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Luis Rodríguez, presidente de Banco de Crédito Social, cabecera del Grupo Cajamar

“Cajamar no ha dejado caer a las rurales por responsabilidad"

Luis Rodríguez, presidente de Banco de Crédito Social, cabecera del Grupo Cajamar
Luis Rodríguez, presidente de Banco de Crédito Social, cabecera del Grupo CajamarPablo Monge

El lunes comenzó a operar Banco de Crédito Social, la cabecera del grupo Cajamar, el más grande del sector. Su presidente, Luis Rodríguez, afirma que el grupo “tiene capital de sobra para pasar los test de estrés". Declara que “las rurales no han tenido problemas porque Cajamar no las ha dejado caer por responsabilidad". Y como ejemplo, cita a Ruralcaja, integrada en el grupo en 2012 al considerarse insolvente. El banco realizará una ampliación de capital por 350 millones de euros “para crecer, no para aprobar los test".

El sector de las cooperativas de crédito se encuentra en la actualidad en plena ebullición. El próximo cambio de su regulación desembocará en nuevas fusiones y creación de bancos. Además, la mayor caja rural, Cajamar, “será la única del sector que será supervisada por el BCE, y tendrá que pasar por el examen europeo de los test de estrés, al tener unos activos superiores a los 42.000 millones de euros”, explica Luis Rodríguez en una entrevista con CincoDías.

El presidente del Banco de Crédito Social, firma que se ha convertido desde el 1 de junio en la cabecera del grupo Cajamar y en la que consolidan las 19 rurales que lo integran, asegura que el sector de las cooperativas “es el gran desconocido en los mercados”. Es por ello, por lo que considera que en las últimas semanas ha comenzado a especularse con que Cajamar será una de las pocas entidades que pueden suspender los test de estrés. Este ejecutivo declara que en “el Grupo Cajamar y ahora el Banco de Crédito Social tenemos capital de sobra para pasar los test de estrés y los AQR sin el más mínimo problema". Afirma que el grupo “contaba a marzo con un superávit de recursos propios de 800 millones. Además, tenemos un colchón de capital de 1.400 millones en el escenario más adverso, y nuestro ratio de capital principal es del 11,53% y será del 13% a septiembre".

Rodríguez explica que, pese a que los test de estrés parten de los datos y situación de la entidad a 31 de diciembre, la información que está mandando ahora Cajamar y otras 18 rurales del grupo al Banco de España para estas pruebas de solvencia es, tras la creación del banco, “consolidada”. Y matiza que “qué más da dónde está el capital. Lo importante es que hemos hecho los deberes y que tenemos el capital y si lo tenemos, qué más dá que sea a 31 de diciembre que a 28 de marzo. Lo cierto es que Cajamar está mejor que alguna que otra entidad de las que no se dice nada”.

El ejecutivo defiende el modelo de las cooperativas de crédito, sector en el que se incluyen las cajas rurales, pese a que Cajamar es atípica. Es la única que cuenta con un banco en el que consolidan esta firma y las 18 socias restantes. “Nuestro modelo es un SIP –sistema institucional de protección– al que ahora sumamos un banco, que actúa como la cabecera del grupo y a través del que consolidamos nuestros balances. Pero no supone la desaparición del modelo de las rurales. Cada uno de nuestros socios (las 18 cajas rurales) mantienen su estructura, sus socios y sus marcas”, añade Rodríguez.

“Nada más lejos de la realidad que queramos que las rurales desaparezcan”, se defiende ante las también especulaciones de que este grupo pretende que las entidades que forma este sector se fusionen y se bancaricen. El ejecutivo reconoce, no obstante, que el grupo sigue abierto a nuevas fusiones. “Si son posibles nuevas operaciones de integración las haremos, pero ahora no hay nada sobre la mesa”, explica.

