El riesgo de impago comercial se estabiliza en España, según Coface
La elevada tasa de desempleo y el estancamiento en el consumo impiden la mejora del indicador
El vaso se encuentra medio lleno o medio vacío en la economía española. Según cómo se mire. Este es el diagnóstico del último informe trimestral de Coface, que esta entidad de seguros a la exportación presentó ayer en Paris. La calificación de riesgo comercial de España se estabiliza en el nivel B, que alcanzó en enero del pasado año, según sus conclusiones. El riesgo comercial de las sociedades españolas bajó de A1 en 2009 a A4 en 2012. Finalmente, este indicador parece haber tocado fondo en enero del pasado año. El informe evalua el riesgo de impago en 160 países. Coface clasifica el riesgo de impago de las empresas en cada país en siete grados, de menor a mayor -A1, A2, A3, A4, B, C y D-.
En el diagnóstico influyen, por un lado, los buenos resultados de España en cuanto a exportaciones, su moderado crecimiento, del 0,7% para este año (según el Ministerio de Economía) y la caída de la deuda empresarial –del 144% al 128% del PIB entre 2010 y 2013. Del lado negativo, se encuentra la elevada tasa de desempleo –del 26% de la población activa, según la EPA para el tercer trimestre de 2013– y el consumo, estancado en niveles un 10% inferiores al de 2008.
Según el jefe de análisis de riesgo país de Coface, Julien Marcilly, "la evolución del PIB, la producción industrial y la confianza en los negocios arrojan resultados mejores que hace unos meses. También en el caso de las exportaciones, donde la balanza comercial ha mejorado entre España y algunos socios comerciales clave, como Francia, Italia o Alemania. No obstante, la falta de demanda local sigue ralentizando el crecimiento, así que no esperamos una fuerte reducción en la tasa de desempleo". Sobre todo porque muchas empresas dependen de esta para crecer. Aunque el efecto de arrastre de las sociedades exportadoras podría ayudar. "Cuanto más produzcan más invertirán, y por tanto más contrarán, con lo que la demanda local crecerá".
Al mismo tiempo, el economista de Coface asegura que la bajada en el tipo de interés de los bonos españoles facilitará que las grandes empresas puedan emitir deuda. También reducirá el coste de los préstamos bancarios a las compañías.
El contexto europeo, asimismo, debería ayudar. "El consumidor alemán ha vuelto". Con esta frase Yves Zolotowski, economista jefe de la aseguradora subrayaba la importancia del crecimiento del consumo en Alemania. Si en 2013 el PIB alemán creció un 0,5% en casi su totalidad gracias al impulso del consumo, Coface prevé que el consumo represente un 52,9% del crecimiento del PIB alemán crezca para este año, un 1,7%. "El consumo de las familias alemanas debería ayudar a las exportaciones en el sur de Europa", según Zolotowski.
Los resultados para Francia son, sin embargo, algo más modestos. El consumo de las familias francesas se ha mantenido estable pese a la crisis, pero es demasiado limitado para facilitar la recuperación de la economía. La estabilidad en el consumo también depende del nivel salarial, dificultando ajustes salariales que pudiesen atraer inversión. El riesgo comercial en el país vecino se mantiene estable en enero de 2014 en el nivel A3, tras una mejora respecto a marzo de 2013, cuando pasó de A4 a A3. En el caso de Alemania, se mantiene estable en A1.