Banesco prepara la chequera para abonar el primer pago por NCG
Mientras que la gran banca y algún que otro fondo de inversión esperan que se abra en las próximas semanas la subasta de Catalunya Banc, otra entidad, en este caso el banco venezolano Banesco se mantiene a la espera de que Bruselas autorice la compra de Novagalicia.
Será entonces cuando el FROB, y por consiguiente el Estado, reciba el primer pago por la compra de la firma gallega, y será también la primera vez que el Estado logre ingresar algún beneficio por la venta de una de las excajas de ahorros nacionalizadas.
Santander, BBVA, CaixaBank e incluso Popular, han reconocido en las presentaciones de los resultados del primer trimestre del año su intención de participar en la subasta de Catalunya Banc, pero siempre con matices. Eso sí, todos pretenden adquirir la entidad catalana saneada. Además, esperan que una vez que se abra el proceso, sea rápido, “una subasta exprés”, como indicó el consejero delegado de Banco Santander, Javier Marín, el pasado 29 de abril.
De momento, el único banco español que sí ha comenzado a mirar con interés algunas oficinas de Catalunya Banc, es Banco Popular, que junto al fondo de inversión Apollo, está interesado en la red de fuera de Cataluña de la firma nacionalizada.
Pero la falta de rentabilidad de un gran número de estas sucursales ha provocado que el FROB, dueño de CX, apruebe el cierre de 46 oficinas más de esta red, hasta ahora cifrada en 196 agencias, y a subir ligeramente las ayudas para su saneamiento. Estos cierres, a los que se podrían añadir en junio otros tantos, afectan a 167 trabajadores, aunque de ellos 104 se incluirán en el ERE que tiene en marcha la entidad.
Varias fuentes aseguran que la venta de estas oficinas se está haciendo a la carta de los interesados. Tanto Popular como Apollo están interesados en Madrid y País Vasco, aunque el fondo estadounidense también quiere oficinas de Galicia, donde su filial bancaria, Evo Banco, no tiene presencia.
El FROB espera vender “mejor” Catalunya Banc que lo que se ha hecho con Novagalicia, por la que el Estado recibirá 1.003 millones en varios plazos hasta 2018, según explicó el director general de este organismo público hace unos meses. Pero todo parece complicarse. El mercado da por seguro que el Estado concederá nuevas ayudas a CX, como aval para la venta de su cartera de hipotecas, que cuenta con un volumen de unos 7.000 millones de euros.
Mientras, Banesco, y más en concreto su filial española, Banco Etcheverría, están a la espera de que Bruselas les autorice definitivamente su plan de negocio y por consiguiente la compra de Novagalicia (NCG).
El FROB aprobó esta operación el pasado 18 de diciembre. La idea de Banesco era tener en su poder NCG en marzo, tras haber obtenido ya en esas fechas la autorización de Bruselas.
Pero todo se ha retrasado, por lo menos para los planes de Juan Carlos Escotet, presidente y dueño de Banesco. Varias fuentes financieras aseguran que lo normal es que Bruselas tarde entre cinco a seis meses en autorizar estas operaciones de compra. Y citan ejemplos en España de ventas como CAM, Banco Gallego o Evo Banco, entre otros.
Otras fuentes afirman que el problema principal deriva del propio Banesco, que presentó a Bruselas los planes definitivos de negocio y solución para devolver el dinero a los preferentistas de NCG el pasado 5 de marzo. “Solo han pasado dos meses desde entonces, por lo que difícilmente la Comisión Europea puede dar una respuesta tan rápidamente”, aseguran fuentes financieras.
No será hasta que la CE autorice la compra cuando el grupo de origen venezolano realice el primer pago de 401 millones de euros por Novagalicia, según se fijó en diciembre en el contrato de compraventa entre el FROB y Escotet. En este se estableció que el 40% del pago se realizaría cuando Bruselas autorizase la operación y el 60% restante se haría en distintos abonos hasta 2018.
CC OO cree que el ajuste laboral de la banca ha finalizado
CC OO estima que el recorte del empleo en el sector financiero ha “tocado fondo”, puesto que hay “muy poco margen” para que mantenga su eficacia, fiabilidad y pueda contribuir a la recuperación económica. A finales de 2013, el sector se situaba en niveles de empleo de 1975, con un total de 212.998 empleados, según datos de Comfia-CC OO a partir de los ofrecidos por el Banco de España, la AEB y la CECA. “Si bien aún quedan algunos ERE por cerrar y operaciones de venta de redes por el FROB y por alguna banca extranjera, o lo que en esta fase de la reestructuración pueda ocurrir, el nivel de empleo en el sector es el mínimo necesario para cumplir su función social”, explica el sindicato en un comunicado. Comfia-CC OO ha constatado el fin del ajuste de plantillas ante las prolongaciones de jornada que se están generalizando en el sector.