Deloitte pide una moratoria para el pago de un crédito de 18 millones de Pescanova
El préstamo de 18 millones de euros corresponde a la cuantía pendiente del préstamo concedido en junio de 2013 por la Xunta y seis bancos acreedores (Sabadell, Popular, NCG, Caixabnk, Bankia, Santander y BBVA) por 56 millones de euros, tras la declaración del concurso.
De no materializarse esta moratoria o retraso en el pago, Pescanova tendrá que afrontar el repago integral de dicha deuda a través de la tesorería disponible a 28 de abril, lo que podría mermar su capacidad de seguir financiando la operativa del grupo durante los próximos meses, hasta que se haga efectiva la inyección de los fondos considerados en el plan de viabilidad.
“Concluimos que el plan de viabilidad y plan de pagos está construido sobre unas hipótesis que pueden ser consideradas, a la luz del análisis realizado por el experto, como razonables, sólidas y consistentes con la estructura de negocio que el grupo Pescanova ya tiene en marcha en la actualidad. De este modo nuestra valoración de dichos planes no puede ser sino positiva”, afirma Deloitte en el informe remitido al juzgado de lo Mercantil número uno de Pontevedra.
En concreto, las necesidades de financiación del grupo cuantificadas en el plan de viabilidad de Damm y Luxempart en 150 millones de euros se destinan principalmente a cubrir necesidades de financiación operativas de las filiales nacionales (26 millones de euros), filiales internacionales (54 millones de euros), costes y deuda de Pescanova (13 millones de euros), repago del 'fresh money' (18 millones de euros) y contigencias judiciales (5 millones).
A ello se suma un importe de 35 millones de euros de margen de maniobra que intenta paliar la temporalidad y estacionalidad de los negocios además de cubrir otra clase de riesgos como el hecho de que las filiales internacionales se encuentren en stand still y tengan que afrontar salidas de caja.
“Podrían ponerse de manifiesto necesidades de financiación adicionales derivadas de potenciales desviaciones entre la evolución prevista del negocio y la evolución real del mismo, principalmente durante el periodo interino entre la fecha de elaboración de la propuesta de convenio y la fecha real de disposición de los fondos”, advierte la consultora.
Restructuración de las filiales
Asimismo, Deloitte destaca que la “intensa interrelación” existente entre la matriz concursada y sus filiales es un hecho notorio que, sin duda, afecta a la solución que pueda proponerse y, en tal sentido, resulta “interesante” que la propuesta persiga la reestructuración no solo de la deuda de la concursada, sino también de sus filiales.
“La viabilidad del grupo Pescanova, finalidad que se afirma perseguida, es un loable objetivo que esta administración concursal comparte y cuya consecución puede articularse, entre otras vías, con la restructuración societaria propuesta a través de diferentes modificaciones estructurales planteadas en la propuesta”, señala.
A este objetivo, parece “razonable”, según Deloitte, que pueda coadyuvar el soporte de un aliado industrial, en alusión a Damm, cuya intervención puede suponer la suma de su experiencia empresarial a la gestión del grupo pesquero.
Dicha propuesta no tiene el visto bueno de la banca acreedora, que ha presentado en paralelo su propuesta para reflotar la compañía, con una inyección de capital de 115 millones de euros y la capitalización de unos 2.000 millones de euros de deuda, lo que supondría una quita inferior al 70%, según han informado a Europa Press en fuentes conocedoras de la situación de la pesquera.
No obstante, el consorcio y la banca han intensificado en los últimos días los contactos para buscar un “punto de inflexión” y ponerse de acuerdo con el objetivo de que la compañía gallega salga adelante. De hecho, este lunes está prevista una reunión entre ambas partes, en la que Damm y Luxempart podrían estar dispuestos a mejorar su oferta, según han señalado las mismas fuentes.
El objetivo de la banca es recuperar un tercio del pasivo de Pescanova, es decir unos 1.000 millones de euros, cifra que Damm rebajó a 700 millones de euros, y tomar las riendas de la pesquera para darle continuidad de la mano de un socio industrial, para lo que se encuentra inmersa en negociaciones, o con el nombramiento de un consejero delegado, entre los que se barajan nombres como el del administrador concursal Senén Touza, cargo que podría asumir una vez levantado el concurso.