Telegram: ¿Qué tiene que la hace tan irresistible para descargar?
El boca a boca está siendo sufienciente para que el nuevo servicio de mensajería instantánea de origen ruso Telegram se haya convertido en la aplicación de moda. Es raro el día que no recibes un mensaje de algún amigo animándote a su descarga. Solo en España, está creciendo a un ritmo de entre 150.000 y 200.000 nuevos usuarios diarios, y muchos la consideran ya la nueva bestia negra de WhatsApp, el líder al que todos quieren batir y que cerró el pasado diciembre con 400 millones de usuarios en todo el mundo (los últimos 100 millones logrados entre septiembre y diciembre de 2013). Casi nada.
La competencia en el campo de la mensajería instantánea se está recrudeciendo, pero arrebatar a WhatsApp la corona que hoy ostenta no será fácil. Su gran competidor, Line, lleva tiempo persiguiendo ese propósito, pero sigue detrás con 330 millones de usuarios. Y otros, como Viber o ChatOn, también lo han intentado. Así que ¿por qué podría conseguirlo Telegram?
Para empezar, la aplicación lanzada hace ya más de tres meses por los emprendedores rusos Pavel y Nikolai Durov, los mismos que estuvieron detrás del desarrollo de la red social VK, líder en Rusia y segunda por número de usuarios en Europa, está alcanzando su popularidad a una velocidad mucho mayor que el resto de competidores citados. La semana pasada superaron los seis millones de usuarios en todo el mundo y el efecto viral de las redes sociales parece estar jugando a su favor.
¿Qué la hace diferente? ¿Cuáles son sus puntos fuertes? ¿Serán suficientes para mantener su popularidad? Telegram es una aplicación de mensajería instantánea de código abierto, gratuita y que está basada en la nube. Pero, sobre todo, se distingue por el énfasis que ha puesto en la seguridad. “El servicio utiliza un cifrado fuerte basado en una combinación propia de protocolos conocidos”, según explica Enrique Dans, profesor del IE Business School y asesor de Spotbros, un servicio español de mensajería instantánea que también ha apostado por cuidar el aspecto de seguridad su herramienta de comunicación online. WhatsApp, por contra, es una aplicación de pago, cerrada y tiene un cifrado poco seguro, lo que le ha valido numerosos problemas de seguridad.
Los fundadores de Telegram confían tanto en lo seguro que es su servicio que han ofrecido premios (más de 200.000 dólares de recompensa) para la persona o personas que logren hackear la plataforma, y han escogido como lema de la compañía un frase que resume bien su filosofía: “recuperando nuestro derecho a la privacidad”. Con Telegram, de hecho, los mensajes de las conversaciones pueden ser autodestruidos al poco de ser enviados. Un concepto que ya puso de moda la red social Snapchat y que ha cautivado a muchos usuarios.
Otra de las cosas que más ha llamado la atención del nuevo servicio de mensajería ruso es que permite almacenar y compartir con los contactos todo tipo de archivos guardados en la nube (documentos de Word, PDF...) y no solo fotos, vídeos o música como WhatsApp. música. Y nada de preocuparse por el tamaño, pues pueden enviarse cualquier cosa que pese menos de 1GB. Telegram incluso da la opción de enviar varios documentos al mismo tiempo.
El nuevo servicio de mensajería ruso es, además, multiplataforma: se puede acceder a él desde dispositivos móviles (smartphones y tabletas) y PC (algo que también ofrece Spotbros). Frente a esto, la reina de la mensajería instantánea solo puede ser descargada en móviles.
Chats en grupos más grandes
Otra diferencia que podría jugar a favor de Telegram, que puede descargarse en Google Play y App Store, es que esta solución permite crear grupos para conversar de hasta 200 personas y posee chats temporales y secretos, mientras en WhatsApp solo ofrece la posibilidad de aceptar a 50 usuarios y no da la opción de los chats temporales. Telegram coincide con WhatsApp en que no planea introducir publicidad en su plataforma, lo cual hace pensar que más adelante pudiera invitar a los usuarios a hacer donaciones o a que se descarguen futuras versiones premium.
“Como ha ocurrido otras veces con Line y otras aplicaciones, España se convierte en un laboratorio de pruebas por las especiales características de nuestra sociedad en lo referente a los procesos de adopción”, dice Dans en su blog, que advierte que una cosa es descargarse una aplicación y otra lograr un uso habitual de la misma. “Con Line pudimos ver ya cómo las cifras de descarga no equivalían necesariamente a niveles elevados de uso (...) Lo más interesante de Telegram, por el momento, es la evolución del proceso de adopción que estamos empezando a experimentar en estas semanas. Ha empezado por los early adopters, pero precisa de un contagio rápido hacia la early majority para llegar a alcanzar carta de naturaleza, para convertirse de verdad en una historia de éxito”. Habrá que ver si lo logra. El desafío está lanzado.