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El FROB estudia la venta de la cartera de dudosos

Las claves de Catalunya Banc para que su valor haya subido en unos meses

Sede principal de Catalunya Banc, en Barcelona.
Sede principal de Catalunya Banc, en Barcelona.

Comenzó 2014 y el Gobierno parecía que tenía todo dispuesto para abrir nuevamente la subasta de Catalunya Banc (Catalunya Caixa o CX como sigue poniendo los rótulos de sus oficinas). Seguiría así los pasos de Novagalicia, vendida a finales del pasado ejercicio al grupo venezolano Banesco.

Pero no fue así. La subasta de la firma que preside Carlos Pla sigue en el aire. Una de las principales razones habría que buscarla en el hecho de que la banca nacional ha exigido su total saneamiento y ayudas públicas para su compra. No se fían de poder rentabilizar esta potencial adquisición en un tiempo prudencial.

De momento, CX ha adelantado al primer semestre de este año la casi totalidad de las salidas pactadas el pasado año en el ERE aprobado por los sindicatos, y que afectaba a un máximo de 2.153 empleados. El fin del conflicto del canje de las participaciones preferentes, con su canje por acciones, también forman parte de las exigencias de la banca nacional para participar en esta subasta, y las estimaciones del FROB es que este proceso finalice en las próximas semanas.

Y es que el Gobierno no está dispuesto a abrir la mano a más ayudas públicas, ni que la venta de esta entidad se realice por un euro. Su objetivo es lograr salvar algo, aunque sea poco de los más de 12.000 millones de euros que Catalunya Banc ha recibido como inyección pública de capital.

Será por eso por lo que el FROB ha decidido postergar otra vez la subasta de CX. No hay nueva fecha, solo alguna referencia del ministro de Economía, Luis de Guindos, indicando que la venta se realizará antes de verano, objetivo que, según algunas fuentes financieras parece complicado.

Guindos ha encontrado en la escalada del valor de Bankia y en el interés foráneo que ha despertado sus títulos un aliado perfecto para aparcar nuevamente la venta de CX. El éxito de la reciente venta de un 7,5% de Bankia entre varios inversores institucionales internacionales ha sido como el bálsamo de Fierabrás que todo lo cura, y ha permitido al Gobierno esquivar las posibles críticas sobre un nuevo retraso en el inicio de la subasta de Catalunya Banc, previstas para el primer trimestre de este año.

El FROB está convencido de que ha encontrado el camino para lograr alguna rentabilidad a la venta de la firma catalana, un hecho que hace unos meses parecía impensable. Catalunya Banc vale hoy más que hace un año, aseguran.

Las claves de la subida de valor de CX hay que buscarlas, según los expertos, en la mejora de sus beneficios, por una parte.Y es que CX ha logrado salir de los números rojos, lo que se confirmará en los datos de cierre de 2013, que se presentarán en un par de semanas.

El margen de intereses mejora un 25%, tendencia que se mantendrá en los próximos ejercicios como consecuencia de la reducción de los costes financieros y de la revisión de las condiciones de los clientes principalmente del segmento corporativo y similares.

A ello se une el recorte de los costes de explotación en un 12% anual, con la previsión de alcanzar una reducción del 30% al final del plan de reestructuración.

El hecho de que el negocio de Catalunya Banc se centre solo en el negocio minorista en su zona de origen por imposición de Bruselas tras las multimillonarias ayudas concedidas, también parece ahora un aliciente. CX cuenta con una cuota de mercado en Cataluña del 11%.

El FROB ha puesto a la venta los negocios no core de CX para obtener mayores beneficios. Pero ha decidido acelerar el plan fijado por la CE, que le permite deshacerse de estos negocios hasta 2017.

El FROB ha acelerado este proceso para finalizar el presente año con la venta de toda su cartera de participadas; sus 196 oficinas fuera de Cataluña (hay varias cajas rurales interesadas en esta red), cuya operación lleva Arcano; su plataforma inmobiliaria, que gestiona más de 8.000 millones de activos (estuvo a punto de venderse hace algo más de un mes, pero al final se rompió la operación, y tras este fracaso se espera que la operación se cierre antes de finales de este mes), proceso que lleva N+1; y su cartera de fallidos, que suma 1.500 millones de euros, operación encargada a KPMG.

A estas ventas se le puede unir ahora la venta de su cartera de créditos dudosos, proceso que tantea el FROB entre los fondos oportunistas. Si comprueba, como todo parece indicar, que hay interés por su compra, se dará el inicio oficial a su subasta.

El FROB, mientras, parece que ahora intenta dar marcha atrás a la venta de las gestoras de CX. Ha comprobado que es más rentable mantener dicha actividad incluida en el negocio de banca privada de Catalunya Banc.

El acelerón dado para concluir el plan de ajuste y al proceso de canje de preferentes también contribuyen a mejorar su valor.

De momento, han demostrado su interés Santander, BBVA, La Caixa, fondos internacionales y también algún banco andorrano y puede que Popular vuelva a estudiar sus números.

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