Unicaja plantea 350 bajas ante la fusión con Ceiss
Unicaja tiene ya en su mano la llave para hacerse con Ceiss después de haber logrado el respaldo a su oferta del 87% del accionariado de las antiguas cajas castellanas. Aunque el proceso de aceptación acaba de ser ampliado hasta el 10 de enero con el objetivo de sumar también al mayor número de expreferentistas de Caja España Duero, Unicaja trabaja ya en un ajuste laboral de cara a la fusión.
La entidad ya anunció el pasado verano que estimaba necesario un recorte de costes laborales de unos 51 millones de euros, lo que el sindicato Csica estimó que equivale a 900 puestos de trabajo de los 4.500 con los que cuenta la entidad.
Aunque la entidad malagueña no ha vuelto a cuantificar el impacto del ajuste al retomar la negociación, el esquema de ajuste presentado ayer a los representantes sindicales de su plantilla apunta a que el ahorro sería algo inferior.
Fuentes de la negociación informan de que la entidad que preside Braulio Medel comunicó ayer a las plataformas una propuesta que pasa por reducir el número de empleados mediante medidas no traumáticas en paralelo a una reducción salarial para los trabajadores que conserven su puesto.
Del lado de la reducción de plantilla, Unicaja ha propuesto como necesarias unas 350 prejubilaciones para los empleados de mayor edad que irían acompañadas de un plan de bajas incentivadas para otros colectivos.
Para los empleados que permanezcan en sus puestos se han planteado una rebaja salarial del 5% y una reconversión de parte del sueldo fijo en variable (en un porcentaje que oscilaría entre el 2,5% al 7,5% en función de los diferentes cargos).
Dadas las “condiciones económicas y el grado de eficiencia de la entidad”, los sindicatos asumen que esta conversión de sueldo fijo en variable ligado a mayores exigencias de productividad equivaldría, al menos en los primeros años, de una rebaja salarial sobre la parte del sueldo afectada.
La estimación es que entre la reducción fija de sueldo y la conversión en bonus ligados a objetivos, los empleados afrontan una rebaja salarial de hasta el 12,5%. Cifra que podría incrementarse en dos o tres puntos más si se tiene en cuenta que Unicaja también planea reducir al mínimo por convenio la aportación al plan de pensiones.
Finalmente, la propuesta de Unicaja recoge la necesidad de que sus empleados asuman cláusulas de movilidad obligatoria que permitan la reestructuración geográfica de sus efectivos una vez culmine la absorción de Ceiss.
Los representantes sindicales de Unicaja entienden que el movimiento busca reducir sus niveles salariales, “ya por debajo de la media nacional del sector” financiero para luego amoldar a estos niveles los costes laborales de la plantilla de Ceiss, que según estimaciones de las plataformas son superiores a los que actualmente tiene Unicaja.
Los sindicatos entienden como un avance reseñable que la entidad no haya planteado salidas forzosas, pero no consideran necesaria una rebaja salarial y se muestran reticentes a abordar un plan de reubicación geográfica de los empleados de Unicaja.
La dirección de la entidad ha dado a las entidades 48 horas, hasta este miércoles, para presentar una contrapropuesta con la que seguir avanzando en la negociación del ajuste laboral.