Los inversores latinoamericanos salen al rescate de la banca española
Los inversores latinoamericanos, especialmente de México, tienen posiciones por 2.000 millones de euros en bancos españoles. El último desembarco ha sido el de Liberbank, que cuenta con dos nuevos socios aztecas.
Deutsche Bank ha sido pionero en la búsqueda de capital fresco para la banca española. Su última hazaña ha sido la de Liberbank, el banco controlado por Cajastur y en el que dos empresarios mexicanos han puesto, junto con la familia Masaveu, unos 230 millones de euros para controlar el 12,5% del capital. La entidad ha conseguido en torno a 380 millones de euros de los 575 que captará en total.
La colocación acelerada de Liberbank el miércoles despertó la avidez de los inversores. La demanda sobre la parte de las acciones que no se vendió a la tríada que ha aterrizado en el banco, o se ha reforzado, –los asturianos Masaveu ya contaban con el 1,5%– superó las cuatro veces. De ahí que el descuento al que se vendieron los títulos fuera mínimo, del 1,3%, frente al cierre del miércoles.
El apetito por Liberbank no ha sido exclusivo de inversores latinoamericanos. En los próximos días, fondos anglosajones también revelarán participaciones relevantes. Así, los títulos, lejos de corregir en Bolsa, llegaron ayer a anotarse un 3,5%, si bien terminaron con un alza del 2,33%, en los 0,88 euros. La próxima semana arrancará la ampliación de capital para el resto de los socios. Aunque se efectuará a 0,485 euros por título, los accionistas serán compensados con un derecho por cada uno de ellos. Para el precio de cierre de ayer, el valor del derecho sería de 0,148 euros por acción. Los que quieran podrán utilizarlos para comprar acciones nuevas al precio mencionado en la proporción de tres nuevas por cada cinco antiguas; los que no, podrán hacer caja al venderlos en Bolsa. Las acciones tras el desdoblamiento valdrán 0,732 (0,88-0,148).
El dinero latinoamericano llega por tierra, mar y aire a España, en especial al sector financiero, donde varios inversores controlan participaciones con un valor de mercado de unos 2.000 millones de euros. El capital del otro lado del Atlántico, amasado en varios sectores –telecos, energías renovables o financiero– ha acudido al rescate de la banca española para que pueda aprobar con buena nota el chequeo del Banco Central Europeo (BCE). Las calificaciones se conocerán en noviembre como muy tarde.
La primera operación, también pergeñada por Deutsche Bank, fue la de Sabadell, en octubre del año pasado, cuando el colombiano Jaime Gilinski y el mexicano David Martínez adquirieron cada uno el 5% en una colocación acelerada. Compraron a 1,6 euros por acción, cuando ahora la entidad cotiza por encima de los 2,3. La plusvalía ronda el 44% y entre los dos atesoran más de 900 millones de euros en títulos del banco.
Popular fue el segundo en recibir una capitalización exprés, que además fue acompañada de una alianza estratégica con la familia del Valle, que mandan en el banco azteca BX+. Ellos aportaron junto con otros empresarios del país 450 millones de euros para reforzar las ratios de solvencia del banco que preside Ángel Ron. Ahora, esos 450 millones se han convertido en más de 550. Además, Popular compró el 24,9% de BX+ por 97 millones y ambos socios se pusieron como meta que la entidad mexicana triplique su tamaño en cinco años.
La otra entidad con un accionista mexicano es CaixaBank. Carlos Slim llegó a ser consejero de Criteria, el germen del banco de La Caixa –en noviembre de 2011 controlaba el 0,2%– y después se dijo que su intención era llegar a tener el 1% de CaixaBank. Sin embargo, no hay datos públicos sobre su participación. El mencionado porcentaje estaría valorado al precio actual en unos 230 millones.