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El sector alimentación aporta un 7,6% al PIB

Las cosas del comer cotizan a la baja

Solo dos empresas de este sector, Ebro Foods y Viscofan, están en el índice de referencia de España

Dani Bazelkova

Con crisis y sin crisis, el sector de la alimentación ha sido desde siempre uno de los motores de la economía española. Con un 7,6% de contribución al Producto Interior Bruto (PIB), es el primer sector industrial de la economía en España y el quinto de Europa, según datos de la Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas (FIAB).

Una fortaleza que solo se explica por la transformación que han sufrido sus empresas en España en los últimos treinta años. En ese tiempo ha cambiado casi todo en esta industria, desde el modelo de negocio –pasando de empresas familiares a multinacionales– a la manera y el lugar de hacer la compra –de la tienda del barrio a la gran superficie–, el tipo de productos, la oferta y la variedad de marcas, incluida la irrupción de las marcas blancas.

Hoy todo el mundo se rinde a la innovación y a la seguridad alimentaria de los productos made in Spain. El modelo tradicional de empresa familiar ya no existe. Se han transformado en líderes internacionales que compiten sin complejos en todo el mundo, cotizan en Bolsa y son objeto de deseo en los mercados. Tal es el caso de Deoleo, la aceitera adquirida hace escasas semanas por el fondo de capital riesgo CVC, o de Campofrío, en manos de la china Shuanghui y la mexicana Sigma. Entre 2000 y 2011, la tasa media de crecimiento de las exportaciones españolas de alimentos, sin productos frescos, fue del 8,9%, superior a la del total de la economía (6,6%).

A pesar de este poderío del sector alimentario, únicamente dos empresas, Ebro Foods y Viscofan están entre las 35 cotizadas del Ibex. Ebro Foods es líder mundial del arroz y salsas y segundo fabricante de pasta en el mundo. Está implantada en más de 25 países a través de 60 marcas y poco o nada queda del negocio con el que se inició la compañía: la leche y el azúcar. Por su parte, Viscofan es el primer fabricante internacional de envolturas artificiales –tripas–, para productos cárnicos, como salchichas, salami o morcillas, y es la única que fabrica en los cuatro materiales de estos productos: colágeno, celulosa, plástico y fibrosa. Cuenta con plantas de fabricación en Alemania, Brasil, Estados Unidos, México, República Checa, Serbia y China, además de oficinas comerciales en otros tantos países de Europa, América y Asia.

Las dos compañías han entrado y salido del selectivo. Ebro desapareció del Ibex 35 en abril de 2012, pero volvió en julio pasado, en sustitución de Abengoa, con 153.865.392 acciones. Desde entonces acumula una capitalización de 2.500 millones de euros.

Viscofan, por su parte, no defraudó las expectativas y regresó al selectivo en enero. El gigante en I+D entró por primera vez en el Ibex 35 en 1991, lo abandonó en el año 2000 con una capitalización de 200 millones y regresó de nuevo en 2014 con un valor en Bolsa de más de 1.769 millones de euros y 46.604.000 acciones.

Tras el fiasco de Pescanova, valor anteriormente muy recomendado por los expertos, ninguna de las dos empresas cuenta para las casas de análisis como acciones que puedan impulsar la recuperación. Los expertos ven más potencial en las energéticas, alentadas por las tensiones en el pulso que mantienen Moscú y Kiev, la banca local y las empresas más sensibles a los vaivenes del ciclo económico.

Distorsiones

En lo que va de año, Ebro Foods se ha dejado casi un 5% en el parqué y entre la mayoría de analistas, según el consenso de Bloomberg, parece imponerse la opinión de mantener el valor (58,8%), entre ellos, César Sánchez, de Ahorro Corporación, aunque otros (35,3%), como Ana Isabel González, de Beka Finance (ESN), e Ignacio Romero, de Banco Sabadell, recomiendan vender. Solo un 5,9% de los especialistas de las casas de análisis ven potencial en la compañía de alimentación y aconsejan comprar.

Los analistas alertan también sobre posibles distorsiones en la cotización de Ebro Foods. En este segundo trimestre del año, la multinacional fue la primera compañía del Ibex 35 en repartir dividendo entre sus accionistas (0,125 euros por acción), el pasado 2 de abril, y hay que tener en cuenta que este es el primero de los cuatro de igual importe que realizará con cargo a las cuentas de 2013. Los tres restantes están previstos para los próximos 2 de julio, 2 de octubre y 22 de diciembre. En total, pagará un dividendo de 0,50 euros en 2014, lo que se traduce en una rentabilidad por dividendo en torno al 3%.

Para los que quieren empezar a echar cuentas con el dividendo en efectivo, como abona de forma íntegra Ebro Foods, deben tener en consideración la retención que aplicará Hacienda. El fisco retiene el 21% entre cero y 6.000 euros, mientras que el tipo se eleva al 25% para los tramos de 6.000,01 a 24.000 euros. Para cuantías superiores, Hacienda le deducirá el 27%. Los primeros 1.500 euros cobrados en dividendos están exentos de tributar, siempre y cuando las acciones se hayan mantenido dos meses antes o dos meses después de la fecha de cobro del dividendo.

En cuanto a Viscofan, acumula una caída cercana al 8% en lo que va de año y tampoco está entre los valores más recomendados de la Bolsa española por los analistas, según el consenso de Bloomberg. Un tercio de los expertos aconseja comprar, entre ellos, Bosco Ojeda, de UBS; mientras que casi la mitad, el 44,4%, prefiere mantener en cartera. El 22,2% restante recomienda vender, como Alex Sloane, de Société Générale, o Marta García, de Banco Sabadell.

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