Profesores mortificados
Ganan menos, tienen que asumir los gastos de instalación y viaje, se les exige a menudo acreditar un salario tres veces superior al coste del alquiler y para ejercer su labor muchas veces tienen que efectuar grandes desplazamientos y adquirir material informático, cuyo coste adelantan con su propio dinero. Esta es la condición del profesorado interino que presta sus servicios en el exterior, según denuncian los sindicatos de la educación. Su sueldo de jornada completa, con respecto al profesorado interino de la España peninsular es inferior, aproximadamente, en 300 euros. Los salarios por contratos de media jornada ascienden a cerca de 650 euros. Una situación que provoca “inestabilidad y angustia, por no poder subsistir en el país donde han ido a trabajar”.