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