Pescanova, incapaz de comparar sus resultados
Pescanova perdió entre enero y marzo de este año 16,9 millones de euros e ingresó 206 millones de euros, según ha informado el grupo a la CNMV. Saber si estos resultados son peores o mejores que los registrados en el mismo periodo del año anterior es otra cosa. No es posible. El desbarajuste contable del grupo durante la última etapa de Manuel Fernández Sousa como presidente de la multinacional gallega fue tal que es difícil ahora afirmar si en algún momento será posible conocer con exactitud cuáles han sido las cuentas de Pescanova en los últimos ejercicios.
La compañía informó ayer que debido a “las extraordinarias circunstancias en las que se encuentra el grupo” no ha podido “determinar con precisión los resultados obtenidos durante el primer trimestre de 2013 que resulten comparables con el primer trimestre de 2014, razón por la que no han sido incluidos”.
La multinacional gallega fue declarada en concurso de acreedores en abril de 2013, después de que informara que había detectado “discrepancias contables”. Recientemente el grupo ha acordado convenio de acreedores, dejando atrás el mayor concurso de una compañía española de alimentación, con un pasivo superior a los 3.000 millones de euros (tampoco es posible ahora determinar con exactitud hasta dónde ha llegado la deuda del grupo). Tales discrepancias contables a las que se refirió Pescanova ahora hace un año para justificar la no presentación de resultados resultaron ser, según los informes elaborados por KPMG y Deloitte, prácticas contables irregulares que han derivado en la imputación de los anteriores principales ejecutivos, incluido Manuel Fernández Sousa, que dimitió como presidente de Pescanova en julio de 2013.
A mediados del pasado año Deloitte, nombrado administrador concursal del grupo por el juez, designado por la CNMV, explicó las conclusiones que extraía de la lectura del informe forensic encargado a KPMG. La consultora señaló que durante los últimos ejercicios “se han diseñado y ejecutado prácticas contables cuyo objetivo era presentar una deuda financiera del grupo inferior a la real y, consecuentemente, una cifra de resultados superior a los realmente generados”.
Deloitte explicó entonces que para la obtención de financiación Pescanova, según el informe de KPMG, “ha llevado a la práctica determinadas operaciones (formalización de créditos documentarios sin que existieran transacciones reales con mercancía, utilización de estructuras societarias instrumentales para generar financiación bancaria y resultados ficticios, líneas de factoring dispuestas sin sustancia económica, etc…) que pueden ser consideradas como irregulares desde un punto de vista contable y financiero”.
PescaChile, activo disponible para la venta
Ni en 2013 ni en 2014 se incluyen datos de facturación Pesca Chile, "por estar definido como un activo disponible para la venta, fuera del control del Grupo por estar en situación de quiebra", informó Pescanova. La filial de Pescanova en Chile era una de las principales empresas del grupo español, con una facturación anual cercana a los 200 millones de euros. Pesca Chile se declaró en concurso en mayo de 2013.
El grupo gallego informó también el miércoles que las sociedades dedicadas a actividades de trading (Pescanova, S.A. y Pescafina, S.A.,ambas en situación concursal) "concentran la mayor parte de la reducción del volumen de facturación". El motivo principal de dicha reducción, señaló Pescanova, es tanto la caída de la actividad comercial de venta mayorista de ambas sociedades tras su entrada en concurso, "como el mayor nivel de actividad del primer trimestre 2013 cuando se vendió de manera acelerada un volumen relevante de existencias para obtener liquidez".
Pescanova se encontraba en situación de patrimonio negativo durante el primer trimestre del año, “si bien la reciente aprobación del convenio ha revertido la situación” de forma que ahora el patrimonio es de nuevo positivo.