La banca rechaza la oferta de Herrera-Oria por Castellana 200
Los principales bancos acreedores de Reyal Urbis, propietarios de Castellana 200, han rechazado una oferta preliminar presentada por el complejo comercial y de oficinas situado en el Paseo de la Castellana de Madrid.
Hace un mes las entidades seleccionaron una oferta elaborada por la consultora Rodex, de Luis López de Herrera-Oria, que decía contar con el apoyo del fondo estadounidense Anchorage; la firma española solicitó a la banca ocho semanas de plazo para constituir una socimi (Alza Real Estate), a través de la cual llevaría a cabo la operación. Pero no han sido necesarias más de cuatro semanas: ni está claro que efectivamente Rodex contara con el apoyo de Anchorage ni parece posible que la nueva socimi tenga capacidad financiera para llevar a cabo una operación así.
“La situación es muy tensa”, comentan las fuentes consultadas. “Los bancos se han sentido ofendidos con la oferta presentada”, dijeron. Las mismas fuentes añadieron que las entidades financieras, que contrataron a las consultoras CBRE y Knight Frank para llevar a cabo el proceso de venta, tienen previsto reunirse el próximo miércoles para tomar una decisión firme ya que incluso se han planteado abandonar la operación.
El desencanto de la banca propietaria de Castellana 200, que prevía un precio cercano a los 150 millones, con la oferta preliminar coincide con la presentación, esta semana, en la Comisión Nacional del Mercado de Valores del informe financiero anual de Alza Real Estate.
En dicho informe se da cuenta de deuda vencida que tiene la socimi española por valor de 106,8 millones de euros. Alza Real Estate, controlada por la familia de Tomás Alarcón y Juana Saiz, explica en sus cuentas de 2013 que existen “deudas con entidades de crédito por importe de 106,8 millones de euros que se encuentran vencidas y en proceso de negociación para su refinanciación” y “deuda con entidades financieras por importe de 26,4 millones con vencimiento durante el ejercicio 2014”. El auditor de las cuentas de Alza Real Estate, PwC, apunta por esta razón una incertidumbre sobre la capacidad del grupo para continuar sus operaciones.
Alza Real Estate está presidida por Tomás Alarcón y tiene como consejero delegado a Luis López de Herrera-Oria. Entre sus consejeros se encuentra José Luis Zanetty, exdirector general de Eurohypo en España. La entidad alemana fue uno de los bancos extranjeros que más operaciones inmobiliarias financiaron en España en los años del boom; en la actualidad la cartera hipotecaria del banco alemán, que pasó a manos de Commerzbank, valorada en 4.500 millones de euros, está a la venta en un proceso por el que ya han presentado ofertas algunos de los mayores bancos y fondos de inversión del mundo.
De acuerdo a las cuentas de la sociedad Complejo Inmobiliario Castellana 200 del año 2012, la empresa está participada por Reyal Urbis; Solvia (la inmobiliaria de Sabadell); Anida (de BBVA); Cántabro Catalana de Inversiones (de Santander); Valencia de Inversiones Participadas (Banco de Valencia, ahora integrado en La Caixa), y Bankia. El 31 de diciembre de 2012, Bankia y Banco de Valencia traspasaron a Sareb su participación en el crédito otorgado a la sociedad (en noviembre de 2010 la sociedad firmó un crédito sindicado por 240 millones de euros).
La consultora Jones Lang Lasalle valoró el inmueble a 31 de diciembre de 2012 en 146 millones de euros. El complejo incluye dos edificios de oficinas y centro comercial. El proyecto contempla la construcción de un hotel de lujo con 136 habitaciones (133 habitaciones superiores, 10 suites deluxe y 2 suites reales), sala de conferencias, auditorio para 250 personas, spa, gimnasio, piscina exterior y dos restaurantes.
Un mal paso en el camino inmobiliario
El proceso de venta de Castellana 200 ha involucrado a algunos de los mayores bancos españoles –Santander, Sabadell, BBVA, también Sareb–, dos de las mayores consultoras inmobiliarias –CBRE y Knight Frank– y algunos de los mayores fondos de inversión –Pimco, Anchorage...–. Despachos de abogados, consultoras y profesionales del sector inmobiliario han estado ocupados en esta operación durante meses para que al final resulte que la oferta seleccionada cuenta con lagunas importantes.
En un momento en el que los mayores inversores del mundo han puesto sus ojos sobre el mercado inmobiliario español, el sector no puede permitirse traspiés como el de Castellana 200. La venta va camino de convertirse en la operación maldita del mercado madrileño después de que en 2011, en el último momento, se desistiera del alquiler del inmueble al Icex.