“Los mercados no son tontos: España ya se financia frente al resto del mundo”
El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, insiste en su celebrada frase de que “España va a volver a asombrar al mundo”, pero con un argumentario anclado en unos datos que, aunque de forma incipiente, comienzan a aliarse con él. “Yo voy a pasar por el miembro más optimista del Gobierno y el más optimista de España: pero no me estoy equivocando mucho. Les aseguro que yo soy el primer asombrado”. Argumenta que el cambio acontecido este año en la balanza por cuenta corriente “no estaba previsto en ninguno de los pronósticos ni dentro ni fuera. Logramos ya en 2012 una capacidad de financiación con el resto del mundo ligerísimamente negativa, del (0,2%), cuando la Comisión Europea nos pronosticaba al menos un déficit del 2%. Cuando eso pasa, es equivalente a una devaluación, que está en marcha como consecuencia de las reformas estructurales”.
A su juicio, la transformación ha pasado por un sector público que reduce su demanda de financiación y que ha permitido, en paralelo, que el privado no demande tantos recursos del resto del mundo. “Cuando la situación ha dado la vuelta, hemos generado los efectos de una devaluación”, asegura Montoro. “Los mercados –recuerda– lo que leen son datos. Las declaraciones de los políticos están muy bien, pero los mercados lo que preguntan es qué datos tenemos y eso es lo que interpretan. Los mercados son ciegos, pero no tontos. Y para un país cuyo problema es la deuda externa, y con un tamaño de los mayores del mundo desarrollado, lo ideal es estar en posición excedentaria en tu financiación frente al resto del mundo. Y eso nos ha hecho diferentes en 2013, y eso es lo que va entrando en la mente de los mercados. Estamos mejor asentados que hace dos años y hemos evitado el rescate ese que reclamaban los próceres económicos del país”.
El ministro de Hacienda saborea la ‘machada’ de España con estabilidad y reformas, ya lograda otras veces en el pasado: “Estamos con una devaluación interna sin inflación, con acceso al mercado y donde se ha frenado el deterioro del mercado de trabajo”.
Para los próximos trimestres vaticina un vuelco en el empleo que ya se atisba en la la afiliación a la Seguridad Social: “Arrancamos el año con pérdida de afiliación del 4,5%, y nos estamos acercando ya a cero. Y eso es lo que es asombroso, y cada vez más gente se suma a esta tesis. Octubre y noviembre han sido excepcionalmente buenos, y es porque algo está cambiando en la economía, y se nota también en la recaudación tributaria. Dentro de poco estaremos creando empleo en términos de afiliación, porque estamos en esa tendencia. Llevo muchos años en esto, desde aquí y desde fuera, y he visto a España de muchas formas, y en esta no la había visto nunca: yo soy el primer asombrado”.
Respecto al crecimiento de la economía, “en el cuarto trimestre vamos a tener algo más que en el tercero. Pero lo importante es que con esos crecimientos tan modestos, se esté normalizando el mercado de trabajo y se está frenando ya la caída de crédito al sector privado y está flexionando. Ahora hay que seguir con las reformas y la estabilidad. Estamos saliendo de una recesión de cinco años, y es la primera vez que se hace en recesión; antes esto se había hecho, pero con crecimiento y devaluaciones de la divisa”.
En cuanto al proceso soberanista catalán, está convencido de que el crecimiento de la economía atemperará los ánimos: “Una mejora en la economía ayudaría a la distensión política. Estoy convencido. Mucha gente identifica la independencia de Cataluña con una fórmula para acabar con la crisis económica. Y es exactamente lo contrario: traería más crisis para Cataluña, para España y para la Unión Europea. No se puede permitir que en un proceso de integración como el que estamos viviendo, ahora a alguien se le ocurra que quiere ser independiente. Es un divorcio imposible de materializar en términos económicos. La economía está trenzada. Cómo se reparte la deuda externa y la pública. Hay que ser realistas y prácticos: dedicarse a salir de la crisis y a pagar las deudas. Lo demás, es un fracaso y un retroceso extraordinario. Los mercados no están reaccionando a esta posibilidad [de la independencia]; lo están interpretando como una disputa política, que tiene su importancia, pero no es determinante”. Cristóbal Montoro advierte que “el objetivo del Gobierno es la recuperación económica. Hablar de otros proyectos políticos es entorpecer la recuperación. Debemos hablar de financiación autonómica, pero no pensando que va a haber a final de 2014 lo que no va a haber, porque no va a haber consulta soberanista”.