Nuevo Samsung Galaxy S5: el ‘smartphone’ a prueba de agua
Un año después de que la compañía surcoreana enseñara al mundo su Smartphone Galaxy S4, Samsung volvió a atraer ayer todas las miradas. El gigante surcoreano anunció al sucesor de su actual buque insignia, el esperado Samsung Galaxy S5. Un terminal con el que la compañía pretende seguir manteniendo a raya a Apple y afianzar su liderazgo mundial en el negocio de los smartphones. Un reto importante si se tiene en cuenta que en 2013, la distribución de teléfonos inteligentes superó por primera vez los 1.000 millones de unidades en el mundo, un 38,4% más que en 2012.
En un multitudinario encuentro celebrado en el Centro de Convenciones ante más de 4.000 personas, antes desvelar las novedades de su nuevo móvil, el presidente del negocio de terminales de Samsung, J. K. Shin, agradeció públicamente los 200 millones de terminales vendidos en la historia de la familia Galaxy. Un repaso a los números, que como en el caso de Apple dan idea del poderío de ambas compañías.
Como se esperaba, el nuevo Galaxy S5 es resistente al polvo y al agua (aguanta un metro de profundidad durante un máximo de media hora). Una característica interesante, que ya había incorporado Sony en su móvil Xperia Z1, y que le había valido el reconocimiento de la industria y de los usuarios, que sufrían en múltiples ocasiones la muerte de sus terminales por caer en algún sitio con agua.
El Galaxy S5 también trae un lector de huella dactilar, que permite activar un modo privado para proteger archivos personales en el terminal y que puede ser utilizado como contraseña para hacer uso de determinados servicios. El sensor está integrado en el botón de inicio y puede almacenar huellas de hasta tres personas.
Pantalla
El terminal, con una pantalla de 5,1 pulgadas, lleva LTE y Wifi avanzado. Igualmente lleva una cámara de 16 megapíxeles, en la que se ha mejorado la velocidad, pues es capaz de tomar una foto en 0,3 segundos. “Es el smartphone más rápido del mercado”, aseguraron.
La compañía coreana Samsung también ha querido crear un smartphone que le resulte al usuario extraordinariamente útil para sus actividades personales diarias. Así incluye herramientas para entrenamiento personal y también para monitorizar el ritmo del corazón. Su batería es de 2800 mAh, lo que, dijeron, le da una autonomía de hasta 10 horas en navegación y 12 horas en reproducción de vídeo.
También ligado a la autonomía, Samsung ha creado una solución, llamada Ultra Power Saving Mode, que apaga todas las funciones salvo mensajes y llamadas, y deja la pantalla en blanco y negro. Todo con el fin de lograr que la batería dure más. Según explicó Samsung, el nuevo Galaxy S5, con un interfaz con botones más grandes y sencillos, estará disponible el 11 de abril en 115 países y saldrá a la calle en cuatro colores (blanco, negro, azul y dorado).
La empresa se apunta a la moda ‘weareable’
Samsung también se ha apuntado a la moda de los dispositivos para llevar puestos. La compañía anunció este domingo pasado dos relojes inteligentes, el Gear 2 y el Gear 2 Neo, dos nuevos smartwatch en los que la compañía ha dejado de lado Android para poner su propio sistema operativo; Tizen. El primero de ellos, el Gear 2, por ejemplo, tiene 4 GB de memoria, lo que, según explicó la firma surcoreana, le convierte en un buen reproductor multimedia por sí solo.
Samsung también explicó que el SDK del Gear 2 estará libre para que los desarrolladores creen aplicaciones para el reloj. Con todo, la apuesta de la compañía por los wereables no quedó ahí. También ha presentado el Gear Fit, un pulsera inteligente capaz de mostrar notificaciones y registrar el ritmo cardiaco. Samsung no se ha querido quedar atrás en algo que parece una tendencia clara, tras los lanzamientos de FitBit, Sony, LG, Huawei y Jawbone.
El nuevo Gear Fit integra una pantalla táctil curva y super-Amoled. También incorpora un pulsómetro y correas intercambiables. La pulsera pesa 27 gramos y tiene una autonomía de 3 a 4 días con un uso normal. Como ya quedó claro en el último CES de Las Vegas, y se ha vuelto a ver ayer en el Mobile World Congress de Barcelona, la apuesta por los dispositivos vestibles ha llegado para quedarse.