España frena la fuga de capital extranjero y logra 19.500 millones en inversión
En los seis años de crisis iniciados con la caída de Lehman Brothers, la economía española ha sufrido permanentes altibajos por los desequilibrios registrados durante los quince años de crecimiento continuado, la crisis de deuda soberana en Europa y las dudas de los distintos organismos internacionales sobre el proceso reformista de los Gobiernos de Zapatero y Rajoy. El paradigma de esa situación se produjo a finales de junio de 2012, cuando la prima de riesgo de España alcanzó los 649 puntos y el diferencial con el bono alemán a diez años se situó en 7,7 puntos. Un nivel insostenible que hizo que el fantasma del rescate sobrevolara sobre España y provocó una fuga masiva de capitales sin precedentes. En 2012 se perdieron 22.720 millones y un año más tarde, la cifra ha caído un 82,1% hasta situarse en 4.086 millones, según los datos facilitados por el secretario de Estado de Comercio, Jaime García- Legaz.
Un dato que fue valorado de forma positiva en un contexto de recesión económica (España no logró salir hasta el tercer trimestre de 2013) y en el que no ha habido ninguna operación empresarial digna de destacarse. Pese a ello, España logró captar otros 1.278 millones adicionales en inversión productiva (aquella que genera empleo y actividad) con lo que el montante final de los flujos recibidos (financieros como no financieros) se elevó a 19.483. La diferencia entre inversiones y desinversiones refleja un saldo positivo de 15.399 millones frente al negativo de 3.092 registrado un año antes.
Tres sectores (actividades financieras , industria manufacturera e inmobiliario) captaron 7.500 millones.
De hecho, García-Legaz, con todas las cautelas para proporcionar vaticinios sobre la evolución de este indicador a corto plazo, reveló que nada le hace pensar que el año vaya a ir mal. “2014 no ha empezado mal, con la operación de compra de Ono por Vodafone (valorada en 7.200 millones). Es una operación en un sector de alto valor añadido”, dijo.
El secretario de Estado de Comercio reveló que las cifras de 2013 no refleja algunas operaciones importantes, como la culminada a finales de octubre por el multimillonario Bill Gates con la compra del 6% de FCC. “Esta operación no se computa dentro de registro de inversiones puesto que la ley establece que debe sobrepasar el 10% del capital de la compañía cotizada”, dijo García-Legaz. Una limitación que no existe, por ejemplo, para las sociedades no cotizadas.
El mayor inversor extranjero en España es Holanda, con 2.239 millones (un 14,2% del total)
La mayor parte de inversores españoles sigue estando concentrado en los países desarrollados, y más en concreto, en la OCDE, de donde procedieron el 90% del capital. “El 73,6% viene de la Unión Europea a 27; el 72,8% de la zona euro, mientras que tan solo el 7% viene de Latinoamérica y el 2,7% de naciones consideradas como paraísos fiscales”, dijo en clara alusión al recorrido que le queda a la inversión procedente de países emergentes. Una prueba de ello es la operación que está a punto de cerrarse con el multimillonario Wang Jianlin para la venta del Edificio España de Madrid (con 25 plantas y 117 metros de altura) por 260 millones de euros.
Madrid y Cataluña captan el 77% de recursos
Las cifras presentadas por el Ministerio de Economía corroboran la supremacia de Cataluña y Madrid a la hora de captar capital extranjero. La estadística muestra como Madrid recibió 8.635 millones, un 54,6% del total, y Cataluña captó 3.511 milones, un 22,2%. Si se atiende a la variación anual, Madrid registró un descenso del 7,1% respecto a 2012, mientras que Cataluña tuvo un aumento del 31,5%. Una brecha que podría ser interpretada como que el proceso soberanista no habría afectado a las decisiones de inversión en Cataluña. Algo que trató de matizar García-Legaz. “La lectura hay que hacerla con mucha cautela. La inversión queda registrada en la comunidad autónoma donde tiene su sede la empresa, pero eso no significa que los fondos se hayan quedado en esa región”, puntualizó.
El secretario de Estado de Comercio quiso resaltar los buenos datos de 2013 que, a su juicio, se deben a dos razones. “Se han disipado las dudas sobre la unión monetaria y la supervivencia del euro. Además las empresas españolas han logrado ser más competitivas y han mejorado sus resultados, lo que les ha hecho más atractivas de cara al capital extranjero. Las inversiones anticipan la recuperación de la economía. Cuando se invierte en un país se manda un mensaje de confianza sobre esa economía”, remarcó.