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El grupo intentará salvar la marca y algunas fábricas

Fagor admite que el concurso acabará en una liquidación

Interior de la fábrica de Edesa de Basauri, perteneciente a Fagor.
Interior de la fábrica de Edesa de Basauri, perteneciente a Fagor.EFE

En sus primeras declaraciones desde que la crisis de Fagor Electrodomésticos se hiciera pública (a mediados de octubre pasado), Bengoetxea señala que los activos viables del líder nacional en línea blanca “pueden ser interesantes, ya veremos para quién”, en referencia a los grupos que ya han movido posiciones para la compra de alguna fábrica.

Son los casos de la multinacional china Haier, el primer fabricante del mundo en electrodomésticos, que quiere reforzarse en Europa a través del complejo fabril de Fagor en Polonia. El grupo alemán Vaillant, socio al 50% de una planta de calentadores en Bergara (Guipúzcoa), también ha pedido precio por estas instalaciones, al igual que la compañía china Robam por las dos plantas que comparte con la cooperativa vasca en el país comunista.

Bengoetxea, en una entrevista en TU, la revista de Corporación Mondragón, da por hecho que los procesos concursales del grupo acabarán en una liquidación. “El Fagor Electrodomésticos que hemos conocido no lo volveremos a ver, si bien algunas partes pueden tener viabilidad”, en referencia a los activos citados. Todas las marcas de la cooperativa descansan en la filial de Irlanda, que como la de Polonia y la sociedad matriz están en concurso. La participada francesa lo hizo en los juzgados del país galo, para que pudiera acceder a ayudas públicas para salvar su actividad.

Más concursos

Otras dos filiales, Grumal y Proiek, presentaron ayer la solicitud del concurso de acreedores al Juzgado de lo Mercantil Número 1 de San Sebastián.

La crisis de la industria de Arrasate-Mondragón era inevitable porque la empresa “no era rentable”, según Bengoetxea, y en un lustro había perdido un volumen de ventas de 800 millones por la crisis. Reconoce que “deberían haberse tomado decisiones que no se han tomado”, en referencia a ajustes de plantilla entre los 1.865 socios que ahora están en casa porque las cinco fábricas de España siguen cerradas.

Pérdida de los ahorros, pero no del patrimonio

Tanto Bengoetxea como Txema Gisasola, presidente de Corporación Mondragón que también es entrevistado por TU, calman a los socios de Fagor Electrodomésticos desde la revista. Perderán los ahorros, estimados en 87 millones. No verán un euro de la cartilla de retornos [dividendos] acumulada en su trayectoria en la empresa, ni tampoco recuperarán las aportaciones que hayan hecho a nivel individual. Pero no tendrán que responder con su patrimonio ante los acreedores de Fagor. Por ese temor, muchos habían cambiado con sus cónyuges u otros familiares la titularidad de cuentas bancarias y viviendas. Algunos hasta se plantearon el divorcio. Sobre el empleo, 700 socios se reubicarán en otras cooperativas del grupo a corto plazo y otros 500 se prejubilarán.

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