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El excedente de liquidez se reduce un 52% en tres meses

El colchón de seguridad del Tesoro, en mínimos de 18 meses por los vencimientos

Fachada del Banco de España.
Fachada del Banco de España.Pablo Monge

La cuenta corriente para los gastos del día a día de España sigue en números negros, pero su importe ha disminuido de forma contundente. El Tesoro siempre cuenta con un remanente de liquidez para afrontar los pagos habituales cuando los ingresos por impuestos no son suficientes. Y los datos de enero revelan que esta caja de seguridad cerró enero en 19.578 millones de euros, mínimos desde agosto de 2012.

El importe ha ido decreciendo desde el pasado mes de octubre, cuando alcanzó los 40.649 millones. En noviembre bajó a 26.361 y en diciembre, a 20.281. El descenso en tres meses es del 51,8%.

El mes pasado fue especialmente duro para el Tesoro en cuanto a vencimientos, con un total de 22.141 millones de euros. Solo abril, con 28.208 millones, julio (22.675) y octubre (28.393) son más intensos en amortizaciones. A las de enero se sumaron las amortizaciones de noviembre y diciembre, que sumaron unos 18.000 millones. También los posibles gastos extraordinarios en la recta final de 2013 explican la reducción de la caja.

El hecho de que el Tesoro haya triunfado en todas las subastas celebradas en 2014 –ha logrado ya 22.100 millones en financiación a medio y largo plazo, el 16,6% del total previsto– no es contradictorio con el bajo nivel del colchón de liquidez. “El Tesoro no tiene ahora ningún problema para financiarse en los mercados, de forma que no tiene por qué disponer de un remanente tan elevado”, explica José María Valle, de Ahorro Corporación.

El remanente de liquidez es muy volátil y depende del importe de los pagos que debe afrontar el organismo de financiación del Estado en un mes determinado. Así, la recaudación impositiva tanto por impuesto de sociedades como por IVA y también IRPF se concentra en abril, el mes de mayores vencimientos.

Los mercados monitorizaban estrechamente el excedente de liquidez del Tesoro en los peores momentos de la crisis. Es un termómetro de cuánto tiempo puede aguantar un país sin necesidad de acudir a los mercados para obtener financiación.

Ante los rescates de Grecia, Irlanda y Portugal, y con el bono soberano a una década por encima del 7,5% en el verano de 2012, la liquidez de los Estados potencialmente rescatables cobraba vital importancia. Un escenario que queda ahora descartado.

La rentabilidad del bono soberano a una década se sitúa en el 3,73%, a los niveles de septiembre de 2006. El rendimiento no se ha perturbado por las ventas de deuda efectuadas por la banca española, que se deshicieron de 19.000 millones en diciembre ante la amenaza –finalmente confirmada– de que el BCE penalice en sus exámenes el exceso de deuda soberana en los balances.

El importe de la cartera de deuda a vencimiento en manos de extranjeros, en cambio, cerró noviembre en máximos en términos absolutos, con 261.292 millones.

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