Nace un sello que garantiza el ‘Made in Spain’
El certificado OEC, que es de producto, no de empresa, ya está en español, inglés, chino, francés y Árabe,
Certificar que un producto está fabricado en España, íntegramente o en un altísimo porcentaje. Ese es el propósito del proyecto Origen Español Certificado (OEC), puesto en marcha por los emprendedores Javier García-Inés y Vicente Ruíz Aguarón, con un objetivo doble: “Informar de forma veraz y transparente a los consumidores sobre la procedencia de los productos españoles y unir a las empresas españolas en la mejora de su competitividad certificando el origen de sus productos”.
Ambos socios defienden que este no es un sello más. Es cierto, admiten, que hay iniciativas de comunidades autónomas que fomentan el consumo de productos regionales, “que están dando resultados positivos en el ámbito nacional”, como son las denominaciones de origen y otras, “pero la ventaja competitiva de la unión de las marcas a través de la procedencia de los productos, no se aplica en España como idea de país”. Por ello, creen necesario aplicar un sistema parecido al de otros etiquetados para las empresas españolas en el conjunto del territorio, “para construir así una marca única para el mercado nacional e internacional”.
En este sentido, los socios apuntan que el mercado exterior español pasa por un buen momento, pues cerca de 60.000 empresas españolas venden sus productos fuera de España, lo que supone un 8% más que en 2012, según datos del Icex. “Así que es muy importante tener una estrategia común competitiva y una imagen única de fácil identificación a través del sello OEC. Es algo que ayudaría a las empresas a posicionarse en el mercado internacional”.
García-Inés y Ruíz ven clave diferenciar a las empresas que mantienen su producción en España, ayudándolas a ser conocidas por el consumidor. “No se trata de decir a nadie qué productos tiene que comprar, pero sí reconocer el esfuerzo que hacen algunas empresas por quedarse en España, donde están sujetas a las normativas que regulan y garantizan la calidad del producto y las condiciones de los trabajadores, con el consiguiente coste para las empresas y su repercusión directa en el precio de sus productos”.
Ruíz destaca que muchas veces la información que aparece en los productos no es veraz o es confusa, y lo dice tras recorrer con su socio muchas tiendas comprobando etiquetas. “Compré un aparato con el sello CE en la caja y cuando lo abrí ponía Made in China junto a las letras CE, que en realidad significan China Export”, recuerda. El joven empresario también indica que detrás del Made in Spain o Made in Germany hay una normativa europea, “pero no hay ningún tipo de certificación y hay poco control. Además, es legal traer, por ejemplo, cubiertos de China, hacerles unos ajustes en España y poner Made in Spain”.
Ambos sostienen que España es puntera en sectores como el calzado, juguetes... “y estamos convencidos de que si a los vinos de la Rivera del Duero y La Rioja, les unimos los aceites, gazpachos, y el sector industrial bajo un mismo sello, seremos más competitivos, porque fuera pocos saben dónde está la Rivera del Duero, pero sí valoran el Made in Spain”, añade Ruiz, para quien las iniciativas regionales son muy costosas para el rendimiento que tienen a nivel internacional.
El certificado OEC, “que es de producto, no de empresa”, ya está en español, inglés, chino, francés y Árabe, “porque muchas empresas no lo solicitan por sus exportaciones”, y se obtiene tras una auditoría externa que dura un mes máximo. Su coste, depende del tamaño de la empresa, pero arranca en los 950 euros y sube hasta los 3.000 euros para empresas que facturen más de 15 millones de euros.
Hasta el momento, solo han obtenido el sello Origen Español Certificado productos de Laboratorios Quintón y Albergrass (ambas de Alicante), GRB Grifería Inteligente (Zaragoza), Servicios de Mesa de Guernica (especializada en la fabricación de cuberterías), Hiled (Zamora) y Dermoestética del Sur (Cádiz). “Los grifos de GRB y los sprays nasales de Quintón ya están a la venta con el sello”, añaden los responsables del proyecto, que pretenden crear una red de empresas certificadas que se apoyen entre sí. “Hemos tenido casos de empresas que nos han comentado que hasta ahora estaban trabajando con proveedores de EE UU o de otro país y que, gracias a nosotros, han descubierto que hay otra empresa en Alicante que hace lo mismo e igual de bien”.
Inicialmente, los accionistas de Origen Español Certificado eran los dos socios citados, pero, tal y como aclaran, cuando empezaron a necesitar más inversión para impulsar el proyecto hicieron una ampliación de capital y dieron entrada a otros socios financieros. “También ha entrado el bufete Bustillo y Abogados, algo importante porque se ocuparán de llevar toda la protección jurídica de los productos y las marcas, para evitar que haya empresas que intenten utilizar el sello y no hayan cumplido con la certificación”.
Ruíz y García-Inés añaden, además, que en un futuro también planean dar asesoría legal en la exportación de las empresas que hayan certificado y así lo deseen.