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Columna
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El limbo del mercado de divisas

El banco central de Reino Unido ha suspendido a un trabajador mientras investiga quién sabía qué, si alguien sabía algo, sobre el presunto fraude del mercado de divisas. Esta exhibición pública de acción podría ayudar al Banco de Inglaterra a evitar el desastre en que se metió por la manipulación de los tipos interbancarios. Pero bancos y clientes no están más cerca de saber lo que es y no es una práctica aceptable en el mercado de divisas.

El Banco de Inglaterra no divulgó a quién había suspendido, ni por qué. El organismo afirmó en un comunicado que aún tenía que encontrar pruebas de que el personal sabía o colaboró en alguno de los delitos.

Ser transparentes acerca de sus propios defectos tiene sentido ya que el organismo se metió en problemas en julio de 2012, cuando algunos documentos sugirieron que el personal directivo tenía conocimiento de las vulnerabilidades en el proceso para fijar la tasa Libor, pero no lo abordó directamente alegando que esto no era específicamente su trabajo. Si el caso del mercado de divisas se convierte en un escándalo de tales magnitudes, el gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, al menos será capaz de demostrar que fue más proactivo.

Si el caso se convierte en escándalo, el gobernador del Banco de Inglaterra al menos podrá demostrar que fue proactivo

Sin embargo, quienes participaron en la manipulación se encuentran todavía en la oscuridad. Los reguladores globales investigan si algunos agentes pueden haber cruzado la línea que divide la gestión aceptable del riesgo y el mal manejo de la información sobre las órdenes de clientes. Si se conocían los posibles problemas, deberían haber sido tratados hace tiempo.

El regulador financiero británico, la Autoridad de Conducta Financiera, comenzó a buscar en los mercados de divisas a principios de 2013, pero puede que no termine su trabajo este año. Mientras tanto, muchas empresas e inversores se quedarán preguntándose si pueden confiar en el mercado.

Los bancos están potencialmente paralizados si temen que las prácticas establecidas los dejen expuestos a acusaciones de mala conducta. Londres es la capital mundial del mercado de divisas. Las autoridades deberían intentar emitir alguna orientación provisional sobre qué prácticas son aceptables y cuáles no lo son.

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