Blesa defiende que la compra de Banco de Florida fue transparente y regular
El expresidente de Caja Madrid Miguel Blesa ha abandonado ya los juzgados de Plaza de Castilla, tras prestar declaración como imputado por la compra del City National Bank de Florida, y en medio de los insultos y abucheos de alrededor de 30 preferentistas que esperaban su salida.
Blesa ha defendido que la adquisición de la entidad estadounidense en 2008 fue transparente, cumplió con los requisitos procedentes y estuvo autorizada por el Banco de España, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.
Así se ha expresado el exbanquero en su vuelta a los Juzgados de Plaza de Castilla para dar explicaciones sobre la adquisición del banco estadounidense en 2008, una causa por la que ingresó en dos ocasiones en prisión por orden del juez Elpidio José Silva. Bankia ha anunciado que se personará como perjudicada en este proceso.
Esta vez ha sido el juez Juan Antonio Toro el encargado de tomar declaración a Blesa, que ha defendido que esta inversión se comunicó al supervisor bancario y contó con la autorización de la Comisión Ejecutiva del Banco de España. Ha precisado que no era necesaria la autorización de Comunidad de Madrid.
Su defensa se ha opuesto a la retirada de pasaporte solicitada por Manos Limpias al ver en esta medida una forma de apoyo al juez Silva, a quien el Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha abierto juicio oral por presunta prevaricación en su actuación al frente del 'caso Blesa'.
El instructor, Juan Antonio Toro, ha denegado la retirada del pasaporte porque “no existe proporcionalidad, necesidad ni urgencia”. “Solo existen sospechas y es necesaria una investigación más amplia para poder tener elementos suficientes, para que las sospechas sean al menos indicios”, señala en sus autos recogidos por Europa Press.
Toro, que sustituye a Silva en esta investigación, ha argumentado en este mismo sentido la denegación de la retirada del pasaporte para Rafael Sánchez-Lozano, exdirector de Desarrollo Internacional e Inversiones Especiales de Caja Madrid. “No se puede por ahora acreditar la intervención en los mismos hechos de Sánchez Lozano”, ha alegado.
Sánchez Lozano ha explicado que se trasladó a Miami, analizó otras entidades, pero los datos avalaban al City National Bank. La mano derecha de Blesa, el ex director general financiero y de riesgos, Ildefonso Sánchez Barcoj, ha señalado que no intervino en el negocio ni integró el Consejo de Administración, que le dio luz verde.
Los exmiembros del comité financiero Juan Bartolomé, Gonzalo Alcubilla, Fernando Sobrini y Luis Crespo han explicado que no formaron parte del Consejo de Administración ni de la comisión de Inversiones. Tras su breve interrogatorio, es previsible que el juez acuerde excluirles como investigados en este procedimiento.
Pineda, abogado de Ausbanc que actúa en esta causa en representación de Manos Limpias, ha enfatizado que esta compra superaba en un cinco por ciento el valor de los recursos propios de Caja Madrid y conllevaba el control de otra entidad financiera, por lo que era preceptiva la autorización de la Comunidad de Madrid.
Manos Limpias solicitará la toma de declaración en calidad de testigo del ex vicepresidente de Caja Madrid Estanislao Rodríguez-Ponga, quien expuso sus dudas en el Consejo de Administración, que finalmente aprobó por unanimidad el grueso de la operación por 927 millones de dólares el 14 de abril de 2008.
Preferentistas
Miguel Blesa ha vivido momentos de gran tensión al salir por la puerta trasera de la sede judicial, cuando decenas de preferentistas le han increpado y abucheado mientras varios antidisturbios intentaban protegerle hasta que se ha introducido en un automóvil que le esperaba. En el tumulto, ha sufrido el impacto de una pancarta que portaban los manifestantes.
El ex banquero ha llegado pasadas las 8.30 horas, trajeado y con unas gafas de sol que le cubrían un apósito blanco en el ojo izquierdo, a los Juzgados. Varios agentes de la Policía Municipal de Madrid se han apostado a ambos extremos del pasillo donde se encuentra su juzgado para mantener alejada a la prensa.
Sin embargo, un pequeño grupo de jubilados ha logrado colarse en el pasillo con la intención de verle hasta que los policías les han conminado a marcharse al comprobar que no tenían ninguna citación en los juzgados.