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La compañía diseña un plan de incentivos hasta 2016

Iberdrola diseña un plan de incentivos de 89 millones en acciones para 350 directivos

El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán.
El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán. EFE

La utility ha diseñado un plan de incentivos de hasta 19 millones de acciones (unos 89 millones de euros al precio actual) para 350 directivos. Su duración abarca desde este año hasta 2016.

La compañía que preside Ignacio Sánchez Galán quiere potenciar que sus principales ejecutivos se centren en tres puntos. Primero, que la acción en el periodo de cómputo para la entrega del incentivo se comporte, al menos, mejor que tres de sus principales competidores. Segundo, que el beneficio neto consolidado crezca al menos un 2% anual, tomando como base las cuentas del presente ejercicio. Y, tercero, que mejore su ratio de endeudamiento.

En la junta de accionistas que Iberdrola celebrará el próximo 28 de marzo, el punto séptimo del orden del día incluye buenas noticias para los consejeros ejecutivos, altos directivos y demás personal de alta rentabilidad de la sociedad. Es un denominado “bono estratégico” que implica la entrega de acciones gratuitas (es decir, stock options con un precio de ejercicio de 0 euros) a 350 personas de la utility.

El número máximo de acciones que se entregarán es de 19 millones (unos 89 millones de euros a los precios actuales), de los que 2,2 millones de títulos (unos 10,3 millones de euros) corresponderán a los consejeros ejecutivos. El modus operandi es simple: se asigna a cada beneficiario un número de acciones teóricas y una vez concluido el periodo de evaluación –a partir de 2017– se procede a entregárselas.

Eso sí, la entrega de las acciones se hará de forma escalonada, anualmente durante 2017, 2018 y 2019 y el consejo de administración, después de un informe de la comisión de nombramientos y retribuciones, que valorará si debe o no entregarse el incentivo correspondiente. Una vez aprobado el plan de incentivos, el consejo acordará los detalles, incluyendo las personas que se beneficiarán de él.

Entre los objetivos que se impone Iberdrola para que los directivos cobren el incentivo está el de que la cotización de Iberdrola supere al menos a tres de las siguientes referencias: las acciones de Enel, de Eon, de RWE, de EDF, y de GDF Suez y la del índice Euro Stoxx Utilities.

Otra condición es que el crecimiento medio anual, tomando como base el cierre de 2014, sea del 4%. No obstante, la propuesta incluye una matización: “Se entenderá que el objetivo no está cumplido si dicho crecimiento no alcanza el 2%”.

La reducción del endeudamiento será otro de los factores que determinen si los directivos son merecedores o no del incentivo. Ibedrola habla de la “mejora de la solidez financiera”, medida a través de la ratio obtenida al dividir los fondos de las operaciones –una magnitud de beneficios que no incluye algunos epígrafes, como los resultados no recurrentes o los obtenidos por puesta en equivalencia– entre la deuda neta. A cierre de 2013, Iberdrola situaba esta ratio en el 21,4% y se propone que se sitúe por encima del 22% para que los directivos cobren el bonus.

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