¿Pueden los teléfonos móviles acabar con el analfabetismo?
La falta de libros de textos ha sido, a lo largo de muchos años, una de las principales causas del analfabetismo a nivel mundial. En general, los países donde la situación económica no ha permitido a sus ciudadanos acceder a recursos literarios han acabado siendo aquellos con un mayor déficit de conocimiento. No obstante, hoy en día, gracias a la expansión de las tecnologías móviles, esto es algo que está empezando a cambiar.
El estudio “Reading in the Mobile era”, llevado a cabo por UNESCO en colaboración con Nokia y Worldreader (una organización sin ánimo de lucro que promueve la difusión de los libros electrónicos por todo el planeta), analiza el importante impacto que está teniendo el acceso a nuevas tecnologías económicamente accesibles en algunos países subdesarrollados.
Partiendo de la base de que, en todo el mundo, hay un total de 774 millones de adultos y 123 millones de jóvenes que no saben leer, el acceso a la lectura no supone una garantía de éxito, pero lo que queda claro es que, sin estos recursos, la alfabetización es algo imposible de lograr. El documento, que ha tenido en cuenta los perfiles de los habitantes de siete países en vías de desarrollo, hace un repaso a cómo los usuarios acceden a la lectura y cuáles son sus principales hábitos. Pero, ¿quién lee en los países en vías de desarrollo?
La demografía de lectores móviles está muy relacionada con aquellos usuarios que disponen de algún dispositivo, lo que conlleva que una gran mayoría de ellos sean hombres. Sin embargo, llama la atención, y provoca cierto optimismo, el aumento en los hábitos de lectura de algunos sectores más marginales como es el caso de las mujeres. Mientras que, de media, el número de usuarios masculinos triplica al de mujeres, el tiempo mensual que ellas le dedican a la lectura se multiplica por seis.
Por otro lado, entre todos los participantes, el 62% de los usuarios asegura que actualmente lee con más frecuencia gracias a la posibilidad de hacerlo a través de un teléfono móvil. En Nigeria, por ejemplo, sólo hay una biblioteca para cada 1.350.000 personas, lo que se convierte en una de las principales barreras que impiden el acceso a la lectura y que los dispositivos móviles pueden mejorar. Es más, el 67% de los encuestados afirma que, uno de los principales motivos por los que prefieren leer a través de su teléfono, es el hecho de tratarse de una herramienta más conveniente por llevarla siempre con ellos.
El estudio concluye que, mientras que los aspectos relacionados con el precio y el acceso a la tecnología no son tan importantes como el contenido a la hora de crear hábitos de lectura, el acceso a la telefonía es un aspecto indispensable que no en todas las ocasiones se puede garantizar. Para asegurar que todo el mundo tiene las mismas oportunidades, gobiernos y operadoras telefónicas deben seguir trabajando conjuntamente para mejorar las infraestructuras y la conectividad de algunas zonas y, así, aprovechar el acceso barato y sencillo a la cultura que les brinda la telefonía móvil.