El ISDI estrena una sede con “transparencia total”
La escuela de negocios imparte, entre otros cursos, el Master Internet Business Un grupo de ejecutivos del sector, liderados por el director general de Google, creó el centro
Un grafitero está pintando el exterior de la nueva sede de la escuela de negocios ISDI. Desde el exterior se puede ver el nombre serigrafiado en los ventanales del bajo de un edificio histórico de Chamberí, de Antonio Palacios. Este arquitecto construyó el Palacio de Comunicaciones en Cibeles o el Círculo de Bellas Artes. Atravesando una reja y un largo pasillo exterior se llega a la entrada escondida. Ahí el visitante tiene el primer guiño informático: Enter, pone en la puerta, como en un teclado.
El interior es un gran espacio diáfano donde se mezcla el blanco con madera, forja, cristal y colores vivos de diversos detalles. Sin duda, un espacio moderno pensado con la mentalidad de las empresas de internet. El ISDI (Instituto Superior para el Desarrollo de Internet) es una escuela de negocios pensada para formar directivos con conocimientos digitales, que estrena sede para este curso. Su formación más conocida es el MIB (Master Internet Business), pero cuentan con otros cursos, como el de formación de presidentes y consejeros delegados, por el que han pasado los líderes de muchas empresas del Ibex. Fue creada por un grupo de ejecutivos del sector, liderados por Javier Rodríguez Zapatero, director general de Google.
“Mi espacio de trabajo es mi ordenador portátil. Voy cambiando de sitio”
“Hemos buscado un lugar que uniera las oficinas, las aulas y un espacio de coworking para alumnos, profesores, nuestras empresas participadas y emprendedores del entorno digital”, cuenta Nacho de Pinedo (Madrid, 1968), consejero delegado de ISDI. Antes de cofundar esta escuela, trabajó en Procter & Gamble y en Canal+. Un concepto “abierto” del entorno laboral hace que De Pinedo no tenga un despacho fijo. “Voy variando. Mi espacio de trabajo es mi ordenador portátil”. De hecho, ese equipo informático es lo único personal que tiene en la escuela. Ni fotos ni nada parecido.
“Una vez al mes hay una reunión con todo el equipo. Incluso los becarios conocen al detalle las cuentas”
Lo que más usa son los grandes monitores a los que conecta su portátil para leer mejor, indistintamente en un par de despachos con paredes de cristal, donde no tiene una mesa fija. A ellos se accede por una pasarela sobre un espacio llamado El Foro, el hall de la escuela, y que está pensado para el coworking (compartir lugar de trabajo) y para eventos.
Hay un sensación de que quien quiera puede ver lo que hacen los demás desde cualquier lugar, incluso mirar por las ventanas para saber quién ocupa las vanguardistas aulas. “Aquí no hay secretos ni jerarquías. Hay transparencia total. El espacio es para todos y una vez al mes hay una reunión con todo el equipo. Incluso los becarios conocen al detalle las cuentas”, asegura. Lo hacen así porque creen en esa horizontalidad y porque las empresas de internet se organizan de esta forma debido a que, al ser firmas jóvenes, no tienen necesidad de crear escalafones ni pueden costear oficinas: “Sin despachos y con lugares compartidos es más barato”. Ayuda también el uso de la tecnología, con wifi en todo el edificio y con varios proyectores. Un detalle ejemplifica bastante el estilo: “Cuando alguien se incorpora al equipo tiene que montar su propia silla. Todos lo hemos tenido que hacer”.
De Pinedo suele llegar a trabajar entre las 10.00 y las 11.00, aunque empiece antes en casa. “Tenemos una enorme flexibilidad. Todos los sistemas están en la nube para que sea muy fácil teletrabajar”. De hecho, él lo hace todos los miércoles por la tarde desde casa, para recoger en el colegio a sus hijos y disfrutar de ellos.
En todas las paredes hay pizarras blancas, “para que alumnos y profesores plasmen cualquier idea”, comenta. Hay cuencos con fruta y disponen del servicio de comidas caseras de Vitalista.com, “porque queremos que la gente cuide su salud”.
También hay guiños constantes al mundo informático. Los baños se bautizan como hombres.wc o mujers.wc. Y en su interior, una pared está pintada con el código de la página de Wikipedia referente a los sexos masculino y femenino. En lo que llaman El Club, donde hay una barra de bar y sirve también como cocina y lugar de encuentro, hacen un homenaje a grandes empresas informáticas del pasado, con carteles de Napster o Sinclair. Cuando abandonas el edificio, como en un teclado, el Escape despide al visitante.
En Harvard y en México
De Pinedo describe su trabajo como “colaborativo”, tanto en comités de dirección, donde todos escriben en el mismo documento al unísono, o en sus demás tareas. Sus funciones pasan por marcar la estrategia de la escuela de negocios, gestionar alumnos, ejercer de mentor y coach, impartir clases de marketing digital o gestionar la expansión internacional.
El pasado año, ISDI colaboró con Harvard en un seminario con los mejores docentes de varias universidades de EE UU, al que asistieron exalumnos del MIB y reconocidos expertos españoles de empresas de internet. Una experiencia que se repetirá cada año. Además, abrieron una primera sede en el exterior, en México, donde se ha comenzado a impartir el MIB con el mismo espíritu que en España: profesores que trabajan como directivos de empresas (entre ellas Google, Televisa o Facebook) y mucha ayuda a los egresados para montar su propia compañía o buscar un trabajo, con reciclaje gratuito para siempre para sus estudiantes, conocidos como mibers.
En España cuentan con Internet Academi para formación online, un programa de reciclaje para directivos y cursos para empresas, y ejercen como una aceleradora de start-ups, además de un fondo de inversión propio.
“El 20% de nuestros estudiantes ha creado una empresa y el 59% se ha cambiado a un trabajo digital”, relata. “Tenemos más ofertas que nunca en la bolsa de trabajo y no hay más de un 5% de paro entre los exalumnos”, comenta para explicar que las compañías están demandando este tipo de profesional con conocimientos digitales.