Pastor desbloquea el conflicto de Sacyr con Panamá, que inyectará dinero en el proyecto
Constructoras y ACP vuelven a reunirse el martes para pactar la cantidad extra Sacyr gana un 6% en Bolsa tras dos jornadas de fuertes descensos
Constructoras y Autoridad del Canal de Panamá abrirán hoy las negociaciones en busca de una aportación extra a las obras de ampliación de la infraestructura. Se trata de evitar la paralización del proyecto por sobrecostes.
El acercamiento se produce tras las reuniones mantenidas en Panamá por la ministra de Fomento, Ana Pastor, con las constructoras, el presidente panameño, Ricardo Martinelli, y con los responsables del Canal.
El consorcio a cargo del tercer juego de esclusas se había comprometido a procesar sus reclamaciones según el contrato y a abrir un diálogo con la administración de la vía en busca de una solución al conflicto.
“El compromiso del consorcio es que todas las reclamaciones van a ir por la vía dentro del contrato (...), por lo tanto ya ahí hay un primer acuerdo”, dijo Pastor a los periodistas tras el encuentro con el presidente Martinelli.
El grupo de constructoras formado por Sacyr, Impregilo, Jan de Nul y la local CUSA reclama 1.625 millones de dólares de sobrecostes sobre 3.118 millones de presupuesto de la obra adjudicada en julio de 2009. El Administrador del Canal de Panamá (ACP) ha ido rechazando cada una de las peticiones del consorcio en este sentido, reconociendo únicamente 150 millones de dólares fuera de presupuesto por el alza en los precios de las materias primas.
“El primer acuerdo, y es importante este avance, es que GUPC acepta presentar sus reclamos por los canales que establece el contrato”, resaltó la ministra española en rueda de prensa en la sede de la Embajada de España. Agregó se ha pactado la necesidad de que cuanto antes se reúnan las instancias independientes de resolución de reclamaciones contenidas en el contrato, o sea la Junta de Resolución de Conflictos (DAB, por sus siglas en inglés) y la Corte de Arbitraje de la Cámara de Comercio Internacional, con sede en Miami (EE.UU.).
La primera instancia es la ACP, que ya rechazó un primer reclamo de 585 millones de dólares y está en la agenda del DAB, y otro por 900 millones que recibió en diciembre pasado y de plano no ha considerado por “falta de documentos e información que lo sustente”, según ha explicado el administrador del Canal, Jorge Quijano.
Además, a última hora ambas partes acordaron tratar durante el martes una aportación económica extra al proyecto, por parte del Canal, para que los trabajos puedan continuar. Diversas fuentes comentan que la ACP podría reconocer en torno a un 20% de las reclamaciones de Sacyr, unos 320 millones de dólares. A partir de ahí es probable que el resto de diferencias lleguen a la Corte Internacional de Arbitraje, pero se habría evitado una sonora suspensión de la actividad constructora en el paso interoceánico.
En declaraciones a los periodistas en las escaleras del palacio presidencial de Panamá, Pastor recalcó que aunque se trata de un conflicto entre un ente autónomo del Estado panameño y un grupo de empresas, entre ellas una española, Madrid ha intervenido de buena fe en busca de que las partes “lleguen a acuerdos, porque el acuerdo y el entenderse será bueno para todos”.
Martinelli, por su parte, dijo estar “totalmente de acuerdo” con lo expresado por la ministra española, a la que agradeció públicamente su “muy atinada intervención” y su “muy significativa ayuda”.
“No creo que tenga mucho más que añadir (a lo dicho por Pastor) salvo que la ACP y el GUPC (consorcio de las constructoras), entre ellos, tienen que resolver todos sus problemas según el contrato firmado entre las partes. Estamos seguros de que producto de las reuniones que se están dando entre ellos, van a resolver cualquier conflicto que pudiesen tener”, dijo el mandatario.
“Lo que más queremos todos los Gobiernos del mundo, el de Panamá, de España, es que el Canal de Panamá se termine y se expanda según los términos estipulados en el contrato”, reiteró el jefe del Estado.
Entre los problemas que han acusado Sacyr y sus socios figuran las dificultades para dar con la fórmula del cemento utilizado en la obra, encontrar el alabastro para conseguir el hormigón y distintas huelgas. Sacyr y sus socios rozan el 70% de ejecución del tercer juego de esclusas y dieron una campanada a nivel mundial cuando el pasado 1 de enero anunciaron que pararían los trabajos si la ACP no atendía sus reclamaciones y aportaba nuevos fondos al proyecto. Ese preaviso tiene una vigencia de 21 días.
La reacción de la ACP no se hizo esperar. La entidad que administra el Canal instó al consorcio constructor a atenerse a los cauces del contrato para realizar sus reclamaciones y aseguró que terminaría la ampliación por su cuenta si Sacyr y sus socios abandonaban. Eso sí, la ACP ejecutaría garantías por 600 millones de dólares, depositadas por sus contratistas en 2009, para culminar el tercer juego de esclusas o volver a adjudicar la obra.
Los tres cauces de resolución de conflictos entre las constructoras y el Canal son la negociación directa entre ambas partes, una Junta de Resolución de Conflictos en la que opinan tres expertos, y la Corte Internacional de Arbitraje.
Sacyr cerró la jornada bursátil del lunes con un avance del 6%, hasta los 3,38 euros, tras dos jornadas de serios descensos. Los inversores han avanzado de este modo un posible acuerdo en Panamá con la intermediación de la ministra española de Fomento.
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