La Caixa reclama que el ajuste fiscal se centre en el gasto
Ve escaso margen para el aumento de los ingresos por el derrumbe inmobiliario Prevé que el coste de la deuda diluirá el menor gasto en prestaciones de paro
La senda de consolidación fiscal que España ha pactado con Bruselas establece que el déficit público cerrará en el 6,5% en 2013, en el 5,8% en 2014, en el 4,2% en 2015 y en el 2,8% en 2016. Dicho de otra manera que la economía española no cumplirá la meta del déficit incluida en el Pacto de Estabilidad al menos hasta esa fecha.
Pero para lograrlo primero tiene que cumplir las metas fijadas cada año. La de 2013, por ahora, parece que no la va a alcanzar. En sus previsiones de invierno, la Comisión Europea auguró que se desviará dos décimas. Algo que ayer no negó el ministro de Economía, Luis de Guindos, al avanzar que se quedó “muy cerca” del objetivo pactado con la UE del 6,5% del PIB. “Todavía no hay una cifra definitiva y la comunicación se hará a finales de este mes. La cuestión es que estamos muy cerca del 6,5%”, resaltó a su llegada a la reunión de Eurogrupo.
Un posible incumplimiento que llevará al Ejecutivo a redoblar esfuerzos para seguir conteniendo el gasto y elevando los ingresos. Los expertos, sin embargo, consideran que la segunda vía tiene escaso recorrido, por lo que todos los esfuerzos deberán centrarse casi en exclusiva en el recorte de gasto. Entre 2008 y 2011, la merma de recaudación fiscal se elevó a 4,5 puntos del PIB (45.000 millones de euros) de los que una cuarta parte correspondió a los menores ingresos registrados en el impuesto de transmisiones patrimoniales (ITP) y en los actos jurídicos documentados, ambos muy ligados al boom inmobiliario. El informe tiene en cuenta la dificultad de que el sector inmobiliario vuelva a los niveles previos a la crisis y muestra cierto escepticismo sobre el impacto que pueda tener la reforma fiscal que el Ejecutivo presentará a finales de este mes. “Por tanto, bajo nuestro escenario de crecimiento a medio plazo, si se mantiene el esquema tributario actual, el peso de los ingresos difícilmente superará el 38% del PIB (siete décimas más que el cierre de 2013).
Descartada por lo tanto la vía de mayores ingresos, los expertos de La Caixa consideran que la creación de empleo y la reforma de las administraciones públicas son los ejes sobre los que se puede sustentar una corrección del déficit público a través de una reducción del gasto. “De acuerdo con nuestro escenario, la reducción del gasto en desempleo podría situarse hasta en un 1% del PIB en los próximos tres años. Sin embargo, el elevado nivel en el que se mantendrá la deuda pública (pese a la reducción de la prima de riesgo) hará que el coste de la deuda aumente ligeramente y compense parte del ahorro.