La gran banca vende 180.000 pisos en dos años presionada por las provisiones
Las fuertes provisiones impuestas por el Ministerio de Economía sobre la carga de ladrillo de la banca han convertido la venta de los activos adjudicados tras el estallido de la burbuja inmobiliaria en una de las principales preocupaciones del sector financiero.
La actividad comercial de esta cartera, de hecho, se ha revelado como uno de los puntos fuertes en las presentaciones de resultados de las entidades. Los datos de cierre de 2013 recién presentados revelan que las seis mayores entidades financieras vendieron un total de 80.000 inmuebles, de los que más de 50.000 dejan de pesar directamente en sus balances y el resto corresponden a promociones que habían financiado y que han ayudado a saldar.
Aún importante, en todo caso, la cifra supone un descenso cercano al 20% frente a las casi 100.000 viviendas que este grupo logró vender durante 2012. Con la llave de la financiación en la mano y aplicando rebajas que algunas firmas cifran entre el 40% y el 50% sobre el valor en libros de los inmuebles, la banca se ha convertido en el actor principal de un mercado paralizado. Un auge de la actividad que tiene mucho que ver con el interés despertado por sus plataformas inmobiliarias entre los fondos de inversión.
En cuanto al descenso en el ritmo de ventas del último año, desde el sector lo achacan a varios factores, como el hecho de que la exigencia impuesta en 2012 de dotar al 40% las viviendas terminadas disparó el ritmo inicial de ventas; a que buena parte del stock ya se ha saldado y, ante todo, a que la desaparición de las deducciones fiscales y el IVA superreducido del 4% a finales de 2012 adelantaron a aquel año muchas de las transacciones previstas para 2013. A partir de ahí, sin embargo, las cifras varían en cada entidad y algunas han logrado mantener o incluso incrementar el ritmo de ventas en el último año.
BBVA
Así ocurre, por ejemplo, con BBVA que logró vender un total de 21.383 inmuebles durante 2013, de los que 14.390 corresponden a su propio balance, frente a los 12.000 saldados el año anterior. La entidad que preside Francisco González –que de momento no prevé vender su plataforma, Anida–, ha logrado unos ingresos de 1.469 millones por las transacciones que afectan a sus pisos, si bien su división inmobiliaria cierra con unas pérdidas de 1.254 millones.
Sabadell
Otro caso a destacar es el de Banco Sabadell, que frente a los 13.777 inmuebles vendidos en 2012 ha saldado en total 18.501 inmuebles en el último año, de los que 12. 350 pertenecen a su propia cartera. Un incremento que supone la mejor carta de presentación para Solvia, su plataforma inmobilaria, que pretende vender este año siguiendo la estela de las grandes operaciones cerradas el año pasado por Santander, Popular, CaixaBank, Bankia o Catalunya Banc. El conjunto de transacciones realizadas han supuesto unos ingresos de 3.120 millones de euros. La entidad destaca, además, que se ha reactivado la demanda entre extranjeros no residentes, responsables de 1.872 de las compras.
CaixaBank
La cifra de comercialización de inmuebles más voluminosa es la que presenta CaixaBank, con un total de 29.132 operaciones por valor de 5.309 millones de euros. La cifra, no obstante, incluye tanto ventas de inmuebles, que suponen el 49% de transacciones y 3.371 millones de ingresos, como de alquileres, que conforman el resto. Así, de las 18.386 operaciones que afectan a sus activos adjudicados, por unos ingresos de 2.180 millones, solo algo más de 9.000 inmuebles habrían salido de su balance. La firma vendió más de 20.000 pisos en 2012.
Popular
Banco Popular ha realizado 3.171 operaciones durante 2013 que afectan a 4.289 inmuebles ya que algunas viviendas van acompañadas de plazas de garaje u otros anexos, más 469 de promotor. La entidad, que vendió 2.600 inmuebles en 2012, ingresó 774 millones el año pasado por esta vía.
Santander
El descenso principal que marca la tendencia del año es el de Banco Santander, que saldó 33.500 inmuebles en 2012 y pasó a vender unos 15.000 el pasado año, lo que fuentes del sector achacan a que la entidad ya se deshizo del grueso de su stock. La entidad que preside Emilio Botín ingresó 2.000 millones.
Bankia
Bankia, que vendió 14.600 inmuebles en 2012, saldó 4.800 el pasado ejercicio (cifra que incluye viviendas de Sareb, pero no otros 3.200 pisos de promotores financiados). Este descenso está justificado en parte por el hecho de que los activos más atractivos de Bankia pasaron al banco malo al cierre de 2012 y, aunque la entidad ha seguido comercializando esta carga ya fuera de su balance, Sareb tardó meses en empezar a ser operativa.
El ‘banco malo’
Los meses que Sareb ha tardado en alcanzar velocidad de crucero, de hecho, hacen que las entidades bancarias más activas –con la paradoja de que son a la vez sus principales accionistas y su competencia– sigan duplicando el ritmo de ventas del banco malo, de 9.000 unidades en su primer año. La cifra no incluye la venta de carteras como Teide (ver despiece) ni las 5.000 viviendas que la sociedad mantiene en alquiler.
Sareb promete velar por los particulares de la cartera 'Teide'
La sociedad de gestión de activos procedentes de la reestructuración bancaria, Sareb, decidió ayer tomar cartas en el asunto ante la denuncia pública de decenas de particulares que habían reservado para la compra pisos de su propiedad cuyo precio han visto encarecerse al ser traspasados los inmuebles a manos de fondos de inversión. El fenómeno, en concreto, afecta a un grupo de viviendas de la denominada cartera Teide, que contiene dos millares de inmuebles repartidos entre Madrid, Andalucía, Castilla- León, Cataluña y Galicia, valorados en 146 millones de euros. El problema radica en que Sareb mantiene subcontratada la comercialización de sus inmuebles entre particulares a las entidades nacionalizadas, por lo que Bankia o Novagalicia llegaron a cerrar 135 reservas, por valor de hasta 3.000 euros, para vender algunos de estos pisos a sus clientes. En paralelo, sin embargo, Sareb negoció con los fondos mayoristas Fortress y Grupo Lar para que se hicieran con toda la cartera a través de un Fondo de Activos Bancarios (FAB), en el que el banco malo conserva un 15%. Al hacerse con la propiedad mayoritaria de los inmuebles, los dos citados fondos habrían reevaluado al alza el precio de venta de los inmuebles con lo que los compradores que habían reservado se encontraron condiciones distintas a las pactadas.
Llegado a este punto, y “ante la preocupación que han manifestado algunos de los inversores particulares interesados”, la sociedad que preside Belén Romana emitió un comunicado ayer garantizando que hará “todo lo necesario para que las transacciones que estaban pendientes puedan ser finalizadas según los términos acordados previamente”. La sociedad estima que en la actualidad hay 83 transacciones que han quedado paralizadas.