El insistente mensaje del Banco de España: capitalización
Capitalización, esa es la recomendación que el Banco de España está transmitiendo en las últimas semanas al sector. La semana pasada el supervisor nacional mantuvo una serie de reuniones con los bancos en las que les explicó uno a uno (las reuniones eran individuales) que finalmente la Autoridad Bancaria Europea (EBA, en sus siglas en inglés) había decidido suavizar los escenarios macroeconómicos previstos de estrés que incluirá en las pruebas de resistencia y que realizará a 130 entidades europeas el próximo otoño.
Inicialmente los escenarios que la EBA había impuesto para España eran alarmantes, según fuentes financieras. El sector financiero español, con el Banco de España a la cabeza, había reclamado que los escenarios macro fijados hace unas semanas se suavizarán, y así ha sido. De este modo, de unas previsiones adversas para 2016 (los test de resistencia abarcan 2014 a 2016, con dos escenarios, el básico y el adverso) han pasado a una tasa de desempleo del 32% al 28%.
Otra dura exigencia que quería imponer la EBA era una caída del producto interior bruto (PIB) del 6% en tres años. Ahora se ha suavizado a un descenso del 1%. La EBA impone unos escenarios macroeconómicos distintos en cada país.
Varias entidades aseguran que han recibido en la última semana una especie de planillo con estos escenarios. El objetivo es, según las mismas fuentes, hacer simulacros de su resistencia antes de finales del presente mes para comprobar que puede suceder en el examen real y definitivo que hará la EBA junto al Banco Central Europeo (BCE) en otoño. Estas pruebas no tienen validez oficial por lo que no se comunicarán al mercado, aseguran las mismas fuentes.
En las reuniones que ha mantenido el Banco de España individualmente con responsables de las entidades financieras el lunes de la semana pasada, el supervisor hizo un repaso de la situación de cada banco aprovechando que se inicia ya la presentación de resultados del primer trimestre del año.
En estas reuniones el supervisor no insistió en las provisiones como en ejercicios precedentes, sino en el nivel de capitalización, y pidió a alguna que otra entidad que aumentara su capital. El reto de pasar las pruebas de estrés de la EBA y BCE con holgura por todo el sector está en el trasfondo de esta recomendación, insisten varios directivos de bancos españoles.
Estas mismas fuentes afirman que el mercado no se fija ya tanto en el nivel de provisiones como en el de capital. “Consideran que si un banco tiene un alto nivel de provisiones es porque las necesita o necesitará. La prudencia en provisiones no cotiza en los mercados en estos momentos, solo lo hace el nivel de capital”, declara un banquero que en las últimas semanas ha mantenido, como casi todos sus homólogos, reuniones con los bancos de inversión y con analistas.
Pese a que los escenarios de la EBA para los test de estrés están prácticamente definidos, será el día 29 cuando el supervisor europeo comunique oficialmente los conceptos macroeconómicos que aplicará. Pero antes de que los bancos comiencen a presentar sus resultados y a concretar sus ampliaciones de capital, como ha recomendado en especial el Banco de España a algunas entidades, el sector elegirá mañana a José María Roldán, exdirector general del Banco de España, presidente de la AEB. Sustituirá a Miguel Martín.
Martín ya comunicó a finales de 2012 al entonces consejero delegado de Banco Santander, Alfredo Sáenz, y al presidente de BBVA, Francisco González, que quería dejar el cargo. La razón de adelantar sus intenciones era que su primer candidato para sustituirle, Jaime Caruana, necesitaba saber si podía aspirar a ese cargo o no en el caso de que no fuera reelegido presidente del Banco de Pagos Internacionales de Basilea (BIS). Pero el exgobernador del Banco de España volvió a ser nombrado por otros cuatro años presidente del BIS sin ningún tipo de fisura en junio de 2013.
Miguel Martín, de 70 años, deja la presidencia de la AEB con una espinita clavada. Logró que los bancos cambiaran los estatutos de la asociación para dar entrada a las cajas de ahorros, ahora convertidas en bancos, y a las rurales. Bankia y CaixaBank parece que estaban dispuestas a entrar en la AEB (ya acuden a las reuniones del denominado G-6, en el que participan además Santander, BBVA, Popular y Sabadell). Todo quedaba pendiente de que se aprobara la nueva ley de cajas, momento en el que estas dos firmas abandonarían la CECA. Pero tras la aprobación a finales del pasado año de esta ley ninguna ha dado el paso.