El Tesoro busca nuevos inversores que compensen la caída de compras de la banca
El 2013 ha sido un añado caracterizado por la “vuelta a la normalidad” de los mercados de deuda soberana en general y de la española en particular, defendió ayer en rueda de prensa el secretario general de Tesoro Público, Íñigo Fernández de Mesa, en la presentación de las estrategias de inversión del organismo para 2014. Un ejercicio en que la prima de riesgo parte por debajo de los 200 puntos básicos, por primera vez en años, y que la institución dependiente del Ministerio de Economía espera que sea positivo pese al riesgo de que la banca intensifique la reducción de su ritmo de compra de bonos para evitar ser penalizada en los test de estrés de este año. Un escollo al que Fernández Mesa quitó hierro, alegando que se han diseñado nuevas estrategias de captación que ayudarán a cubrir los 242.370 millones de necesidades de financiación previstas para el año.
En los últimos tiempos, la banca española ha jugado un papel destacado en las subastas de deuda pública española, a las que acudía con el dinero a bajo interés que le prestaba el Banco Central Europeo para adquirir bonos de elevada rentabilidad. Una práctica conocida como carry trade que ha sido criticado por el presidente del BCE, Mario Draghi, que esperaba que su línea de liquidez ayudara a elevar la concesión de crédito, y no a fortalecer las cuentas de la banca.
En parte por eso, la tenencia de deuda soberana podría verse penalizada en los test de estrés que el supervisor europeo realizará este año a la banca comunitaria. Así, admitió ayer Fernández de Mesa “en la primera parte de 2012” se producto “un importante aumento en la tenencia de bonos por parte de la banca española”, mientras que “en los últimos meses”, dijo, “estamos viendo una disminución”.
Con todo, quiso destacar el director general del Tesoro, “las tenencias de soberanos de la banca española no son elevadas, son del 8% del total de sus activos” frente al 10%_que suponía cuando se entró en el euro, lo que está solo “ligeramente por encima de la media” europea, matizó. La banca, eso sí, tiene en sus manos más del 30% de la deuda española a vencimiento.
“No considero que los estrés test puedan tener impacto negativo en cuanto a la demanda de los bonos soberanos”, argumentó aún así Fernández de Mesa, alegando que “sí observamos un aumento intenso de los tenedores internacionales”, que han aumentado un 4% durante el último año.
Y es este nicho de compradores, precisamente, uno de los que quiere seguir fomentando el Tesoro. Para ello, adelantó Fernández de Mesa, los responsables del organismo comenzarán “a visitar a inversores internacionales en las próximas semanas, tanto en la Europa continental como en Reino Unido, en Asía, EE UU y América Latina”.
Una segunda estrategia, más novedosa, que el Tesoro estudia poner en marcha en 2014, “si se dan las condiciones adecuadas”, es la de emitir bonos y obligaciones indexados a la tasa de inflación europea, una posibilidad que admitió llevar “varios años estudiando”, y que ya realizan habitualmente otros países como Francia, Italia o Alemania.
Las características de estas emisiones las hacen especialmente atractivas para fondos de pensiones y aseguradoras, clientes objetivo que el Tesoro Público espera sumar este año a sus grandes compradores. “Existe una base inversora natural, tanto nacional como internacional, que tiene una necesidad estructural de comprar activos que compensen la pérdida de su valor debido a la inflación”, explicó Fernández de Mesa, aludiendo a los citados.
El instrumento sería prácticamente nuevo en España –aunque alguna vez se han emitido bonos con cupones flotantes en el pasado– y la ventaja principal de este tipo de emisiones radica en que, cuando la inflación aumenta, lógicamente sube también el precio del bono, puesto que su cupón aumentará. La referencia concreta sería el dato del Índice Armonizado de Precios al Consumo europeo, que según el último dato disponible, el de noviembre, se sitúa en el 0,3%.
Fernández de Mesa no descartó tampoco realizar alguna emisión puntual ligada a inflación española, pero aseveró que la indexación al dato europeo será la utilizada por norma general. Finalmente, el Tesoro adelanta que las emisiones de deuda sindicada bancaria seguirán siendo una vía más para lograr financiación.
Las otras claves de la estrategia
Más necesidades de financiación en 2014 por el mayor volumen de vencimientos
El Tesoro Público anunció ayer que realizará una emisión neta de 65.000 millones de euros en 2014, unos 7.000 millones menos que en 2013, cuando financiaron 71.877. La reducción, del 10%, contrasta con el incremento de la emisión bruta, que mide las necesidades de financiación reales al recoger el pago de vencimientos, y que pasa de 236.695 millones a 242.370 millones para 2014. De ellos, 133.280 millones corresponderán a emisiones a medio y largo plazo, lo que supone un incremento de 4.837 millones de euros frente al año anterior. La emisión en letras ascenderá a 109.090 millones y se prevé que la emisión neta resulte nula. En 2013, la mejora de la prima de riesgo supuso un ahorro de 8.700 millones sobre lo presupuestado.
Un 35% de las emisiones netas irá al Fondo de Liquidez Autonómica
De los 65.000 millones de euros de emisiones netas que tiene previsto emitir el Tesoro, 23.000 millones irán destinados a financiar el Fondo de Liquidez Autonómico (FLA), que será alimentado únicamente con los instrumentos colocados a medio y largo plazo. La cifra supone destinar un 35% de todas las emisiones netas a esta herramienta, que permite destinar líneas de crédito a las distintas comunidades autónomas y fue creado en 2012 ante las dificultades de financiación. El FLA “está operativo y continuará”, remachó en varias ocasiones durante la rueda de prensa el director general del Tesoro Público, Iñigo Fernández de Mesa, argumentando que se ha demostrado como un “instrumento eficiente” para las comunidades autónomas.
España tratará de captar hoy 5.000 millones en la primera subasta del año
Entre 4.000 y 5.000 millones de euros es el objetivo de emisión que se ha fijado el Tesoro Público para la subasta de deuda soberana de hoy, la primera del ejercicio. Se emitirán bonos con vencimiento en 2019 y obligaciones a 2028. El país tratará de beneficiarse del actual nivel de la prima de riesgo, que se sitúa en el entorno de los 190 puntos básicos por primera vez desde abril de 2011. De hecho, la prima comenzó 2013 en 360 puntos básicos y esta progresiva mejora ha permitido reducir el tipo de interés medio pagado por la financiación desde el 3,01% del ejercicio 2012 al 2,45% con el que se ha cerrado 2013. Se trata de la segunda mejor marca desde la creación del euro, indican desde el Tesoro, donde esperan que el riesgo país siga cayendo.