Santander da por cerrado el saneamiento inmobiliario y pone el foco en el beneficio
“Tras cinco años de crisis financiera internacional Santander ha completado un ciclo cuyo objetivo ha sido reforzar el balance. Nuestra gestión se concentra ahora en alcanzar niveles de beneficios más elevados”, ha defendido esta mañana el consejero delegado de Banco Santander, Javier Marín.
En su primera junta de accionistas como número dos del grupo, Marín ha dado por “concluido el saneamiento inmobiliario” y ha aseverado que “ha comenzado ya una reducción del coste del crédito”, que ha cifrado en 85 puntos en el ejercicio hasta el 1,53%. “Sin embargo, la recuperación económica no será suficiente para que el sector bancario vuelva a los niveles de rentabilidad previos a 2008”, ha advertido Marín en su discurso inicial.
“Las nuevas normativas surgidas a raíz de la crisis financiera internacional tienen y tendrán un impacto estructural sobre la rentabilidad de las entidades financieras”, ha señalado, en referencia a los mayores requerimientos de capital, las nuevas ratios de liquidez, el encarecimiento del pasivo y el coste de los cambios regulatorios. En este contexto, ha avanzado, Santander realizará inversiones en algunas áreas del grupo y ajustes en otros, con el objetivo de mejorar su gestión y eficiencia. Una de las principales bazas para Santander, ha declarado, será aprovechar su carácter global, con un plan de sinergias con horizonte 2016 que les permitirá “un ahorro de 1.500 millones de euros”, buena parte de los cuáles se generará este mismo año.
Reino Unido, Brasil o México serán, junto a España, algunos de los principales focos de actuación con iniciativas como la reciente estrategia Santander Advance, un plan global con el que Santander aspira a convertirse en el banco de las pymes. “Un cliente vinculado es siete veces más rentable que otro que no lo es”, ha ilustrado, en referencia a la importancia de no solo ganar cuota de mercado, sino de mejorar la relación con la cartera actual.
Marín ha concluido remarcando que “tras un ciclo de reforzamiento del balance, el banco está totalmente preparado para iniciar una nueva fase de crecimiento de los resultados”. El grupo Santander obtuvo un beneficio neto atribuido de 4.370 millones de euros en 2013, un 90% más que el año anterior.