Luis Rodríguez subraya que si Cajamar ha atravesado por algún tropiezo en su balance ha sido para salvar a otras rurales a las que ha absorbido, “además a pulmón, sin ayudas. Nunca hemos pedido ayudas al FROB, ni hemos traspasado activos inmobiliarios a Sareb”. Recuerda, no obstante, que cuando decidieron rescatar a Ruralcaja (la segunda rural del sector) en 2012, la entidad valenciana sugirió pedir ayudas al FROB para llevar a cabo la integración. “Cajamar decidió no hacerlo a sabiendas de la situación de Ruralcaja. Salvamos a Ruralcaja por responsabilidad. No podemos dejar caer una caja rural. Las cajas rurales no han tenido problemas porque ha entrado Cajamar. En Caja de Mota del Cuervo (la más pequeña del sector) no entramos y ha sido intervenida”.

“Buscamos captar 350 millones entre fondos”

Luis Rodríguez asegura que el banco que preside –Banco de Crédito Social– “va a abrir el capital a otros accionistas para tener capital para seguir creciendo. Además, es bueno que en una entidad como la nuestra a efectos de gobernanza se incorpore capital de otros sectores, aunque eso no significa que renunciemos al modelo de cooperativa de crédito en ningún caso porque los principales accionistas siempre serán cooperativas”. Inicialmente, el grupo pretendía captar unos 500 millones de euros de capital, cifra que el banquero matiza. “Nuestro objetivo nunca fue incorporar esa cifra. Era más próxima a los 400 millones. Ahora buscamos captar en torno a 300 ó 350 millones de euros entre inversores privados. No lo hacemos para superar las pruebas de estrés. De hecho, aún no tenemos la ampliación abierta. No tenemos ninguna prisa. Puede que la hagamos a finales de este mes. El objetivo es que entren fondos de inversión”, explica el banquero. Banco de Crédito Social cuenta con un capital de 1.000 millones de euros. Su principal accionista es Cajamar con el 91%. El resto está repartido entre 31 cajas rurales. De momento, Rodríguez afirma que “al contrario que otras entidades, nosotros no hemos hablado hasta ahora con inversores latinoamericanos”. El grupo espera que uno de sus accionistas sea Generali, en su compañía de seguros.

“Lo primero es dar dividendo a los socios”

P ¿La desaparición de las cajas de ahorros ha permitido a Cajamar ganar cuota de mercado?

R Sí, pero también estamos ganando cuota de mercado a los bancos.

P En algún medio ha declarado que Cajamar quería liderar todo el sector de las rurales. ¿Es partidario entonces de fusionar las 59 rurales y crear una sola entidad? ¿Cómo debe ser la reforma del sector?

R No soy quién para decir cómo debe ser el sector. Tampoco quiero que solo haya una caja rural.

P¿Por qué el grupo se lleva tan mal con el resto de las rurales?

R Desde 2007 hasta ahora 26 rurales se han venido con nosotros, de las cuales hemos fusionado 8, por eso el grupo está formado por 19 rurales. La Asociación de Rurales tenía entonces más de 70 socios, ahora son 27. No debemos estar haciendo tan mal las cosas cuando vienen con nosotros más cajas. Tanto la Asociación como la patronal de las cooperativas, la Unacc no nos representa como queremos. Hemos pedido nuestra salida para el 30 de junio.

P ¿Se han planteado en alguna ocasión, o se pueden plantear no dar dividendo para reforzar su solvencia?

R Nunca hemos dejado de dar dividendo. Lo primero es retribuir a nuesros socios.

P Su morosidad es muy elevada, es del 18,4%. ¿Con esa cifra cree que los inversores pueden estar interesados en entrar en el capital del grupo?

R Hay mucha gente interesada en invertir en España y en su sector financiero. Nuestra morosidad es alta, pero no hemos pasado activos inmobiliarios a Sareb como otras entidades. Y desde enero nuestra mora está bajando. Hemos tocado techo, y ahora seguirá descendiendo. En tres o cuatro años estaremos por debajo del 10%, siempre, claro, que siga mejorando la economía. Pese a ello, nunca volveremos a los niveles tan bajos de 2004.

P¿Cajamar va a incrementar la concesión de créditos este año?

R Estamos creciendo ya. Llevamos dos meses de crecimiento, descontando las amortizaciones. El pasado año dimos 2.000 millones en crédito nuevo. Nuestro negocio es el crédito y ya detectamos subida.

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