Se vende colección
El trabajo de tasadores y peritos judiciales se ha multiplicado durante los últimos años
La necesidad económica de muchas familias y particulares está transformando el mundo del coleccionismo.
Desde hace cuatro o cinco años, los peritos tasadores especializados prestan sus servicios a un nuevo tipo de cliente: el que busca liquidar sus bienes, muchas veces heredados, para lograr dinero en metálico con que paliar sus deudas o problemas financieros.
“Hoy en día, la crisis acerca a los gabinetes profesionales colecciones para la venta directa, sean porcelanas, relojes, monedas o sellos. Antes, la visita al experto tenía como objetivo conocer el valor de un lote determinado, o bien por necesidades de cuadernos particionales correspondientes a herencias”, comenta José Luis Barceló, tasador y perito judicial, que colabora con gabinetes de expertos, entre ellos GlobalArtClassic.
Este cambio no ha sido general y varía mucho según el tipo de colección. “En el caso de la filatelia, las intervenciones que el Estado hizo sobre las mercantiles Afinsa y Fórum Filatélico han provocado cierto debilitamiento de los aficionados, aparte del descrédito de muchos profanos en la materia. Por el contrario, la filatelia clásica (la anterior a la Segunda Guerra Mundial) mantiene un creciente interés y revalorización por parte de todos aquellos iniciados, al igual que el coleccionismo de sellos de correos, que parece al alza, como ya se aprecia en los mercados belga o norteamericano”.
La opinión es unánime: es un buen momento para encontrar “la aguja en el pajar”
“Pero, sin duda, es la numismática la que ha adquirido un notable desarrollo en los últimos tiempos, con la aparición de especialistas de gran reconocimiento. El oro y la plata siempre atraen, aunque uno no sepa del tema, y además no plantean problemas de conservación, como pasa con el papel. Por ejemplo, un buen regalo de cara a Navidad podría ser el estuche emitido por la Real Casa de la Moneda-FNMT con motivo del 500 Aniversario del Descubrimiento del Pacífico, con piezas que pueden comprarse desde 60 euros, estando la colección completa en un precio que ronda los 1.000 euros”, reseña Barceló.
Fuentes de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre (FNMT) confirman este interés creciente por la numismática: “Muchos coleccionistas que hacían tándem con sellos y monedas han dejado este hobby; pero este desplome solo ha repercutido en la venta de unidades en plata, no así en lo relativo a monedas de oro”.
La Asociación de Coleccionista de Lotería (Aeclot) pierde socios
“Se trata de un coleccionismo barato; interesante para quien le guste la cultura”, matiza Andrés Cabello, miembro de la Asociación Española de Coleccionistas de Lotería (Aeclot) y propietario de uno de los puestos de compraventa de lotería para colección que cada domingo se instala en la Plaza Mayor de Madrid.
“En esto hay de todo, los que tratan de reunir todos los números del 00000 al 99999, un ejemplar de cada sorteo semanal desde 1812, los números capicúa, los del zodiaco, jueves o sábados, hay gustos para todo y muchos llegan a atesorar un verdadero legado histórico”.
El número de asociados cae, hoy no llegan a 200 cuando en los ochenta había unos 6.000.
“En cualquier caso, nuestro cometido consiste en facilitar el acceso a las monedas a quien esté interesado, evitando la especulación y ajustando precios. Por eso, las últimas series emitidas, como la de capitales de provincia, o bien la más actual de monumentos adscritos al patrimonio nacional, están teniendo tan buena respuesta”, explican.
Quizá colecciones con menos adeptos, pero que, sin embargo, despiertan en estos momentos bastante interés, son las de juguetes clásicos, aparatos tecnológicos de más de medio siglo, artilugios rurales y herramientas antiguas, entre otras.
Se puede encontrar una aguja en un pajar, pues el momento económico no es el óptimo para hacer frente a los costes que conlleva mantener o ampliar una colección.
José Luis Barceló concluye: “Nunca hay que desprenderse de lo atesorado de forma precipitada, por más urgencia económica que haya. Ahora mismo, la venta a través de subasta pública puede ser una buena solución”.
Buenas ofertas en vinilo
“Unos sueltan, otros encuentran”, dice Paloma Menéndez, propietaria, junto a su hermano, de La Metralleta, tienda madrileña de discos de segunda mano. “Últimamente viene más gente a hacer negocio con sus vinilos, así que se han puesto en circulación piezas y ediciones que era difícil ver antes”.
Lo más cotizado ha sido la primera edición de With the Beatles por 600 euros. “Este grupo de siempre, junto a los Rolling Stones, Pink Floyd, Elvis, Jimi Hendrix o todo lo relacionado con la movida madrileña, es de lo que más se demanda. Ahora se está buscando alguna de las 200 copias de Los Pepes, de los años sesenta, por la que se están pagando entre 200 y 300 euros”. La Metralleta está probando un nuevo canal para vender online, en la web Todocoleccion.
Desde LaFonoteca, plataforma para la promoción y apoyo de la música española, proponen dos obras: Nuevos bríos, un recopilatorio en edición limitada de 300 copias, y el libro de 1981 Música moderna, crónica de los inicios de la nueva ola en España por uno de sus protagonistas, Fernando Márquez, el Zurdo.