El juez admite a trámite la propuesta de convenio en Pescanova
El juzgado de lo Mercantil número uno de Pontevedra ha admitido a trámite la propuesta de convenio y el plan de viabilidad de Pescanova, después de que el consorcio liderado por Damm, propiedad de la familia Carceller, presentara algunas modificaciones en el texto inicial.
A partir de ahora, el plazo máximo para adhesiones a dicha propuesta se fija para el próximo 14 de abril, pudiendo verificarse las mismas hasta las 15.00 horas del día siguiente. Tiene que reunir el respaldo del 51% de la deuda.
Por el momento, las principales entidades acreedoras de Pescanova, aglutinadas en el denominado G7 (Sabadell, Popular, CaixaBank, Bankia, Novagalicia, BBVA y UBI Banca) y que se reúnen hoy para analizar la oferta de la cervecera catalana, consideran que los cambios introducidos en el convenio son "insuficientes" y no responden a lo previamente acordado entre la banca y el consorcio.
Ayer la compañía incluyó algunos cambios en el convenio inicial, como la posibilidad de que las entidades se hagan con el 70% del capital del grupo pesquero en el caso de que suscriban la ampliación de capital prevista en su totalidad.
Diferentes fuentes financieras aseguran que los cambios “no son sustanciales” y no recogen ninguna de las peticiones de la banca, por lo que la consideran "insuficiente" para adherirse al convenio. “No contempla el canje de deuda, sino que la banca inyecte más fondos aún”, explican. Añaden que la principal reivindicación de la banca es que se redujera la quita hasta el 60%, frente a la horquilla actual de entre el 70% y el 95%.
Plan B de la banca
En este escenario la banca se plantea presentar un plan B en el momento de la liquidación de la compañía pesquera, que contemple la inyección de fondos por parte de las entidades y la entrada de un socio industrial. Esta opción, no obstante, ya fue desechada hace unas semanas debido a las dificultades para encontrar interesados.
Desde Pescanova se argumenta que en el convenio "se ha querido huir de planteamientos oportunistas y cortoplacistas. No se han querido rebajar artificialmente las quitas y esperas que sabemos son necesarias, con la sola finalidad de atraer votos y de maximizar posibilidades de aprobar la presente propuesta de convenio". Una de las principales reclamaciones de la banca era precisamente que se recortaran las quitas exigidas, que ahora superan en algunos casos el 90% de la deuda.
La propuesta también señala que "un convenio que ignore la necesaria reestructuración de las filiales, aunque obtuviera mañana un respaldo mayoritario, podría terminar pasado mañana incumpliéndose".
Damm, por su parte, ha advertido hoy a los acreedores que es "mejor" un convenio que la liquidación de Pescanova. “Es un convenio integrador para todas las partes, es mucho mejor para todos este convenio que ir a la liquidación, ya que si se llega a este escenario, los bancos recuperarán menos deuda”, han señalado a Europa press en fuentes del consorcio.