Panamá elige este domingo Gobierno, sin expectativas de giro económico
Siete candidatos compiten por la presidencia en Panamá, y de ellos, los tres con mayor posibilidad de ganar prometen seguir el modelo económico en el que el sector construcción es su pilar. Aun así, economistas aseguran que quien resulte ganador deberá controlar el gasto, ante el retraso en la inauguración de la ampliación del Canal.
Panamá escogerá este domingo al sucesor del presidente Ricardo Martinelli, quien terminará su mandato el 1 de julio, tras cinco años de un gobierno que inyectó 7.000 millones de dólares a un plan de obras civiles de las que ahora se debate su impacto social y el nivel de corrupción que desató.
Las elecciones generales harán concurrir a poco más de 2,4 millones de personas a las urnas, donde deberán elegir al próximo presidente de la República de una lista de siete candidatos. Entre ellos se encuentran el socialdemócrata opositor Juan Carlos Navarro, el derechista y candidato de gobierno José Domingo Arias (la esposa del presidente Martinelli, Marta Linares, es su candidata a la Vicepresidencia) y el derechista opositor Juan Carlos Varela (actual vicepresidente de Panamá, pero distanciado del gobierno).
Las encuestas ponen a Navarro, a Varela y a Arias como los favoritos para ganar la contienda. Tras ellos están el izquierdista Genaro López y los independientes Juan Jované, Esteban Rodríguez y Gerardo Barroso.
Las proyecciones
Indistintamente de cuál de los candidatos con más posibilidades gane, el modelo económico de Panamá sufrirá pocos cambios. Las propuestas de todos mantienen la hegemonía del sector construcción, que representa una décima parte del PIB del país, y aunque anuncian rescates al sector agropecuario, que se ha declarado afectado por tratados de libre comercio desiguales, sus planes son cuestionados por lo poco práctico que parecen.
El próximo gobernante seguirá la marcha de las grandes obras civiles con las que, aseguran los economistas, la economía ha logrado llevar el desempleo por debajo del 4% y que empujó al país en el camino al título del "nuevo rico de América Latina". Quien gane licitará y ejecutará la segunda línea del metro de la capital (cuyo costo estimado supera los 2.000 millones de dólares), y la tercera, que cruzará el Canal y llegará a la provincia de Panamá Oeste, a 30 kilómetros de Panamá.
El sucesor de Martinelli inaugurará la ampliación del Canal, que adelanta el consorcio Unidos por el Canal, y que se estima esté lista a principios del 2016. Los 15 meses de retraso que ha acumulado hacen a los economistas plantear la necesidad de que el próximo gobierno ajuste sus cuentas. Rolando Gordón, decano de la facultad de Economía de la Universidad de Panamá, aseguró a EFE que la demora en la entrega del proyecto "va a tener una repercusión importante en las finanzas públicas, ya que el Gobierno (de Martinelli) apostó de manera importante al recibo de ingresos producto de la vía ampliada".
Hasta el año pasado, el balance de la deuda pública ascendía a 17.000 millones de dólares, casi el doble que cuando Martinelli llegó al poder.