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El grupo tecnológico español debe 131 millones a bancos

Amper ultima un acuerdo para ganar tiempo y refinanciar

Enrique Bañuelos, presidente de Amper, en una imagen de 2007.
Enrique Bañuelos, presidente de Amper, en una imagen de 2007.Cinco Días.

"Amper ha hecho todo lo que se podía hacer”, comentaban fuentes cercanas a la compañía a este diario la pasada semana, “ahora depende de los bancos”. El grupo tecnológico español, presidido por el inversor Enrique Bañuelos, con el 24% del capital, tiene previsto comunicar hoy a la CNMV un hecho relevante en el que informará si finalmente ha logrado o no un acuerdo con la banca acreedora que evite la entrada en concurso de la compañía. Fuentes conocedoras de las negociaciones creen que el grupo ha logrado arrancar un nuevo periodo de tiempo a las entidades financieras. “Ganar tiempo y esperar que ocurra algo”, comentaron. El viernes Amper subió en Bolsa un 4,39%.

HSBC lidera el sindicado de bancos compuesto por 22 entidades con los que ha negociado Amper. La empresa registró en los nueve primeros meses de su último ejercicio una deuda financiera de 131 millones de euros, una caída de los ingresos hasta los 188,6 millones de euros, frente a los 228,3 millones de facturación en el mismo periodo de 2012. El ebitda del grupo se ha reducido a 3,4 millones de euros desde los 5,8 millones.

No es la primera vez en los últimos tiempos que Amper se ve en situación límite. La compañía logró esquivar el concurso en diciembre, cuando logró más tiempo por parte de la banca acreedora. El grupo se había comprometido a refinanciar antes de diciembre de 2013, y los bancos le dieron hasta el 17 de febrero (hoy) para mejorar las condiciones del acuerdo, después de que Amper vendiera a finales de octubre la filial Epicom por 4,6 millones de euros a la sociedad cotizada Duro Felguera, con una minusvalía contable de 7,5 millones.

Las fuentes cercanas a la compañía aseguran que el primer accionista del grupo, Enrique Bañuelos, ha tratado en los últimos meses de negociar la entrada en el capital de nuevos accionistas aprovechando sus viajes a Asia, donde también ha intentado cerrar acuerdos con inversores para participar en el proyecto de ocio denominado Barcelona World.

Tras Bañuelos, primer accionista a través de su sociedad de inversión, Veremonte, el segundo mayor accionista del grupo es La Caixa, con el 4,3%. Hasta el pasado día 31 de enero el segundo mayor accionista del grupo era el holding sueco Tvikap, en el que participaron algunas de las mayores fortunas españolas, entre ellas Manuel Jove, expresidente de Fadesa, primer accionista individual de BBVA, o la fallecida Rosalía Mera. Tvikap ha reducido su participación en Amper desde el 18,3% que controlaba en septiembre hasta el 2,8% actual. La firma sueca llevó a cabo la última venta de acciones el pasado día 27 de enero, cuando se desprendió de 100.000 acciones.

Amper cerró el viernes con una subida en Bolsa del 4,39% cerrando a 1,19 euros por acción. En la sesión del día 30 de enero el valor del grupo se incrementó un 12,3% entre rumores de un inminente acuerdo para refinanciar, coincidiendo también con la venta de títulos de Tvikap.

El grupo presidido por Bañuelos sufrió un duro golpe corporativo el pasado año cuando perdió un contrato que tenía, como subcontratista, con el Ejército de Tierra de Emiratos Árabes, valorado en su totalidad en 90 millones de euros y con una duración de tres años, hasta 2015.

La primera inversión de Bañuelos tras Astroc

Enrique Bañuelos entró en el capital de Amper en mayo de 2012 en una operación valorada en 20 millones de euros convirtiéndose en el presidente del grupo.

La tecnológica española es la primera gran inversión de Bañuelos en España desde que dejara el país tras sacar a Bolsa la inmobiliaria Astroc, que empezó a cotizar en 2006 a poco más de seis euros por acción y llegó en unos meses a superar los 70 euros por título. Bañuelos dejó Astroc cuando los títulos de la compañía y el sector inmobiliario se hundieron por el inicio del pinchazo de la burbuja, a mediados de 2007.

Bañuelos, que figuró por entonces en las lisas Forbes de los más ricos del mundo, probó fortuna en el mercado inmobiliario brasileño. Invirtió en Abyara Planejamento Imobiliario, Agra Empreendimientos y Kablin Segall, entre 2008 y 2009. Las fusionó y logró integrarlas en la inmobiliaria cotizada brasileña PDG Realty, una de las mayores del país. Una estrategia similar siguió después invirtiendo en empresas agroalimentarias. En mayo de 2010 Bañuelos adquirió el grupo Maeda, productor agrícola de una familia de origen japonés presente en Brasil desde principios del siglo pasado. Como hizo en el terreno inmobiliario, integró Maeda en un grupo mayor, Brasil Ecodiesel, logrando el 20% del capital. Y una vez en Brasil Ecodiesel ha fomentado la fusión con el grupo Vanguarda, controlado por la familia Pivetta y en la que también participa Bañuelos, para crear el líder agroindustrial del país.

Hacia 2011 Bañuelos fijó su residencia habitual en Londres. Además de Amper y Barcelona World el otro gran negocio en el que está metido ahora el inversor español es la organización de la Fórmula E, competición de coches eléctricos, junto con Alejandro Agag.

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