Banesco se queda con Novagalicia
Sorpresa. La oferta de Banesco, el primer banco venezolano privado, ha logrado sortear a la gran banca española, y se ha convertido en la adjudicataria de Novagalicia al presentar una propuesta muy superior a la de CaixaBank, que parecía la gran favorita en las últimas semanas, o el fondo Guggenheim, la opción gallega hace un año. Banesco ha ofrecido 1.003 millones de euros y no reclama ayudas públicas futuras, lo que deja la factura que debe abonar el contribuyente en 8.000 millones.
Su apuesta era arriesgada y elevada, pero parece que le ha merecido la pena. El empeño del presidente de Banesco, Juan Carlos Escotet, por quedarse con Novagalicia ha tenido su recompensa, el grupo venezolano ha conseguido su objetivo y se ha quedado con la firma gallega. Su oferta ha sido, según asegura el FROB, la mejor, o por lo menos la menos costosa para el contribuyente, como había repetido en varias ocasiones el director general de este organismo público, Antonio Carrascosa.
Banesco pagará por Novagalicia 1.003 millones de euros, lo que supone como mínimo unos 200 millones más que la segunda oferta e incluso que la supera en un 50% más. El 40% se abonará cuando se formalice la operación, y el 60% se pagará en plazos hasta 2018. La oferta incluye también las dos carteras de fallidos que se incluían en el proceso por algo más de 3.000 millones. Además, ha descartado solicitar un esquema de protección de activos (EPA) para cubrir las pérdidas futuras y ha renunciado a las garantías adicionales que cubría el FROB por posibles contingencias, y que permitían compensar el 85%, es decir, unos 850 millones de estos ajustes. También se ha comprometido a mantener el empleo, a cerrar un número mínimo de oficinas, y mantener unas 300, que están en zonas que pueden estar en pérdidas.
Banesco, además, tiene como objetivo prioritario abrir el grifo del crédito, según refleja su oferta, dará más de 9.000 millones, según declaró ayer el banco en un comunicado. También mantendrá la cúpula de Novagalicia, como ha hecho en el resto de las filiales donde el grupo tiene presencia, y la sede social, que se quedará en Galicia. Eso sí, también siempre ha colocado a un directivo de Banesco, que en este caso podría ser Pedro López, un gallego afincado en Caracas, mano derecha de Escotet y que ha influido en la decisión de expansión de Banesco en España. Escotet, que posee el 80% del capital del holding Banesco, apostó todo a una carta, la primera ronda. Estaba convencido, como había confesado en algún foro, que si tenía que acudir a una segunda vuelta Banesco no lograría su objetivo. De ahí que pusiera toda la carne en el asador en esta primera vuelta de la subasta, más tras enducecer el FROB las condiciones para evitar la segunda vuelta entre las tres mejores ofertas.
Pese a ser la propuesta más elevada, Banesco no evita que el contribuyente español tenga que desembolsar unos 8.000 millones de euros por Novagalicia, ya que ha sumado ayudas públicas por 9.000 millones de euros –además necesitó 802 millones del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD)–, y el grupo venezolano pagará 1.000 millones, 500 menos de los que el FROB esperaba sacar por esta venta.
Eso sí, Escotet logra desplazar a CaixaBank, la favorita por una parte del Gobierno, y al fondo Guggenheim, el elegido por Novagalicia desde hace un año, al considerar que era la única oferta –hasta que apareció Banesco– que podría mantener independiente a la firma gallega. También ha desplazado a BBVA y Santander, aunque ambos presentaron ofertas poco competitivas. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, apostó en los últimos dos meses por el grupo venezolano una vez que veía que el Gobierno era más reacio a que Novagalicia, con casi 57.000 millones de activos, fuera adquirida por un fondo, a los que se les incrementó las exigencias para participar en la puja.
Banesco se hará así con el 88,3% de Novagalicia, del que un 63% está en manos del Estado y un 15% más del FGD, que compró títulos a pequeños inversores de las antiguas cajas gallegas. El grupo podrá apuntarse los 2.350 millones de euros en activos fiscales diferidos (DTA, por sus siglas en inglés) que tiene activados Novagalicia, y que puede computar como capital. El Estado garantiza al comprador que podrá compensar ese monto en 18 años con los beneficios que vaya generando o, de lo contrario, recibirá deuda pública. Además, NCG suma 2.200 millones más en DTA aún sin activar y que, será difícil que Banesco pueda aprovechar en un futuro.
Mayor en España que en Venezuela
Este mes se cumple un año desde que Banesco, cuyo holding tiene sede en Madrid desde 2006, adquirió otra firma gallega, Banco Etcheverría, una pequeña entidad filial de Novagalicia. Etcheverría es ahora la que compra Novagalicia. Etcheverría cuenta con 117 oficinas, 67 de ellas adquiridas a la propia NCG en mayo. Banesco fue fundado en 1986. Desde su creación ha protagonizado 14 fusiones y tiene presencia en España, Venezuela, Estados Unidos, Panamá, Puerto Rico, República Dominicana y Colombia. El director general de Novagalicia, Juan Díaz Arnau, afirmó ayer que en NCG son “optimistas” respecto del mantenimiento del empleo y la red de oficinas tras su venta a Banesco. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo aseguró que “es la mejor oferta para los contribuyentes del conjunto de España y para todos los contribuyentes gallegos y es la mejor decisión para España y, en lo que a mi respecta, la mejor decisión para Galicia”. La actividad de Banesco es muy similar a la que desarrolla Novagalicia, banca dirigida a pymes y familias. Juan Carlos Escotet declaró hace dos semanas que la compra de NCG daría a Banesco más del 45% del mercado en Galicia, y “nos ahorraría unos cuantos años de expansión”. Banesco tiene su mercado natural en Venezuela, pero tras la compra de NCG España se convierte en su principal mercado. “Venezuela es nuestro mercado de origen, pero somos un grupo que busca internacionalizarse y la compra de Etcheverría ha sido una de nuestras mejores apuestas”, reconoció.