Viajes al fin del mundo para los altos directivos
Los ‘team buildings’, que requieren esfuerzo físico, tienen como objetivo aprender a superar retos
Al más puro estilo americano, los team buildings (viajes de equipo) para los altos directivos son una herramienta cada vez más usada por las grandes empresas españolas para contentar, motivar y desestresar a sus empleados, de la misma forma que las ya popularizadas partidas de paintball o los encuentros organizados para realizar actividades deportivas (ciclismo, pádel, etcétera).
Son viajes caros, por más de 2.000 euros, a destinos lejanos, exóticos y a veces duros, donde el esfuerzo físico suele ser un requisito. El trekking y el senderismo, el ascenso de montañas, hacer glamping (acampar en tiendas de lujo), safaris, la pesca o la navegación suelen ser actividades que incluyen estas expediciones de lujo, que corren por cuenta de la empresa.
En estos momentos Marruecos, Groenlandia y sus glaciares, Kenia, el delta del Okavango (Botswana), Islandia, la Patagonia chilena o incluso la Antártida se han configurado como los destinos estrella, según un sondeo entre las agencias Nuba, la noruega Hurtigruten o la recientemente instalada en España Huwans.
“El objetivo de estos viajes de multiactividad”, según explica Raphael Guraud, director de Huwans en España, “es la superación de dificultades en grupo, el fomento del trabajo en equipo y el conocimiento mutuo en momentos difíciles para alcanzar una meta”. En definitiva, aprender a superar retos.
El precio de la expedición suele rebasar los 2.500 euros por persona
Nuba lleva 20 años diseñando experiencias a medida para empresas y particulares en los lugares más insólitos del mundo, pero últimamente Namibia y Botsuana, en África; Myanmar (Birmania) y China, en Asia, y Perú y la Patagonia chilena, en Suramérica, son los más solicitados. “Hemos montado cosas inimaginables: dormir en dunas en los Emiratos Árabes, navegar entre icebergs en Islandia, hacer espeleología en Namibia... Hasta montar un concierto privado en Petra”.
El Atlas de Marruecos
Una de sus últimas iniciativas ha sido montar expediciones a montañas o cordilleras emblemáticas del mundo. El Alto Atlas Central en Marruecos es hoy un destino estrella. Este viaje, que comienza en el valle de Ait Bougheme y termina en Marraquech, “la reina de las ciudades del desierto”, permite recorrer esta cordillera haciendo trekking.
La etapa culmen es el ascenso al espectacular Ighil M’Goun, el pico más alto del Atlas. Estas expediciones, de no más 25 personas, están dirigidas por un equipo integrado por un geógrafo, expertos guías de montaña, muleros, así como cocineros.
En Namibia, las expediciones organizadas permiten sobrevolar el desierto de Namib o Skeleton Coast en avioneta privada, visitar las tribus étnicas (Himba, entre ellas), realizar rutas en todoterreno por las minas de diamantes o hacer trekking por el Fish River Canyon. La espeleología en cuevas subterráneas y los safaris por la sabana son también parte del programa.
Las expediciones a Botsuana son superlativas. Los directivos que van a este país africano con Nuba atraviesan el delta del Okavango a caballo, en compañía de guías expertos, hacen glamping en mitad de la naturaleza, rodeados de animales, y se encuentran con los bosquimanos en el desierto del Kalahari.
Los viajes a Myanmar incluyen la navegación por el lago Inle, sobrevolar los templos de Bagán en globo y meditar con los monjes budistas en un dzong. En China, una de las actividades consiste en recorrer en bicicleta la aldea rural de Baisha, al pie de la montaña nevada del Dragón de Jade, entre otras.
La Antártida
Los clientes son las grandes empresas y multinacionales afincadas en España
Además de a Noruega, Hurtigruten organiza viajes a Groenlandia, Spitsebergen e Islandia y es líder en cruceros a la Antártida. “Cada vez son más los clientes que buscan aventuras en estos destinos”, comentan en Viajes EV, representante para España y Portugal de la compañía, que tiene su principal negocio entre las grandes empresas y multinacionales afincadas en España.
Con una flota de 12 barcos, Hurtigruten es la gestora en la costa noruega de la línea regular Expreso del Litoral (para muchos, el viaje por mar más bello del mundo), que cada vez registra más reservas a la Antártida.
Las expediciones (de noviembre a febrero) al sexto continente (el hielo más extenso del mundo) ofrecen la posibilidad de navegar por el pasaje de Drake, entre el Cabo de Hornos y la península Antártica, y visitar durante varios días esta península y las islas Shetland del Sur, donde los viajeros caminan entre miles de pingüinos, lobos y elefantes marinos.
Examinar las estaciones científicas de diversos países allí instaladas, los antiguos emplazamientos balleneros, los restos de las expediciones de la época heroica o navegar entre icebergs de formas gigantescas son otras de las actividades de estos macroviajes.
En la deshabitada isla de Spitsebergen, hogar del oso polar y del reno, el sol brilla en junio las 24 horas del día. Las expediciones esta isla, que ha acabado dando nombre a todo el archipiélago de Svalbard, en pleno Círculo Polar Ártico, son insólitas.
El plan de viajes en esta reserva natural incluye la acampada en tierras heladas con tiendas y sacos diseñados para la región, tours en kayak en el mar polar atravesando témpanos flotantes e icebergs, senderismo por los glaciares, pesca en las aguas del Ártico y excursiones que requieren bastante esfuerzo físico.
Empresas como Desigual, Avenance/Elior, Eco Compteur o Areva, junto a otras entidades del sector del automóvil, telefonía, etc., ya han viajado con Huwans, que organiza rutas de montaña a medida con guías especializados a cualquier parte del mundo.
En estos momentos, Marruecos es de los enclaves más demandados, junto a Islandia, Kenia, Vietnam, Indonesia o la Patagonia, que están empezando a tomar fuerza.
Las expediciones a Islandia diseñadas por Huwans haciendo trekking transcurren desde Landmannalaugar al valle de Thorsmork, dominados por las lenguas glaciares del Myrdalsjökull, donde habitan montañas multicolores, puertos nevados y campos de fumarolas.
En estos recorridos se visitan el desierto del Oraefi Sur, las calderas volcánicas al pie del glaciar del Tindfjöll, el lago Alftavatn o el desierto de Emstrur. La etapa estrella es el ascenso sobre el glaciar más grande de Europa, Vatnajökull, donde son necesarios crampones. El compañerismo está garantizado.
Lujo solo para unos pocos
Viajes muy personalizados y largos, con servicios y actividades organizadas ad hoc es el tipo de salidas que buscan las grandes compañías para agasajar a sus altos directivos. Suelen ser grupos reducidos, de unas 15 personas, aunque a veces pueden ser más numerosos; de media, el presupuesto supera los 2.500 euros por persona.
La clave para conseguir los objetivos marcados está en combinar la aventura, el relax y el ocio, según dicen en Rumbo, que destaca otros destinos frecuentes como Dubái o Costa Rica. Estos viajes también se usan para fidelizar a los clientes.